Pensar Brasil desde Brasil
Desde Salvador, Bahía.
La lengua es una gran barrera. Los países colonizados por los españoles podemos buscar información sobre nosotros en internet y entender. Eso no sucede para buscar información sobre Brasil. Y aún con la posibilidad de entender el portugués, para entender el sentido de las frases es preciso conocer la cultura. El significado de las palabras está determinado por el uso y si no sabemos cómo otra cultura usa las palabras, podemos cometer el error de darle el mismo sentido que nosotros le daríamos como si el nuestro fuese un sentido único y/o el correcto. Llevo diez años viviendo en Brasil. Llegué con una imagen de Brasil que no tenía mucho que ver con el Brasil real. Escuché las ideas de los argentinos que tienen acá y tampoco las cosas son así como ellos creen. Como psicólogo ello me llevó a pensar cómo era posible y a pensar la colonización.
Las diferencias entre portugueses y españoles fueron trasladas a nuestro continente. Los ingleses sacaron provecho de esas diferencias, tenían interés en comercializar libremente en nuestra región. El debate liberal aún no está saldado, esa confrontación es la que estamos observando en el mundo. Personas que viven de la explotación de recursos naturales reclamando su derecho a actuar libremente en cualquier lugar del mundo. En Palestina vemos cómo existen quienes se creen con el derecho de invadir tierras ajenas, sacar a las personas por la fuerza, hacer un genocidio, financiado con moneda angloamericana. En Estados Unidos empresarios armamentísticos, empresas financieras, ganan con el asesinato de palestinos. Como hace 500 años existen familias que obtienen su riqueza con la muerte de otras personas. La colonización dio en que el hombre más rico del mundo sea el hijo de un extractivista sudafricano esclavista. El hijo de eso cree que tiene derecho a financiar golpes de Estado donde quiera, a no cumplir las órdenes de la justicia brasilera. La cuestión en el mundo hoy es esa ¿Quién les pone límites? No aceptan los límites del Estado.
Mientras en el mundo se da una confrontación entre corporaciones transnacionales con intereses financieros y Estados, Brasil tiene tamaño para llamar a las cosas por su nombre. Lula dijo abiertamento que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos estuvo detrás de su detención. Mientras en Argentina algunos deliran creyendo que Argentina podría ser hipótesis de conflicto bélico para Brasil, la hipótesis de conflicto bélico brasilera es ser invadidos por sus recursos naturales. Miguel Nicolelis, neurocientífico brasilero, que conseguió leer el pensamiento a través de la lectura de la transmisión neuronal (dos de sus investigadores abrieron la empresa que inserta chips en el cerebro, que compró Elon Musk), contó que participó de una reunión en una agencia de seguridad de Estados Unidos y que escuhó a un militar decir cómo pensaban invadir San Pablo. Cuando Cristina anunció Vaca Muerta dijo que un presidente latinoamericano que había descubierto una importante reserva petrolera le dijo “sonamos, ahora los yankees vienen por nosotros”. Después del descubrimiento de la reserva petrolera Pré-sal dieron el golpe de Estado en Dilma Rousseff. Las publicaciones de Edward Snowden permitieron saber que Estados Unidos espiaba a la presidenta y tenía pinchados teléfonos de Petrobras.
El mundo desde Brasil se ve diferente. Desde Argentina todavía se ve a Brasil con la imagen del imperio portugués. Para criticar a Brasil aún se mencionan hechos anteriores a 1889, que fue cuando Brasil nació. Antes es la historia del imperio portugués en este continente. Brasil tiene conciencia de su tamaño. Brasil respeta y le gusta ser respetado. Brasil reconoce el derecho a la reciprocidad. Brasil habla con todos. La diplomacia brasilera entiende que lo mejor para Brasil es presentarse en el mundo haciendo parte de un bloque. Cuando Brasil se sienta con el mundo, no sólo representa los intereses de Brasil, también representa los intereses de la región. Brasil tiene en su Constitución la tarea de conformar una Confederación Sudamericana de Naciones. Brasil no quiere saber nada con los ingleses en Malvinas, no quiere ese armamento nuclear a unos pocos miles de kilómetros. Brasil reconoce la presencia de Francia en la región, de la colonización francesa en la región no se habla. Pero Brasil dice: el Amazonas no es sólo nuestro, tiene que haber nueve países sentados a la mesa. La falta de acuerdo con la Unión Europea no sólo muestra el interés europeo, cuanto que Brasil conversa pero se mantiene firme en la defensa de sus intereses. Brasil pide reciprocidad, tiene el tamaño para exigirlo.
Aún existen quienes atacan a Brasil por pedir un asiento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. En Argentina les hicieron creer que tendríamos tamaño para pedir una silla de esas. Brasil no sólo pide una silla para él, también para nosotros y dos para África. Brasil declara ineficientes a los organismos internacionales y pide un nuevo orden global con justicia social. Brasil sentado en el Consejo de Seguridad no representa riesgo alguno para la seguridad de la región. Lo prueban los hechos, lo prueba la historia. Sin dudas que la declaración de América del Sur como región de paz no fue sólo una decisión de Brasil, pero sin el apoyo de Brasil no podría haberse realizado. Brasil contribuyó con Venezuela en 2003, recién asumido Lula, con la creación del Grupo de Amigos, garantizando veedores internacionales para garantizar la legitimidad del resultado electoral. El gobierno de Lula defendió el derecho soberano de Bolivia de nacionalizar sus hidrocarburos, aunque ello representase un aumento en los costos para los industriales paulistas. La historia muestra que lo mejor para Argentina es alinear su política externa con Brasil, pensarse como parte de una misma región. Los datos muestran que Brasil con Lula creció y aumentó las importaciones de todos los países de la región. Los países sudamericanos aumentaron sus exportaciones a Brasil durante los gobiernos de Lula. “No te puede ir bien si a tu vecino no le va bien”, dijo siempre Lula.
Por primera vez en la historia asistimos a un genocidio en vivo y en directo. Quien podría declarar un alto el fuego es el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con más de nueve votos pero cualquiera de los cinco miembros permanentes tiene poder de veto. La diplomacia brasilera consiguió en octubre del año pasado doce votos para que cesen el fuego, para que dejen atender a las personas, establecer corredores humanitarios. Rusia y Gran Bretaña se abstuvieron y Brasil forzó a Estados Unidos a vetar la resolución, que quedase expuesto que querían que continuase. Brasil llama genocidio al genocidio. Brasil llama organización terrorista a lo que la ONU llame organización terrorista. La ONU no se refiere a Hamás como organización terroristas. Los pueblos tienen su derecho a resistir la colonización, la apropiación por la fuerza de sus tierras, el asesinato planificado de personas, el encierro de poblaciones en cercas de alambre, el apartheid. Celso Amorim cuenta que fue a Palestina y que él se transportaba de un lugar a otro en veinte minutos, cuando un diplomático palestino demoraba tres horas por la cantidad de checkpoint que debía pasar.
Es preciso entender cuando se piensa Brasil desde Argentina, que Brasil no creó el comercio en el mundo, que Brasil no creó los organismos internacionales y que en esas negociaciones lo que vale es el tamaño del mercado. Entonces Brasil se sienta a negociar en mesas donde Argentina no es invitada a sentarse por su tamaño. Por el tipo de productos que comercializamos en la región, en términos generales, lo mejor para Brasil siempre es lo mejor para la región. Brasil negocia siendo miembro del Mercosur. Considerando las limitaciones que ello establece ¿Qué podría ser bueno para Brasil y malo para Argentina? Considerando cómo está el mundo. ¿No nos conviene un Brasil que promueva la comercialización entre países que no sea exclusivamente por el dólar? Brasil y Argentina abrieron la posibilidad de comercializar en sus monedas, no hubo mucha adhesión. Pero Brasil, junto con China y Rusia, sus aliados en los BRICS, están promoviendo evitar el dólar en las transacciones comerciales.
En un mundo al borde de una guerra nuclear, Brasil conducido por Lula es mejor para el mundo. Promueve la paz entre Rusia y Ucrania. Reconoce que Rusia invadió Ucrania y que la OTAN violó los acuerdos de Minsk. Reconoce los ataques terroristas de Hamás del 7 de octubre, también que es un genocidio lo que hace Israel. Le exige al mayor billonario del mundo que respete al Estado brasilero, que respete sus leyes, sus instituciones. si quiere hacer negocios en el país. Hoy alguien podría compartir imágenes de una brasilera residente en Brasil menor de edad desnuda en X y la justicia brasilera no tiene un domicilio para pedirle a la empresa que borre la foto. La empresa considera que sus usuarios tienen derecho de publicar lo que les parezca aunque sea un delito lo que hacen en los lugares desde donde lo hacen. Entonces cualquier aplicativo tendría derecho a posibilitar la comisión de delitos porque en Estados Unidos aquello no lo sería. A nivel global atacan la soberanía del Estado y Brasil con Lula la defienden.