Pichetto, al mejor estilo siniestro
Por Juan Carlos Martínez (*)
Nota del autor: El siguiente artículo fue publicado en el periódico Lumbre en noviembre de 2018. En menos de un año, los pasos que ha dado el senador rionegrino dan crédito a su contenido.
El senador rionegrino Miguel Pichetto parece ser un sobreviviente de la Inquisición española. O, para ponerlo más cerca en el tiempo y en la ideología, podría decirse que es un resabio del nazismo que habita en un país generosamente abierto a las corrientes migratorias de todo el mundo. Como lo refleja nuestra historia y lo establece la Constitución en su preámbulo.
Si Pichetto viviera en la Francia contemporánea, seguramente que estaría militando en los grupos que llevan como bandera las ideas de ese símbolo xenofóbico llamado Jean Marie Le Pen.
Lo que le ha faltado al senador justicialista para coincidir en todo con el desaparecido racista francés es exaltar el genocidio producido por la dictadura militar como hizo Le Pen con el exterminio ocurrido en la Alemania nazi.
Pero las similitudes más afines aparecen en la criminalización de los extranjeros, una faceta que Pichetto ha revelado descarnada y públicamente a través de un programa televisivo y que ha ratificado a pesar de la oleada de críticas y denuncias que ha recibido, tanto en el país como en el exterior.
Sin embargo –y es bueno que se resalte- en medio de las expresiones de repudio que ha recibido también ha contado con el beneplácito del gobierno macrista a través del mismísimo secretario de Derechos In-Humanos, cuyas reflexiones producen escozor.
La postura de los gobiernos de derecha frente a las corrientes migratorias no sabe de fronteras. Europa –y ahora Estados Unidos, con la llegada de Donald Trump al poder- son los espejos en los que se miran los devotos del racismo y la xenofobia como Pichetto. Al cierre de las fronteras a hombres, mujeres y niños que intentan ingresar a esos territorios se suman las persecuciones y las expulsiones de los migrantes, muchos de ellos provenientes de países colonizados por quienes ahora le niegan refugio.
Las brutales reflexiones de Pichetto le han venido al gobierno de Macri como anillo al dedo para descargar sobre los sectores más vulnerables –migrantes incluidos- las consecuencias del impiadoso ajuste.
No es la primera vez que este personaje ha expresado públicamente su condición de racista y discriminador. Sin embargo, sigue presidiendo el bloque de senadores del FpV e integra la conducción del “renovado” justicialismo que preside el sanjuanino José Luis Gioja y que tiene al pampeano Carlos Verna al frente de una de las secretarías.
Si Pichetto puede desgranar su ideología al mejor estilo nazi desde su banca de senador de la democracia, avalado con la palabra del gobierno y el silencio de sus propios pares, es más que evidente que el sistema de libertades logrado con el sacrificio de miles y miles de vidas se encuentra frente a una verdadera encrucijada.
El problema no está sólo en el senador rionegrino sino en la cantidad de Pichettos que influyen en la cultura racista y discriminatoria instalada en la Argentina y que a partir de Cambiemos ha tomado mayor impulso.
Si la ofensiva de la derecha salvaje no se detiene, dejaremos de ser un país abierto como establece el Preámbulo de nuestra Constitución en el sentido de ofrecer cobijo a todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino.
(*) Juan Carlos Martínez es periodista, escritor, director del periódico Lumbre y habitual colaborador de esta AGENCIA. Es autor de varios libros y mantiene una columna en Radio Kermés, de Santa Rosa, La Pampa. El presente artículo se publicó originalmente en la edición de noviembre de 2018 de Lumbre, bajo el título "Pichetto, al mejor estilo nazi".