Sin trabajadores no hay Nación
Por Comisión Interna Fuero de Trabajo
Con una coordinación digna de mejor causa, en los últimos días desde las usinas mediáticas del gobierno y mediante declaraciones directas del Presidente de la Nación, se intenta avanzar nuevamente con una política en materia de relaciones del trabajo y legislación laboral que ya hemos vivido y sufrido los trabajadores asalariados y el pueblo en general. En efecto, permanece intacta en nuestra memoria el retroceso, inédito para aquel entonces, que significó para el derecho protectorio del trabajo el proceso de restauración conservadora de los años 90.
Con el mismo método del uso tendencioso de los medios de comunicación, se vuelve a la carga a fin de instalar la idea de que los derechos conquistados por los trabajadores luego de un siglo y medio de luchas políticas y sociales, se han convertido en un obstáculo para la inversión, el crecimiento de la economía y el desarrollo del país.
La incontrastable realidad de los hechos y el sufrimiento de millones de argentinos, demostró hace dos décadas, que a contrapelo de los engañosos paradigmas del neoliberalismo, cuanto mayor fue la flexibilización de las relaciones entre el capital y el trabajo y más desprotegidos se encontraron los asalariados, el resultado fue más desocupación, mayor precarización, mayores abusos y una mayor concentración de riqueza en manos de los dueños del capital.
Fue tal el desmantelamiento del andamiaje de defensa jurídica de los trabajadores, que para fines de esa década, llegaron a debatirse en el Congreso dos proyectos de ley tendientes a desplazar 10 juzgados del Fuero del Trabajo al de la Seguridad Social y 10 más al del Fuero Comercial. Había que desguazar el Fuero y con él la herramienta jurisdiccional de los trabajadores. A ese intento, junto con todos los sectores vinculados al derecho laboral le opusimos el Foro Permanente en Defensa del Fuero del Trabajo, herramienta que permitió conservar la estructura actual del Fuero, con el único costo de la transferencia de 68 empleados a los fueros mencionados.
Superado el vendaval y a partir de una nueva jurisprudencia que tuvo el valor de reconocer el principio de progresividad del derecho laboral sobrevino un período de recuperación de los derechos perdidos.
Asistimos hoy al avant premiere de una nueva versión de aquella película de terror de los 90, con nuevos actores y un flamante director. Pero tanto la historia como el guión son los mismos.
Por todo ello y frente a las amenazas y las difíciles circunstancias por la que atraviesa el derecho laboral y su herramienta jurisdiccional, la Comisión Interna del Fuero del Trabajo, reafirma su compromiso en la defensa de los principios básicos y las reglas fundamentales de la legislación laboral: principio protectorio, principio de irrenunciabilidad, principio de la continuidad, principio de la primacía de la realidad, principio de la razonabilidad, principio de la buena fe, regla del indubio pro operario, regla de la aplicación de la norma más favorable y de la condición más beneficiosa.
Asimismo, rescatamos el principio de la “ajenidad del riesgo empresario” ya que está demostrado aquí y en todo el mundo que una mayor precarización de las relaciones laborales no garantiza una mayor inversión, pero sí un mayor desempleo y caída del salario.
Finalmente, sostenemos que la arquitectura jurídica sobre la que se asienta la legislación del trabajo, prohíbe la regresividad de los derechos reconocidos por lo que su alteración en perjuicio de los trabajadores es claramente inconstitucional.
Por todo ello, rechazamos las afirmaciones vertidas por el Presidente Macri por considerarlas un ataque directo a la independencia del poder judicial y un solapado intento de condicionar la voluntad jurisdiccional de los magistrados.
Al mismo tiempo lo exhortamos a que abandone su mirada empresaria de la realidad política y social de nuestra nación y asuma de una vez por todas el carácter de jefe de estado que el pueblo le confió y gobierne para todos los argentinos, sin amenazar los derechos adquiridos de los trabajadores para beneficio de los que hacen de la precarización laboral el modo de apropiación del trabajo ajeno.