Las cifras de la violencia policial en Colombia: "350 desaparecidos, 1800 casos de violencia policial y 39 asesinatos"
Por Santiago Asorey
Una fotógrafa de la Ciudad de Cali, Colombia, ofreció un diálogo por escrito con AGENCIA PACO URONDO en el cual indagó sobre la crisis social. De esta manera, la entrevistada (que prefirió no dar su nombre por temor a las represalias) se refirió a la feroz represión desplegada por los militares y las fuerzas de seguridad.
APU: ¿Cuál es la situación comunicacional que se está viviendo en Colombia respecto al despliegue represivo?
Entrevistada: Es claro que hay un bloqueo de información y que crece con el paso de los días. La información que circula en los medios nacionales y locales (RCN – CARACOL) entre otros, es completamente sesgada y manipulada. En los puntos de concentración no se han visto presencia de periodistas de medios locales, sólo salió Noti5 (noticiero local) para mostrar cómo los empleados públicos barrían las calles del centro de la ciudad el 29 de abril después de los saqueos a los almacenes y las quemas de bancos, es claro que son medios que están con el gobierno y muestran lo que les conviene. El noticiero de RCN difundió información falsa el pasado sábado 1 de mayo, donde presentaron imágenes en video de manifestantes en Cali con el titular “Celebración por cambios en la reforma” donde la presentadora anuncia “Les vamos a mostrar como racionaron decenas de caleños, frente a la decisión del presidente Iván Duque de modificar el texto de la reforma tributaria”, cuando en realidad se trata de videos donde los manifestantes celebran que acaban de lograr que la tanqueta del SMAD retroceda o celebran que la resistencia sigue y que de alguna manera nos estamos haciendo sentir. Esta información falsa es igual en el medio de noticias Caracol donde anuncian que “la calma regresó a Cali” o muestran sólo partes de videos que les convienen, una total manipulación de la información. Esto está ocurriendo desde el pasado 28 de abril que iniciaron las manifestaciones. La semana pasada hubo enfrentamientos en el barrio Siloé y por varias horas bloquearon el servicio de internet y celular lo que ocasionó que no se pudieran transmitir más los en vivo que estaban realizando desde este punto donde se veía la brutalidad policial y de las FFMM.
Actualmente la fuerza que tienen las redes sociales para circular acontecimientos es enorme y ha sido un punto a favor durante estos días de represión, muchos a veces no hemos podido asistir a las concentraciones, pero podemos seguirlas por los en vivo, por la cantidad de videos que circulan por Whatsapp, Instagram o Facebook y podemos difundirlos, y ha sido una manera de mantener a la comunidad al tanto de la situación. Los videos (sobre todo los en vivo que no tienen posibilidad de edición) son las pruebas de la represión y el abuso del poder por parte de la Policía, SMAD y las FFMM. En los videos se ha podido dar nombre y cédula de las personas detenidas o heridas para llevar así un registro y pasar a DDHH porque de otra manera nadie lo va a hacer. Los manifestantes desde los puntos de concentración, mientras son atacados, mientras están atacando a sus compañeros y compañeras, incluso desde las casas los vecinos que están viendo lo que sucede debajo de su casa, de su edificio se han convertido en periodistas de esta guerra, y esta es una ficha que no podemos abandonar y que el estado se está dando cuenta que es muy potente, lamentablemente esto les ha costado a algunos tener que salir de la ciudad para proteger su vida y la de su familia como es el caso de un fotógrafo que fue amenazado por registrar hechos de violencia, por hacer en vivos de abuso policial, donde en su último video en vivo lo estaban viendo 197 mil personas.
APU: ¿Los registros de víctimas que circulan se encuentran completos?
Entrevistada: La realidad es que hay un gran subregistro de cifras porque circulan muchos nombres y cédulas de desaparecidos, heridos, muertos, abusos policiales, sobretodo en horas de la noche, y los DDHH no llegan a tener todo el personal disponible para actualizar rápidamente las cifras (esto también porque a los de DDHH los están violentando a la par que a los manifestantes). Hasta el sábado 8 de mayo estas son las cifras que han registrado desde grupos de DDHH: 1814 casos de violencia policial, 278 víctimas de violencia física por parte de la policía, 39 víctimas de violencia homicida por parte de la policía, 963 detenciones arbitrarias en contra de los manifestantes, 356 intervenciones violentas por parte de la fuerza pública, 28 víctimas de agresión en sus ojos, 111 casos de disparos de arma de fuego por parte de la policía, 12 víctimas de abuso sexual por parte de la fuerza pública. Se registran hasta el día de ayer 47 personas asesinadas de las cuales 39 han sido por violencia policial, más de 350 desaparecidos entre el 28 y el 7 de mayo según la Defensoría del Pueblo y 1.876 hechos violentos que podrían ser más según registros audiovisuales.
La realidad es que desde que nos levantamos y cogemos el celular los videos de represión no sólo en Cali, sino en Bogotá, Pereira, Buga, Popayán, Suárez, Miranda, entre otros municipios son como una vorágine, también reportan infiltraciones de policías de civil, todo esto es como una catarata y no alcanza el día para verlos todos, tampoco el corazón. Durante la noche es más duro porque es cuando se presentan más hechos violentos, la fuerza pública aprovecha la oscuridad para infiltrarse, para amedrentar y desaparecer, entonces es el momento donde más se debe difundir información y actualizar sobre lo que pasa en los puntos. La semana pasada después de los cortes en servicios de internet y celular, inició una fuerte censura en las redes sociales sobretodo en Instagram que bajaba las historias relacionadas con el paro, donde se mostraban hechos violentos, medios independientes como La Oreja Roja avisaron que estaban en Shadow Bam lo que quiere decir que ningún usuario nuevo los podía buscar. A partir de estos hechos aparecieron consejos sobre cómo publicar en redes para de alguna manera engañar al algoritmo con canciones que nada tuvieran que ver con el tema, o stickers y filtros para poder seguir publicando y denunciando la represión que hasta el día de hoy continúa.
APU: ¿Cómo comenzó el ciclo de protestas contra el Gobierno y como fue creciendo?
E: El pasado 28 de abril Colombia entró en paro nacional, un paro que se había proyectado de un solo día, pero se sostiene hoy 9 de mayo, 11 días después con bloqueos en todo el territorio nacional, siendo Cali y el Valle del Cauca su epicentro. A partir de una reforma tributaria regresiva que golpeaba a las ya afectadas clases más bajas y tenía exenciones tributarias para grandes empresas y transnacionales, en plena emergencia sanitaria del covid-19, la movilización ciudadana se convirtió en la democracia en las calles. El 28 de abril salimos a marchar, a exigir el retiro de la reforma y no imaginamos su magnitud (hablo por mi, por mi pareja y amigos con quienes salimos a las calles) creo que nadie esperaba que el paro tuviera tal acogida, pero en el fondo latía una avalancha que llevaba meses represándose y terminó en un estallido social completamente necesario. Después de la larga noche del 28 de abril donde quedaron grabados los abusos y torturas por parte de la policía, y ante la no respuesta del gobierno, los puntos de concentración en Cali se fortalecieron. La alcaldía decretó toque de queda y el Comité Nacional de Paro convocó a nueva jornada de protestas para el 29 de abril y 1 de mayo; la gente se organizó rápidamente para resistir y aparecieron las primeras líneas y la contención por parte de la gente de los barrios, impulsados por la justa rabia, el dolor y la impotencia, salimos de nuevo el 29.
El primero de mayo el presidente Iván Duque ordenó asistencia militar en varias ciudades. El 2 de mayo después de cinco días de protestas anunció que retiraba la reforma tributaria, pero que iba a “tramitar un nuevo proyecto fruto de los consensos y así evitar la incertidumbre financiera”, hasta el día de hoy la reforma no ha sido oficialmente retirada y el paro ha decidido continuar hasta detener también la abusiva reforma del sistema de salud. El 3 de mayo el Ministro de Hacienda y Crédito Público Alberto Carrasquilla presentó su renuncia después de conocerse la noticia del retiro de la reforma. Ante el panorama de resistencia por parte del pueblo, el presidente Iván Duque (siguiendo órdenes del expresidente, ganadero y latifundista Alvaro Uribe Vélez más conocido como “el innombrable”) ordenó que el general Zapateiro entrara a la ciudad de Cali a reemplazar al alcalde Jorge Iván Ospina y a la gobernadora del Valle del Cauca Clara Luz Roldán, para “reestablecer el orden público”, lo que facilitó que militares y policía tomaran el control total del orden público de la ciudad y del departamento, dejando sin funciones a los mandatarios locales. Hoy 9 de mayo la ciudad sigue militarizada, continúan los bloqueos en los puntos de acceso y los puntos de concentración siguen firmes, todos los días se organizan ollas comunitarias, se reciben y reparten donaciones de alimentos e implementos de primeros auxilios para los puntos más afectados, se organizan conciertos y actividades culturales durante el día y en la noche para acompañar a los compañeros de primera línea que son en su mayoría jóvenes.
APU: ¿Cómo evalúa la gestión económica por parte del Gobierno de Iván Duque?
E: Ahora más que nunca tenemos el derecho de manifestarnos en contra de todo lo que vulnera nuestra dignidad, y la desigualdad que hay en el país es enorme, por eso el paro continúa y eso implica seguir resistiendo contra las fuerzas militares que ahora gobiernan en las ciudades. Hay un pánico colectivo por la violencia que se ve en las calles, por el desabastecimiento y todo esto está manipulado por los medios de comunicación oficiales, que además no se manifiestan en las calles, no existe un cubrimiento institucional. Sólo hasta el miércoles de la semana pasada la ONU manifestó a nivel internacional lo que está ocurriendo en Colombia y se logró una reunión con DDHH para exponerles las cifras reales de muertos y desaparecidos desde el 28 de abril. El Comité del Paro va a iniciar un diálogo con el presidente y anuncia que una vez retirada oficialmente la reforma, el paro debe seguir, no se debe desactivar la movilización pues se está exigiendo mucho más que el retiro de la reforma. Exigimos la defensa de la producción nacional, matricula cero para las universidades públicas, el retiro del proyecto de reforma a la salud, una renta básica universal, detener las erradicaciones forzadas de cultivos ilícitos.
Duque ha puesto sobre la mesa la posibilidad de declarar el estado de conmoción interior lo que implica un control total sobre el territorio nacional en cuanto a circulación y residencia, permitirle a las fuerzas militares que ingresen a las casas con total libertad, establecer restricciones a la radio y televisión para divulgar informaciones, pronunciar decretos con rango de ley, suspender la vigencia de todas las normas que le sean incompatibles por un periodo no mayor a 90 días, prorrogable hasta por dos periodos iguales, entre otras. Una vez más esta decisión estará manipulada por el Centro Democrático partido que lidera Uribe, pues es sabido que la figura del presidente Duque no tiene peso político propio, y por ello también se habla de un aparente auto golpe de estado desde las FFMM y el Centro Democrático para anular las mínimas garantías democráticas actuales. Alertamos y hacemos un llamado a la comunidad internacional sobre el escalamiento del trato militar a la protesta ciudadana, y pedimos que dentro de los diálogos con el gobierno existan garantes internacionales.