México quiere que España pida perdón por la conquista
Por Nadia Mayorquín
En la semana en que se realizó el VIII Encuentro Internacional de la Lengua Española realizado en Córdoba, Argentina, el presidente Macri expresó que "gracias" a la colonización española hoy todos tenemos un mismo lenguaje en la región.
En respuesta a ese discurso, desde el Colegio de Graduados en Antropología afirmaron que nuestras sociedades latinoamericanas son "plurilingüísticas y pluriculturales", esta diversidad ha sido plenamente reconocida en las Reformas Constitucionales y en legislaciones que tuvieron lugar en la región a fines del siglo pasado. En Argentina se hablan al menos 15 lenguas indígenas diferentes.
Por otra parte, desde la ONU se ha declarado el 2019 como el año Internacional de las lenguas indígenas como forma de apoyar la vigencia y el reconocimiento de casi 600 idiomas indígenas en Latinoamérica que luchan ante la política de exterminio lingüístico de los Estados colonizados por un castellano que en la propia España ataca a los idiomas catalán, valenciano, gallego, eukera.
En ese contexto de debate sobre nuestra historia, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lanzó lo que el diario El País llamó “un desafío diplomático contra España”. El mandatario le envió una carta al rey Felipe VI en la que le insta a reconocer los atropellos que se cometieron durante la conquista y a pedir disculpas por ellos. López Obrador dice que el pedido de disculpas es la única vía posible de lograr una reconciliación plena entre ambos países.
Video: La conquista se hizo con la espada, dijo López Obrador (fuente: La Vanguardia)
México lanza así un desafío diplomático contra España por la conquista del país norteamericano hace 500 años. El Gobierno español rechazó en duros términos el pedido de AMLO: las autoridades europeas aseguraron que “lamentan profundamente” la publicación de la carta y que “rechaza con firmeza” el argumento de la misma.
El Ejecutivo español agregó que “reitera su disposición para trabajar conjuntamente con el Gobierno de México y continuar construyendo el marco apropiado para intensificar las relaciones de amistad y cooperación existentes entre nuestros dos países, que nos permita afrontar con una visión compartida los retos futuros”.
La presentación pública de disculpas es la vía que defiende López Obrador como la única forma posible de lograr una reconciliación plena. La carta, dirigida al Rey pero canalizada a través del Ministerio de Exteriores, abona la confrontación entre las autoridades españolas y mexicanas cuando se cumple el quinto centenario de la llegada a México del conquistador Hernán Cortés. Ese duro mensaje llega a Madrid apenas dos meses después de que el presidente, Pedro Sánchez, visitara oficialmente México.
En 2021, se celebrarán los 500 años de la caída de Tenochtitlán y los 200 años de la independencia de México. Pero ya este año el calendario obliga a recordar un acontecimiento algo incómodo: la llegada de Cortés con medio millar de hombres, que acabó con la victoria de los conquistadores españoles. El Gobierno de López Obrador sostiene que no se puede celebrar ninguna conmemoración sin ir antes a una reconciliación, por lo que quiere diseñar una hoja de ruta hasta ese año para convertir a 2021 como el año “de la gran reconciliación”, en palabras del presidente mexicano.
La disculpa que López Obrador le ha pedido al Rey, matizan las fuentes, no es por la conquista como concepto, sino por los delitos y vejaciones que se cometieron contra los pueblos nativos durante aquella época. En la redacción del texto, que según las fuentes mexicanas hace referencia a la reparación hacia los judíos sefardíes y a la experiencia española de memoria histórica, ha tenido una participación activa Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de López Obrador, a quien el presidente nombró coordinadora del Consejo Asesor Honorario de la iniciativa de Memoria Histórica y Cultural de México. En el vídeo en el que ambos aparecen recuerdan la primera batalla que tuvo Cortés con los mayas chontales: "La primera batalla de la llamada conquista o descubrimiento o encuentro de dos mundos, de dos culturas; lo cierto es que fue una invasión y se cometieron muchas arbitrariedades", incide López Obrador.
México, que en ningún caso ha pedido ni pedirá a España resarcimiento económico, según garantizan las fuentes consultadas, asegura que estaría dispuesto a tener la misma actitud crítica sobre las vejaciones cometidas por parte de los indígenas autóctonos contra los que se enfrentaron los conquistadores españoles, pero primero se deberán conocer qué atropellos están dispuestas a poner sobre la mesa las autoridades españolas. "Yo lo voy a hacer también [pedir perdón] porque después de la colonia hubo mucha represión a los pueblos originarios, fue lamentable lo que pasó con el exterminio a los yaquis o a los mayas", aseguró el mandatario en el vídeo.
En el Gobierno de López Obrador irrita, en cierta manera, la idea de que en España no haya una reflexión sobre lo ocurrido hace 500 años. “Es un emplazamiento que no se puede evadir”, asegura una de las fuentes. El Gobierno español, de hecho, ha evitado organizar ningún tipo de conmemoración. En un reciente encuentro con la prensa, el ministro de Cultura, José Guirao, admitió que la figura de Cortés “no es muy simpática en México” y se escudó en que el anterior Ejecutivo del PP no había dispuesto presupuesto para desvincularse de posibles actos oficiales de conmemoración.
En su lugar, el Ejecutivo de Sánchez se ha centrado en conmemorar una efeméride mucho más conciliadora con México: el 80º aniversario de la llegada de la diáspora republicana a ese país tras el fin de la Guerra Civil.
Por otra parte y no menos importante, María de Jesús Patricio Martínez, mejor conocida como Marichuy, la vocera del Congreso Nacional Indígena (CNI) que buscó una candidatura presidencial en 2018, consideró de modo crítico la exigencia de perdón del presidente de México. La líder indígena cuestionó, por ejemplo, la manera en que el Gobierno de México aprobó el proyecto del Tren Maya que se prevé construir en la Península de Yucatán.
La perspectiva de considerar la lengua española como un objeto único y homogeneizador ha demostrado a lo largo de más de 500 años en Latinoamérica ser causa de la invisibilización, el despojo y el desconocimiento de pueblos y sujetos indígenas en tanto partícipes plenos de los países latinoamericanos.