Arribas: complicado por Odebrecht, pero protegido por los medios y la Justicia
Por Juan Cruz Guido
El 11 de enero de 2017, el periodista Hugo Alconada Mon publicó en La Nación una contundente investigación realizada por el Instituto de Defensa Legal de Perú, que sindicaba a Gustavo Arribas, jefe de los servicios macrista, como uno de los nexos locales de Odebrecht. La información provenía de la delación premiada a la que se acogió Leonardo Meirelles, un lobbista del grupo brasileño.
Allí confesó haber realizado 4.800 operaciones, entre 2009 y 2014, a lo largo del continente con el fin de pagar sobornos y gestiones espurias. En ese contexto se inscriben las cinco transferencias por 594.518 dólares a Arribas. La operatoria se realizó a través de RFY Import & Export Limited, la empresa fantasma radicada en Hong Kong creada por Meirelles con el objetivo de pagar coimas.
Luego de que la investigación avanzara en la justicia traccionada por un requerimiento del fiscal federal Federico Delgado, Alconada Mon se presentó a declarar ante el juez interviniente Rodolfo Canicoba Corral. Allí el periodista, que fue corrido de la cobertura por el matutino, aseguró que funcionarios del actual gobierno le comentaron que los giros "podrían haber sido abonados por Odebrecht por tareas de lobby". Ante la indagación del magistrado sobre los nombres de los mismos, el periodista se amparó en el “secreto profesional”. De esta manera, queda asentada la relación que existía entre el ex escribano de SOCMA y la constructora brasilera. Arribas, que vivía en San Pablo mientras se dedicaba a transacciones de jugadores en maniobras financieras vía paraísos fiscales, operó como contacto en la city paulista.
A raíz de informes de la cuestionada Unidad de Información Financiera y un técnico del Banco Central, ambos funcionarios del actual gobierno, el juez federal Canicoba Corral hizo a lugar al pedido de la defensa de “falta de acción”, sobreseyendo a Gustavo Arriba y enviando su causa a archivo. Lejos de estar por finalizada la investigación, Canicoba Corral aprovechó los golpes que la Cámara Federal le venía propiciando al fiscal Delgado por su supuesta elevación a juicio sin pruebas relevantes de la causa “Time Warp” y su actuación en el expediente que investigaba las cuentas del presidente Macri, que también naufrago a partir de la resolución de Cámara. La Sala II, encargada de revisar los fallos del juzgado de Casanello donde Delgado actúa, está conformada por Eduardo Farah, Martín Irurzun y Horacio Cottani. Ese último se encuentra de licencia con lo cual los votos son de los dos jueces anteriores, que de todas maneras siempre votan en bloque. En ese sentido han sido muy duros con el fiscal que investiga la corrupción del gobierno de Mauricio Macri.
Luego del cierre de la investigación por parte de Canicoba arguyendo que en su requerimiento el fiscal no había tipificado el delito (situación que cualquier persona vincula a Comodoro Py rechaza, ya que la tipificación puede surgir de las pruebas requeridas), Delgado apeló ante la Cámara pero no fue acompañado por el fiscal ante el tribunal Germán Moldes. A pesar de que había fuerte indicios para respaldar la apelación, Moldes, un fiscal vinculado al gobierno y promotor de la marcha de fiscales luego de la muerte de Alberto Nisman, desistió de acompañar decretando el cierre definitivo de la causa.
Para sopresa de muchos, y en un gran acto de valentía, el fiscal de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas, Sergio Rodríguez, presentó un recurso de queja ante la Cámara de Casación Penal Federal para que se revise lo actuado. De esta manera, se abría la posibilidad de que se pudiera retomar la pesquisa. Por otro lado, el fiscal Delgado en otra excelente maniobra para evitar la impunidad, le requirió a Casanello una videoconferencia con Meirelles en un expediente que indaga sobre sobornos pagados por la constructora Odebrecht en la Argentina, y en particular en una planta potabilizadora en Tigre, dependiente de AYSA. De este modo, Delgado logró interrogar, junto con Rodríguez, al cambista de Odebrecht encargado de realizar, como volvió a confirmar en la entrevista, los pagos espurios. Ante las preguntas amplias, teniendo en cuenta la causa por la cual estaba declarando, Meirelles recordó el nombre de Arribas como su contacto en la Argentina, asegurando que, en realidad, fueron 10 transferencias por un monto total de 850 mil dólares. Ante la pregunta de si le constaba que el titular de la AFI hubiera recibido los pagos, el “doleiro” ironizó sobre que nunca recibió reclamos y le recomendó a la Justicia argentina solicitar vía exhorto toda la documentación que entregó a la justicia brasilera, en el marco de su régimen de delación premiada. Gracias a esta declaración se ejercerá una presión importante a la Cámara de Casación, a la que ayer Macri sumó un nuevo integrante por decreto, para que revise el apresurado fallo de Canicoba Corral.
Con todo, resulta evidente el cerco mediático que se cierne sobre el funcionario preferido de Mauricio Macri. Dicha situación se explica en base a la amistad que existe entre el presidente y el director de la AFI. Luego de su regreso de Brasil para asumir como jefe de los servicios, Arribas se mudó al departamento de Barrio Parque que Mauricio Macri habitara hasta su traslado a la Quinta de Olivos. En la defensa ante el Senado de sus cuestionados pliegos por la falta de experiencia en el cargo, el presidente de la Cámara, Federico Pinedo, aseguró la confianza, basada en la amistad, que mantiene con el presidente. Lealtad que por cierto fue pactada en el aspecto comercial desde sus años en el club Boca Juniors, donde se lo llegó a referir a Arribas como testaferro del mismo Macri en las transacciones de futbolistas. Dicha maniobras incluían triangulaciones donde se transferían los derechos del jugador a un club ignoto y luego se lo revendía al verdadero comprador, generalmente un club de Europa. Mario Cafiero, denunciante en aquel momento de la venta del pase de Carlos Tevez a un grupo empresario vinculado a la mafia rusa, explicó el procedimiento en una entrevista con AGENCIA PACO URONDO. En ese sentido también se expresaba el periodista de investigación Javier Llorens que ante la consulta de este medio sobre la situación de Arribas y su vínculo con el presidente aseguraba que “Arribas es una persona estrictamente fiel a Mauricio Macri, por eso lo puso ahí. Pero esa lealtad proviene indudablemente de actividades non sanctas, donde se pactan las verdaderas lealtades.”
El silencio de los grandes medios de comunicación también se explica por el poder que hoy ejerce Gustavo Arribas. Una de las medidas que estableció Mauricio Macri cuando lo nombró de forma provisoria vía decreto al frente de la ex SIDE, fue devolverle los fondos reservados al organismo de inteligencia. Esa decisión significó un gran retroceso en materia transparencia institucional ya que esos fondos, que no pueden ser fiscalizados ni revisados por ningún órgano del Estado, se utilizaron históricamente para financiar operaciones políticas y judiciales que incluían los famosos sobres a las redacciones de los diarios que hoy intentar ocultar el escándalo de Arribas y su relación con el Lava Jato, investigación que destapó la mayor red de corrupción empresarial-estatal del continente.
Ahora resta esperar la resolución de recurso de queja ante la Cámara de Casación. De todas maneras, la vinculación directa que hizo Meirelles con Arribas abre la posibilidad de imputarlo en la causa referida previamente como conexión en Brasil del entramado de coimas que el conglomerado brasilero pagó en la Argentina. En última instancia, esta nueva declaración, ya sí de manera oficial, limita los deseos del amigo del presidente para garantizar impunidad a sus delitos de guante blanco.