Bahía Blanca: todo listo para una victoria épica
Por José Cornejo Pérez*
El gran puerto del sur bonaerense no fue una excepción en el aluvión amarillo. Héctor Gay, ex periodista de La Nueva Provincia fue electo intendente. Los resultados a nivel municipal fueron contundentes a favor de Cambiemos: 43% a 35% en 2015, aún peor en 2017: 49% a 19%.
Las elecciones de 2019 también se anunciaban nubosas. Hasta último momento y en espejo con Sergio Massa, no se sabía qué haría Marcelo Feliú. Este concejal y ex legislador provincial representa quizás la mitad del voto peronista de Bahía. Las especulaciones de La Brújula enturbiaban aún más las expectativas.
Esto sumado al historial era suficiente para dar por terminadas las expectativas del Frente de Todos. Sin embargo, el cierre de candidatos y candidatas del peronismo / kirchnerismo fue destacable. Algo para mostrar a otras secciones electorales.
El primero punto era la unidad, o cómo contener a Feliú. Conciente de su capital, este actor local cuenta además con sus propias terminales en el Instituto Patria, donde se confeccionaron las listas. Claro que el ex randazzista cargaba con sus propias presiones: el 10 de diciembre finaliza el mandato de cinco concejales que le responden y sostienen su estructura política. Además, el candidato a intendente del Frente de Todos Federico Susbielles ya le había advertido sobre su responsabilidad en la eventual victoria o derrota.
El segundo punto, la contención de los intendentes del interior de la Sexta Sección electoral, cuya cabecera es Bahía Blanca. Se trata de una enorme porción al sur de la provincia de Buenos Aires, que incluye 22 partidos. Entre Patagones (frente a Viedma, la capital rionegrina) y Pellegrini hay 600 kilómetros por ruta 3 y 33. Históricamente, la representación de este hinterland era monopolizado por el alcalde saavedrense (con cabecera en Pigüé), Hugo Corvatta. El enojo de los intendentes con el pigüense se debía a las sospechosas votaciones de la diputada local Marisol Merquel, y la obra pública que llegaba solamente a ese distrito.
La Cámpora local, con apoyo férreo desde el Patria, estuvo a cargo de las candidaturas e ingenió una alquimia sorprendente. Primero, bloqueó el arribo de postulantes paracaidistas. Este 10 de diciembre finaliza su mandato como senador seccional el santafesino (!) Juan Manuel Pignocco. Segundo, saldó la discusión del interior bahiense a favor de los intendentes críticos con Corvatta. El primer senador será Alfredo “Pichi” Fisher, intendente de Laprida. Segunda, la militante de base de La Cámpora Ayelén Durán, con pergaminos en Derechos Humanos y feminismo. Otro ejemplo para ser imitado por las demás fuerzas políticas. Tercero, y quizás lo más interesante, es que Feliú aceptó ser el tercer candidato a senador. En las últimas elecciones la Sexta colocó dos senadores. Feliú deberá traccionar todo su potencial para entrar.
A nivel local, el armado de concejales quedó en manos del propio Susbielles. Encabeza Luis “Luli” Calderaro, un abogado peronista de larga tradición en la ciudad, vinculado al circuito académico. Luego Lucía Martínez Zara, la candidata con mejor imagen del alicaído justicialismo local. Tercero, Pablo Rosenfelt (del sector de Feliú) y cuarta Analía López, del gremio de los docentes privados SADOP. Seguramente se podría haber mejorado el protagonismo del sector sindical, algo que podrá ser corregido desde la gestión.
Total que si se suman las fracciones del peronismo expresadas en 2017, las chances son alentadoras. Si el campo popular puede triunfar en Bahía Blanca, ¿qué puede ocurrir a nivel nacional? Si ocurre, un verdadero batacazo.
* Director Agencia Paco Urondo.