Bahía Blanca: voces contra la visita de Macri

Por Diego Kenis

Con el antecedente fresco de la visita de la gobernadora María Eugenia Vidal, los vecinos de Bahía Blanca se preguntan por estas horas hasta dónde llegarán ahora las vallas que ese 11 de abril cerraron su principal plaza y configuraron un escenario nunca antes visto en un aniversario bahiense: este miércoles 13, será el propio presidente Mauricio Macri quien viajará a la ciudad que gobierna el PRO a través de Héctor Gay (foto, en campaña junto a Vidal y Macri), un recién llegado a la política que por tres décadas ofició como el principal editorialista radial de Vicente Massot y el 25 de mayo, en uno de sus primeros discursos públicos, habló de “enemigos de adentro, sin patria ni bandera” y “subversión”.

El viaje de Macri a Bahía Blanca es coincidente con las múltiples puestas en escena que pretenden decorar la buena nueva del segundo semestre. El mandatario inaugurará una planta de la empresa Dreyfus en Puerto Galván, una inversión que forma parte de aquellas que se efectuaron antes del 10 de diciembre pero el oficialismo busca presentar como producto de gestiones propias.

La llegada de Macri a Bahía Blanca buscará además acercar oxígeno al intendente local, muy cuestionado últimamente por la caída en la actividad económica, el incumplimiento del “shock de asfalto” que prometió en campaña y negó luego (“Hablé de necesidad de shock de asfalto, nunca prometí hacerlo”, dijo, créase o no) y por las millonarias cifras que destinó a la contratación de “asesores”, algunos expresamente destinados a tareas de espía de las redes sociales, mientras prometía reducir la planta de funcionarios políticos y reducía la categoría de trabajadores municipales. Quizá alguno de esos asesores haya recomendado al intendente la solución que adoptó para el problema del pésimo estado de las calles: el Municipio dejó de exigir la Verificación Técnica Vehicular (VTV), que garantiza requisitos mínimos para la seguridad vial.

Rechazos y repudios

Las muestras de rechazo y repudio a la visita presidencial no se hicieron esperar. En la noche del lunes, la regional bahiense de H.I.J.O.S. emitió un comunicado en que manifiesta su “rechazo enérgico a su gestión, especialmente en políticas de derechos humanos” y lo contrapone con el escenario previo de respuestas “a décadas de exigencias por parte de los organismos y la sociedad en su conjunto, fortaleciendo de esta manera la democracia y sus instituciones”. “En este corto pero nefasto tiempo de su gobierno, hemos visto cómo han sido avasallados, muchos de esos derechos conquistados y políticas establecidas a las que supo llamar ‘Curro’”, marcaron desde H.I.J.O.S.

El documento recuerda la persecución a militantes como Milagro Sala, el desmantelamiento de programas de asistencia a los juicios por delitos de lesa humanidad, el “nulo interés” del Estado ante estos procesos, las reuniones de funcionarios de gobierno con familiares de represores, el intento de volver a instalar la teoría “de los dos demonios” y de desprestigiar a los organismos de derechos humanos “al decir que el número de 30 mil (desaparecidos) fue arreglado en una mesa” y la reciente “inmoralidad de permitir que marchen genocidas y carapintadas en el desfile patrio en Tucumán y Buenos Aires, en clara afrenta a los que valoramos la democracia”.

Por su parte, la regional de la Confederación General del Trabajo (CGT) repudió “el desprecio empresario y presidencial por los trabajadores manifestado en la ausencia del Movimiento Obrero Organizado y la UOCRA, en particular, en el acto de inauguración de la planta de Dreyfus en Puerto Galván”.

El documento fue firmado por el secretario general de la regional, Humberto Monteros, y comienza con una pregunta a la usanza de la de Bertolt Brecht respecto de Tebas y sus siete puertas: “¿Quién construyó la planta que Macri va a inaugurar?”, se pregunta.

“Las instalaciones que el presidente Macri va a inaugurar este miércoles, no son producto de la alegría, del ‘sinceramiento’ o mera sublimación del ‘sí, se puede’”, sino que “fue levantada con las manos, el sudor y la sangre de los trabajadores”, responde el comunicado, que recuerda que “un 24 de marzo –otro luto para una fecha fatídica- de 2011, el compañero César Benítez perdió la vida allí, sepultado bajo toneladas de barro”.

“Toda burda gestualidad conciliatoria, o decididamente claudicante, se ha consumado en sólo seis meses. La única ‘brecha’ que no les interesa siquiera acortar es la que separa sus intenciones de las del pueblo argentino, especialmente los trabajadores”, enfatiza el documento, que advierte al presidente que “este Movimiento Obrero no olvida, confunde ni claudica” y que “la Patria sólo se realiza cuando los que la hacemos cada día somos los verdaderos protagonistas”.