Fallos electorales de la Corte: “Es la política sin poder frente a las corporaciones”
APU Stream, el programa de la Agencia Paco Urondo que sale los sábados de 11 a 13 hs por el canal de Youtube y Twitch de Gelatina, dialogó con Matías Colombatti. El periodista analizó diversos temas de la actualidad de la política nacional. El fallo de la Corte Suprema suspendiendo elecciones, la complicidad con algunos sectores y la falta de reacción de otros.
Agencia Paco Urondo: ¿Qué análisis hace de la decisión de la Corte Suprema para con las elecciones de San Juan y de Tucumán y, sobre todo, las diversas reacciones posteriores?
Matías Colombatti: Más allá de las discusiones constitucionales, es una decisión político-partidaria de la Corte que le quita al peronismo dos triunfos en un domingo que iba a tener varios. La Corte está jugando, tal como dijo Patricia Bullrich, en línea con los intereses de la oposición. Eso está bastante claro, pero hay que empezar a aclarar las obviedades en este país.
La determinación a cinco días, que según Eduardo Feinmann alguien lo llamó a Horacio Rosatti, marca también la impotencia del poder político del Frente de Todos (FDT) pero del peronismo en general de frenar este tipo de maniobras. En líneas generales, hoy veo a la política y al peronismo sin capacidad de intervenir en su favor en las disputas de poder. Se vio con la Corte pero se ve en todas las cuestiones en debate hoy en día en el país.
APU: Las respuestas fueron medio flojas en líneas generales, sobre enumerar proyectos de ley que no pudiste aprobar como hizo Alberto Fernández por cadena nacional.
MC: No sé qué se espera ya de Alberto. Es un presidente sin poder y ya lo era desde hace rato. No sólo por su responsabilidad sino que lo fueron vaciando. De eso se tiene que hacer cargo casi todo el FDT. En parte por características personales y propias de Alberto, de no haberlo ejercido cuando pudo, pero hoy tenes un presidente en salida y sin poder sin que sea el único responsable.
No es Alberto, es el FDT, el peronismo, la política sin poder frente a las corporaciones. No sólo la judicial sino también la económica. De todas formas, algo para destacar es la convocatoria a movilizar, que es otro factor del des-poder: la falta de movilización popular. Lo dice, pero ¿quién va a salir a la calle convocado por Alberto? Nunca tuvo esa mística de convocar masas. Es claro que sin movilizar esto no se destraba, seguimos perdiendo y lo está diciendo. Eso es central.
APU: Cristina ya lo había planteado en su momento. No venían por ella sino por el peronismo. Parecía que la agenda judicial nunca terminaba de calar en el FDT. ¿Hoy hay resto para que abroquele a la gente y al peronismo?
MC: Creo que no, sí que tiene impacto en la realidad cotidiana, que era una discusión en su momento. También es cierto que con muy problemas urgentes, como la inflación, es más difícil que convoque masas a las calles.
A lo que marcaba Cristina, se le sumó el componente de Rosatti frente al lobby estadounidense en la Argentina hablando de emisión monetaria y el sistema capitalista según la constitución. Ellos mismos están hablando de cuestiones que hacen a la realidad cotidiana. Por lo tanto, sí tiene impacto, pero no genera ganas de salir a la calle. Nadie sabe cómo es la cara de Rosatti.
Ahora, se intentó. Hubo marchas, se fue a Tribunales. No se pudo, evidentemente, y eso ellos lo observan y tienen capacidad y voluntad de intervenir de esta forma. Tienen resto y lo van a seguir haciendo. Quienes decían que Cristina no se presenta porque la Corte la baja tienen acá un argumento a favor y que, además, es así. Ahora, la pregunta es cómo se destraba. En general, es un partido que la política viene perdiendo y corriendo siempre detrás. El fallo de la Corte los sorprendió, a todos.
APU: Con la historia que hay y los recursos ya interpuestos, no esperaban que esto pase. Ni los gobernadores ni Alberto hicieron otra cosa que acatar.
MC: Más allá de casos puntuales, habla de la impotencia de la política de hoy y lo derrotada que está como herramienta. Eso es lo que me alarma. Para quienes creemos en un Estado que participe, hoy lo vemos impotente. No puede ni queriendo. Es muy impactante lo que está pasando.
APU: Todo esto pone cada vez más expectativa en las próximas apariciones de Cristina.
MC: Siempre, es un lugar que se ha ganado. El tema es que empieza a parecer que ni Cristina tiene cómo resolver esto. Empezamos a ver que la principal líder política popular y referencia del país en las últimas intervenciones también viene comentando. ¿Por qué? Porque no sé si alguien tiene cómo destrabar esto y ella lo viene diciendo hace rato. Le viene diciendo hace rato al poder económico, sobre todo desde que puso Alberto, de acordar.
Del otro lado no hay intención de establecer una tregua. Esta semana quedó clarísimo pero ya viene hace rato así. Están por más, porque ven que pueden, y así con todo. El tema es cómo y quién moviliza algo. Estamos en un momento en que la política está únicamente atravesada por pasiones. Sólo es pasional, no importan los argumentos ni la verdad sino quien hace más fuerza. Por eso están todos esperando a Cristina, que ya dijo qué iba a hacer, varias veces. Me parece que la lectura es que hoy no está pudiendo, por eso pide colaboración, pide que hagan algo.
APU: En el caso del 2x1 a los genocidas hubo movilizaciones masivas, lo que hoy no está pasando.
MC: Es Rosatti pero es todo. Los formadores de precios están en esa también. La guerra, sequia, todo lo que quieras, pero están diciendo que hay que subirlos. Total no pasa nada. El poder económico no está encontrando en la política un rival que les diga hasta dónde. Además, en parte de ella encuentra aliados. El partido está disparejo, cancha inclinada y la gente te putea, pero nadie se hace cargo. Alguien que haga algo.
APU: Nadie está proponiendo nada, más allá de poder perder.
MC: No hay capacidad movilizatoria ni siquiera para los que lo están intentando. Tampoco es que se gana sólo en las calles. Hay una parálisis que viene desde la pandemia y después porque no convenía, siempre estando a la expectativa. Es el peronismo a la expectativa. Nunca es el momento. El 18 de mayo la calle va a estar explotada por las organizaciones sociales de izquierda y peronistas juntas en la calle. Por lo menos, en ese sector, reivindicar lo propio que es que paren de ajustarlos. Están todos mirando fechas, es un calendario eterno.
APU: Por otro lado, Sergio Massa pidió que no haya PASO y algunos sectores del kirchnerismo salieron a respaldarlo. Cada vez más parece que, después de que se habían subido a esa idea, empieza a mermar y que van a ir por un candidato de unidad. ¿Cree que el peronismo, en el caso de que no se presente Cristina, puede bancarse ese tipo de candidaturas?
MC: Creo que la propia Cristina está fomentando que el candidato de consenso sea Massa. Lo viene trabajando, hay una alianza estratégica. Massa está donde está producto de la voluntad de ella y hasta ahora el paso por el Ministerio de Economía no tuvo grandes críticas desde el kirchnerismo. Sí al Fondo, al ajuste que pide pero que implementa Massa, a los formadores de precios. En ese camino, de respaldar su gestión económica a pesar de poco resultado para mostrar, hay evidentemente en la voluntad de Cristina intención de una candidatura consensuada o sintetizada no sé si en Massa sino también en alguien más. Tal vez Massa no es la síntesis sino la fórmula. Quizás viene con un o una vice más digerible para esos sectores.
Sí es claro que Massa dejó de negar una candidatura y la ató a dos variables, familiar y que sea sin PASO. La primera es una carta por si no funciona, pero lo que no te está dejando es la inflación, la renegociación con el Fondo y la falta de dólares, son desafíos más que personales. Me parece que hay bastantes señales de que Cristina no va, no sólo porque lo dijo miles de veces sino porque empieza a haber una construcción de un octubre muy distinto. Por ejemplo, el análisis de Axel Kicillof de un posible desdoblamiento y la decisión de Alicia Kirchner en Santa Cruz. Eso es Cristina diciendo que no va a estar. Sí políticamente pero no en la boleta, como lo viene diciendo hace tiempo.
APU: Ya algunos se empezaron a bajar de ese operativo clamor.
MC: Sí, a excepción de esa movida del Grupo Indalo que salió a decir que era candidata. Muy cerca de Cristina ni se lo tomaron en serio. Nadie sabía de qué hablaban. Yo no sé si Massa sintetiza, si es PASO o si es consenso, lo que está claro es que hay un sector del FDT que ve la elección perdida y está trabajando en base a ello para empezar a preparar estrategias para la derrota lo que te lleva a la derrota. Hay más que señales, son concretas, de un octubre sin Cristina. No sé si eso es perder, todo es muy dinámico, pero hay que prepararse para otras estrategias.
APU: El fenómeno Javier Milei, hasta el momento, en las provincias no fue tal. ¿Qué opinión le merece el caso?
MC: Sí, creo que va a haber que esperar a las PASO a ver si funciona o no y siempre atado a lo que dicen las encuestas, que ya sabemos cómo son. Hay sectores de la política que empezaron a ver que ese fenómeno era real, y no que sólo era de los medios o que lo habían inflado, que también sucede desde hace muchos años.
Muchos dijeron que Cristina en La Plata lo “subió al ring”. Ya es un jugador en realidad, hace rato. Es una preocupación real, hablas con dirigentes políticos nacionales, provinciales y municipales y te dicen que hay gente que quiere votarlo. ¿Qué representa eso? La lectura generalizada creo que es la correcta, que capitaliza la bronca, frustración y enojo. Lo que en algún momento fue el “voto bronca” o el “yo no voto a nadie”.
¿Cuánto va a aparecer luego en las urnas? No lo sé. ¿Cuánto de las PASO llegará a octubre? Es otra discusión. Una lectura, incluso en Juntos por el Cambio, es que le va a ir bien en las Primarias pero que cuando hay que definir es entre las dos grandes coaliciones. Nadie lo ve como un futuro presidente seriamente pero sí como un voto que hay que entender que no es sólo pibes libertarios de redes sociales.
APU: Al peronismo no le ha ido bien fingiendo y negando la existencia de diversos fenómenos.
MC: Sí, creo que va a hacer una buena elección en términos de números. Más allá de si llega o no a ser presidente, es el ordenador del debate político. Por parecerse o desmarcarse, hoy gira en torno a Milei la discusión tanto por parte del FDT como de Juntos por el Cambio. Puede ser para diferenciarse o para marcar que también sos una opción para quienes lo votan.
APU: Una de las especulaciones es que, dadas las internas en las otras coaliciones, sea el ganador en las PASO. ¿Qué impacto posterior podría tener?
MC: Sería una foto terrible y probable. Es una evidencia más, como decíamos al principio, de la frustración de la política frente a las cosas. El fenómeno es también la política sin ofrecerle a la gente posibilidades de mejorar. Gente que está harta y lo va a votar, también se observa quienes no están de acuerdo con todo pero sostienen el voto. Hace muchos años que la política no ofrece nada.
Más que nunca hoy la política está atravesada por pasiones. El voto es muy pasional, siempre lo fue. Milei es pasional, ya no importa qué dice sino el modo, qué representa y cómo está canalizando una frustración, bronca y enojo. ¿Alguien en el FDT piensa hacer lo mismo y canalizar pasiones?
APU: Hace mucho a nivel nacional que no pasa. Hay puntos con la candidatura, por ejemplo, de Francisco De Narváez o en algún momento de Massa y el hecho de tomar temas que la política estaba dejando de lado.
MC: Más que enojarse con el fenómeno, tratar de interpretarlo, comprenderlo y saber que hay mucho voto de base social peronista. No es Recoleta enojada con el Estado y la intervención de la AFIP sino gente que necesita que alguien la represente. ¿Quién la va a representar? Hay ahí trabajo por hacer, no está cerrado todavía a nivel nacional.
Una vez que se sepan los candidatos se puede trabajar más fácilmente o con más herramientas, pero que lo adviertan y hagan rápido. El fenómeno en la base social peronista empieza a ser real y a extenderse. Hay tiempo, no creo en ese efecto generalizado en la política de que ya se perdió. Es un país dinámico el nuestro. Es una realidad sobre la que se puede trabajar, hay mucho comentarista.
APU: Ahí cobra importancia, como dijo Guillermo Moreno, lo que los bordes tienen para decir.
MC: Hay también problemas muy sensibles y reales que hay que resolver más allá de quien sea el candidato. Hay un montón de urgencias, como renegociar con el Fondo y la falta de dólares, y falta mucho para el próximo presidente. Intentemos que le quede país cuando asuma. Hay tiempo y recursos, hay con qué.
APU: Por último, también están en discusión las candidaturas en Juntos por el Cambio. ¿Van a llegar con internas a las PASO?
MC: Lo que está claro es que Patricia Bullrich representa y canaliza en parte ese voto frustrado. Por algo se está tirando siempre centros con Milei. Si las encuestas son reales, no hay muchas en las que Horacio Rodríguez Larreta le esté ganando. Después hay que ver el día de la votación y los territorios, con el accionar de los intendentes no sólo de la provincia de Buenos Aires sino de otras donde la figura de Bullrich ha crecido.
Me da la sensación que, más allá de la capacidad de Larreta para administrar alianzas, se lo están comiendo. Hoy el comentario es que Bullrich le gana. Insisto, falta mucho y en el medio pueden ocurrir un montón de cosas, pero parece más estable en intención de voto. A diferencia de ella, Larreta tiene mucho más recurso económico y capacidad de lobby. El dato más importante, más allá de quien arregla, es de qué lado está Mauricio Macri y está con Bullrich. No es joda, Macri administra poderes de verdad y es un dato relevante.