Geopolítica productiva: las inversiones de China y las presiones de Estados Unidos
El loteo horizontal que acordó el Frente de Todos de las distintas áreas del Estado, incluyendo las embajadas, siempre parece estar al borde de romperse -y son varias las veces que debió reacomodarse desde diciembre 2019-. En materia internacional, en general ha sostenido un cuidado equilibrio entre el rol de Argentina en América Latina, las relaciones bilaterales con las potencias y la política de derechos humanos. Sin embargo, ante un contexto de urgente necesidad de dólares, la disputa siempre latente vuelve a cobrar notoriedad pública por diversos proyectos productivos que se barajan.
Hace apenas cuatro meses el senador nacional Oscar Parrilli presentaba una nota en la Comisión Unicameral de Minería, Energía y Combustible solicitando que se cite a Gustavo Béliz, en ese entonces secretario de Asuntos Estratégicos de la Nación, para que informe sobre el estado de situación de diversos programas de infraestructura, la mayoría vinculados a algún tipo de acuerdo con China -incluidos en la nueva Ruta de la Seda o en el Diálogo Estratégico para la Cooperación y Coordinación Económica- y a la desconfianza de autoridades o figuras asociadas a Estados Unidos, entre ellas el propio Béliz.
Hoy algunos nombres cambiaron y la estructura del Ejecutivo se modificó. Primero fue Silvina Batakis, durante su corto paso por la cartera de Economía, quien buscó disputarle la “lapicera” a la Secretaría de Béliz, a cargo de negociar y aprobar el detalle de los créditos multilaterales y con organismos internacionales. Fue uno de los pedidos expresos de Sergio Massa para asumir, lo que provocó la renuncia del ex ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación al comienzo de la presidencia de Néstor Kirchner. Cabe mencionar que esa potestad históricamente dependía de Economía, pero Alberto Fernández decidió priorizar a Béliz por su relación con los organismos -incluyendo el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), al que se postuló pero finalmente no consiguió los apoyos suficientes-.
Los proyectos en cuestión, con distintos nivel de desarrollo y en diverso estado de negociación, son los siguientes: la Central Nuclear Atucha III, las represas Chihuido I, Jorge Cepernic y Néstor Kirchner, el proyecto AMBA I de reforzamiento energético, la Central Térmica Manuel Belgrano II y el proyecto del reactor Carem. Massa buscará acelerar el flujo de divisas, imprimiendo celeridad a los procedimientos restantes en cada caso, si bien sostendrá parte del equipo de Béliz, a quien se lo señalaba por ponerles un freno.
De las iniciativas destacadas, la represa Chihuido I no tiene relación directa con China, pero sí con uno de sus competidores en la región: Alemania. Es una obra central para el Río Neuquén y fue el motivo del reclamo inicial de Parrilli. La Unión Transitoria de Empresas (UTE) que ganó la licitación está encabezada por la constructora de Eduardo Eurnekian, uno de los vínculos en el empresariado local de Sergio Massa. La traba pasa por el porcentaje de financiación y un posible cambio de titularidad, que convertiría a la UTE en una subsidiaria, lo que sería ilegal.
El pragmatismo de Massa pero las mismas disputas
Durante su conferencia de asunción Sergio Massa no mencionó a China como destino en su gira en búsqueda de divisas. Nombró primero a Estados Unidos, lo que no era sorpresa para nadie, pero también habló del litio, donde el gigante asiático ya es un gran jugador en el tablero mundial. Está el problema de la autonomía provincial sobre los recursos, pero también están la Mesa y el Triángulo del Litio -Catamarca, Jujuy, Salta y Nación, y Argentina, Bolivia y Chile, respectivamente-. Hay diferencias en cuanto al esquema productivo, pero existe la opción de regionalizar para fijar el precio para el mundo.
La importancia de esa iniciativa radica en cambiar las partes de la negociación. Hoy los mandatarios provinciales, con tal de generar ingresos, pueden hasta regalar el recurso. De hecho, Catamarca y Jujuy explotan una planta cada una y, si bien todavía no produce, Salta tiene diversos proyectos en marcha. En este baile en particular nos encontramos tanto con Flavia Royón, que pasó de la Secretaría de Energía salteña a la nacional, como con José Luis Manzano, con inversiones en las dos provincias restantes, y con Gerardo Morales, el gobernador jujeño de vínculo conocido con el titular del Frente Renovador.
El Triángulo del Litio es la principal reserva del recurso a nivel mundial y de interés a su vez para Estados Unidos que, hasta el momento, sólo agita fantasmas sobre los riesgos del rol y el aporte chino en la región. Acá es donde el pragmatismo del tigrense deberá valer, avanzando por ambos senderos. Si arregló con Mauricio Claver-Carone, presidente del BID, después de su sobreactuada reacción, también le dio luz verde a otro trabajador hormiga en esta ecuación que es Sabino Vaca Narvaja, embajador argentino en Beijing y principal interlocutor en la agenda bilateral. Un nuevo viaje a Asia todavía espera fecha, en medio de las gestiones del diplomático para seguir aumentando las exportaciones nacionales.
Si la relación de Massa con Estados Unidos es más conocida, por sus vínculos empresariales, su admiración por Rudolph Giuliani -ex alcalde de Nueva York y emblema de las “políticas de mano dura”-, y hasta por las cenas con Bill Clinton, la contraparte china no es menos importante. El diálogo se mantuvo a lo largo de los años y fue clave para el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, primer respaldo político pesado a nivel internacional que tuvo nuestro país -y que se replicó en el deseo argentino de ser parte del BRICS-. Lo cierto es que la balanza comercial con China es deficitaria, a diferencia de otros países de América Latina, y aún tiene mucho potencial de desarrollo para alcanzar un mejor equilibrio, además de lo que significa el mecanismo de swap para el Banco Central.
Al escenario complejo, en las últimas semanas se agregaron las tensiones entre Estados Unidos y China a raíz de la visita de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, a Taiwán y el despliegue militar asiático como respuesta. En el plano de la política local, a la calificación como “provocación” por parte de Vaca Narvaja, le siguió un llamado del canciller Santiago Cafiero a “desescalar conflictos”. Lo cierto es que nuestro país, al igual que gran parte de la comunidad internacional -a excepción de sólo catorce países-, coincide en la posición de una sola China. Igual de cierto es que Zou Xiaoli, representante de la potencia asiática en Buenos Aires, sigue mostrándose en sintonía con la voluntad de equilibrar balanzas comerciales, invertir en proyectos productivos y fortalecer los vínculos bilaterales. Massa, el Frente de Todos y Argentina siguen transitando un fino equilibrio en materia de relaciones internacionales.