José Cornejo: “Con un candidato moderado, el peronismo está a la puerta de la peor elección de su historia”

José Cornejo, director de Agencia Paco Urondo y titular de la cátedra Géneros y Formatos de FPYCS-UNLP, se refirió a la renuncia del presidente Alberto Fernández a presentarse como candidato en los próximos comicios e ir por la reelección.

Agencia Paco Urondo: El presidente, a través de un video en Twitter, anunció que no va a ser candidato, que va a trabajar en resolver los problemas económicos del país y a trabajar en organizar las primarias en el Frente de Todos ¿Qué valoración hacés?

José Cornejo: Es la noticia del día, todos los televisores están con eso. ¿Por qué es el tema de agenda? Que un presidente en gestión decida no presentarse a renovar no tiene antecedentes en la política argentina. Sería tramposo compararlo con las experiencias anteriores al 83, pero si incluyéramos esos procesos, también vale. De ahí salen muchas lecturas. La primera es que la gestión del Frente de Todos a cargo de Alberto Fernández está muy por debajo de las expectativas de sus votantes. Me parece que es un reconocimiento a los límites de la gestión. Es, con suerte, modesta. Esto se vincula con un tema que la ha afectado: el presidente y muchos dirigentes del FDT reconocen que ha sido una gestión principalmente marcada por la herencia calamitosa en términos de deuda de la administración de Mauricio Macri que los ha dejado, casi, atados de pies y manos.

Y para ser justos, es un gobierno al que le ha tocado desafíos sin antecedentes en Argentina, como la pandemia, la guerra en Ucrania que distorsionó los precios y nos dejó vulnerables con el tema de la energía, y la sequía que afectó fuertemente el ingreso de divisas. Estas dos cosas, ya de por sí, explicaría por qué el presidente no quiere renovar su mandato. Este renunciamiento, al final de todo este duro recorrido que fui haciendo, es festejable. Porque es un acto de transparencia.

APU: Pero…

J.C.: Por si esto fuera poco, un sector amplio de la principal proporción de los integrantes del Frente le reclamaba hacía mucho a Alberto Fernández que anunciara que no se iba a presentar como candidato porque, entre otras cosas, era imposible que gane una elección. ¿Cuál es la sensación de esta mayoría kirchnerista? Que tardó mucho, se perdió un tiempo crítico y eso fue funcional a la confusión de las internas del Frente de Todos. Son 2, 3 meses que se podrían haber ganado en la construcción de un candidato que urge ungir, considerando que quedan alrededor de 60 días para el cierre de las candidaturas, considerando que las PASO son en agosto y sus resultados pueden ser, como lo fueron en las últimas elecciones, determinantes en el resultado final de octubre. Las tomas de decisiones han sido, desde casi el principio, un problema endémico en la gestión, en un país que estamos con situaciones sociales y económicas al borde de lo crítico.

APU: Decías que esto posibilita al Frente de Todos a construir un candidato más competitivo. ¿Descartás la posibilidad de que sea Cristina?

J.C.: No, todo lo contrario. Por supuesto que esto es materia de debate. Además del proyecto que uno cree mejor para el país, se juegan intereses personales y, también, sectoriales. Me parece que el peronismo de esta gestión, por los claroscuros que enumeraba, es una gestión que está con dificultades para renovar. Además de que en el mundo entero y especialmente en Latinoamérica, los oficialismos tienen dificultades para renovar. En ese sentido, el FDT tiene que tener un candidato muy competitivo, interpelante, que saque a muchos votantes de la desidia de decir “toda la política está mal, a qué voy a ir a las urnas”. Además de este fastidio con la política, hay un cierto enojo con el Estado. Y el punto común entre esos dos círculos es el peronismo, el kirchnerismo, el Frente de Todos.

Se necesita un candidato que, además de competitivo, no sea moderado porque, con esta renuncia, se sincera que fracasó la moderación. También lo podemos ver en la oposición: podemos ver cómo amenaza crecientemente la figura de Patricia Bullrich sobre la de Horacio Rodríguez Larreta, o lo que parece ser (aún a chequear) el crecimiento astronómico de Javier Milei, da cuentas de que nadie está pidiendo demandas moderadas. En mí análisis, la única candidata que puede interpelar a la población, radicalizar la toma de decisiones en esta situación de antípodas, pero también de espejo con lo que está pasando en los sectores reaccionarios, es Cristina Fernández de Kirchner. Es la única que puede sacar al peronismo del riesgo electoral. Materia de debate si quiere o no y si puede ganar, pero sí es cierto que el peronismo, con un candidato lavado, que no convoque, que la gente no crea que va a resolver sus problemas, está a la puerta de su peor elección de la historia. A partir de ahí, a crecido la legitimidad de los dirigentes del FDT que llaman a Cristina a ser su candidata.

APU: Los libertarios tienen su candidato, que es Milei; Cambiemos parece tenerlo más o menos resuelto con una interna entre Larreta y Bullrich; en el kirchnerismo hay incertidumbre.

J.C.: El kirchnerismo, en el Frente de Todos (una fuerza con la cual AGENCIA PACO URONDO se siente interpelada) es el sector hegemónico, mayoritario del peronismo. Pero hay que reconocer que hay otras fracciones del peronismo, que es una fuerza muy amplia, fértil, incluso en los rectores reaccionarios también hay sectores del peronismo. Si hay peronistas que se pueden sentir representados por fuerzas tan liberales como el macrismo, es obvio que el peronismo va a tener un nivel de debate más amplio. Es razonable.

APU: Iba a que el límite máximo es el 25 de mayo para definir la candidatura o un esquema de PASO que englobe a todos. 

J.C.: Es como vos decís, es difícil hacer futurismo en América Latina, pero es difícil pensar que la definición de Cristina Fernández de Kirchner exceda el 25 de mayo. Recordemos que, sin contar la Antártida, Argentina es el octavo país más grande del planeta, 45 millones de argentinos, una campaña nacional exige un despliegue, un moverse; tenemos un mapa de medios gigantesco, riquísimo, por lo cual, un candidato tiene que hablar, viajar, estar en un montón de lugares y tiene que construir una referencia. No hay tiempo físico y hasta logístico si Cristina define para esa fecha.

La lectura general va a ser que ella no va a ser candidata y los sucesos ocurrirán en esa medida, se van a ir fortaleciendo las otras candidaturas. En un momento, Alberto Fernández, parecía haberse entusiasmado con la candidatura de Scioli, hoy parece entusiasmado con la candidatura de Agustín Rossi. En el kirchnerismo ha levantado mucho el perfil el ministro del Interior, Wado de Pedro. En los gobernadores, llamémoslos díscolos, del interior, también han intentado una candidatura que nunca tuvo mayor expectativa de voto. Es cierto que si Cristina, para el 25 de mayo no define su candidatura, fortalece todos estos esquemas y profundiza la atomización. Me parece que va a dar una definición antes y cada vez se hace más difícil que ella no asuma.

APU: Pongamos que no lo es. El escenario de las PASO ¿Entre qué figuras se daría, qué ves, ahí? ¿Daniel Scioli, algún albertista? Pasa que definir a alguien como dirigente albertista, tampoco es simple.

J.C.: Alberto Fernández, un día lo empodera a Scioli, hoy a Agustín Rossi porque le disgustó que Daniel se haya juntado con Cristina; pasado, Rossi hace inteligentemente una declaración a favor del kirchnerismo porque es la fuerza mayoritaria y empieza a mirarlo con cariño a Cafiero. No es verdad que haya un candidato albertista, sí me parece que la agenda del albertismo (por lo que se ve de afuera) hay 3 o 4 actores que el presidente quiere mantener competitivos, con algún rol en el gobierno siguiente, si es que gana el peronismo. Uno es Santiago Cafiero, otra es Victoria Tolosa Paz. También está en juego que rol va a tener él. Hablo con periodistas, analistas que me dicen que hay frente que está enojada con el Frente de Todos y no los va a votar. Hay kirchneristas que van a votarlo si es Cristina, cualquiera sea la situación del país, en agosto.

Lo que no hay es gente que vote a Alberto, eso no existe. No es una fuerza política en términos funcionales y no lo es en porcentaje del electorado. Si hay candidatos de larga data que quieren ser presidentes como Scioli o Rossi, el mismísimo Wado de Pedro, uno todavía no le ve cuerpo a Juan Grabois, pero eventualmente, en una PASO, puede presentarse. Son fórmulas que no logran un consenso muy amplio, que pueden acentuar la diáspora del peronismo. Insisto, esto puede llevarlo a la peor derrota electoral de su historia. Para el peronismo, salir tercera fuerza, es una cosa muy dura para una fuerza política que entiende que es intérprete de los valores profundos de nuestro pueblo. Por eso es muy difícil que la candidatura del Frente de Todos no sea la de Cristina.

APU: Casi no apareció en esta charla, y si uno hubiera hablado hace un año, probablemente, fuera la estrella del momento. Me refiero a Massa, pareciera que no va a estar entre lo candidatos.

J.G.: Claramente quiere. Su mujer, que hace de vocera, lo ha manifestado varias veces, pero es el ministro de Economía. Y la verdad que uno de los puntos más débiles del gobierno, sino el más, es la inflación. Los que tenemos son números equiparables a la salida de Guzmán. Si de golpe vemos que, como parece que anticipan, la inflación es de 5 y pico; si eso se replica y al mes siguiente pasa a 4 y luego a 3, la candidatura de Massa volvería a tomar fuerza. Pero estamos al cierre de listas, casi no tiene margen para mostrar números buenos. Le puede pasar que logre enfriar la inflación, pero que ya hayan cerrado las candidaturas. No me parece que, hoy, un ministro de Economía con un 7,7 de inflación pueda ser un candidato competitivo.

APU: Son números de un ministro que casi tendría que salir. Así y todo, se lo ve a Massa como el garante de que la situación no sea peor.

J.C.: Por supuesto. También amenazó, pero con honestidad, Malena Galmarini, cuando dijo que si se va Massa, se termina el gobierno. Es la verdad, imaginate la corrida a la que respondíamos. La situación de Massa es parecida a esa joven promesa del radicalismo que era Jesús Rodríguez que le toco la inflación de Alfonsín, al final. Obviamente, no es comparable, esa inflación tenía 2 ceros más y quedo incinerado en el proceso inflacionario. No creo que Massa le pase con un 7,7 cuando está conteniendo que la situación sea aún peor, pero la verdad es muy difícil pensar que es un candidato competitivo. ¿Cómo se sienta uno a debatir con la oposición con esos números?