La política comunal: candidatos y candida
Por Adrían Dubinsky
Lo primero que surgió cuando hablamos de juntarnos a tomar algo y hacer una nota fue nuestra necesidad de comunicar. Inmediatamente, más allá de las propuestas políticas, les tres coincidimos en que lo que tenemos para contar, para difundir, es la buena nueva de que esta última parte de la campaña electoral en CABA está colmada de mística. De inmediato, concluimos en que la onda que se genera entre nosotres, más allá de las afinidades personales, también surge como respuesta continua de la calle, de las personas que habitan la ciudad, de les sujetes comunales que van dotando a la campaña, entre pasitos de baile, canciones pegadizas y mucha imaginación, del aura necesaria como para encarar una lucha tan desigual en cuanto a recursos se refiere para ganarle al gobierno de Rodríguez Larreta.
Algunas cuestiones exceden a la macro política, pero curiosamente, se encuentran en el centro de las discusiones sobre las organizaciones sociales. En el país no solo se dirime el destino de la patria, sino que se escenifica una lid por el sentido de las cosas, por la superioridad de los valores a la hora de hacer política comunal por sobre los negocios que hasta ahora traía implícita, por una reyerta de orden espiritual que apela a contraponer a la solidaridad por sobre la meritocracia, la empatía social por sobre el individualismo y una ciudad más justa, solidaria e inclusiva sobre una desigual, ensimismada y gentrificada; por otro lado, en un mundo que tiende a la municipalización de sus conflictos y gestiones, con participación democrática ampliada, participativa y decisoria, la elección de les comuneres implica un desafío desde el origen mismo de sus funciones. La sociedad en su conjunto no sabe bien cuáles son las funciones de une comunere, y, para eso, también es esta nota.
En 1994, la nueva constitución nacional le da un carácter autonómico a la ciudad de Bs. As., con una jerarquía similar a la de las provincias. En 1996 se eligió por primera vez al Jefe de Gobierno de la Ciudad de Bs. As. -antes, al Intendente lo elegía el presidente- y a los constituyentes para elaborar la Constitución de la Ciudad. Durante la gestión del entonces futuro presidente, se creó la figura del Delegado Comunal, interlocutor entre la población y el ejecutivo citadino, pero ya había quedado de forma expresa el espíritu descentralizado de la organización de la ciudad capital del país. A su vez, se creó el Registro de Organizaciones de Acción Comunitaria, que nucleaba a las organizaciones barriales autorizadas a participar en los llamados Consejos Consultivos Honorarios (CCH), institución encausar las propuestas vecinales, coordinar la información y tener acceso de control sobre las prestaciones públicas.
Post crisis de 2001, el empuje a través de la creación de la Red de Vecinos por Bs. As, que impulsaban la comunalización de la ciudad, dio como resultado que en septiembre de 2005 se aprobase en la legislatura porteña la Ley Orgánica de Comunas (Ley Nro. 1777) que avala lo estipulado por la constitución y precisa la forma de organización administrativa comunal, la posibilidad de que en determinadas cuestiones las comunas puedan asociarse y la creación del Consejo Intercomunal integrado por el Jefe de gobierno y los presidentes de las Juntas Comunales, que estarán integradas por siete comunerxs, cuyos cargos entre los diferentes espacios políticos se distribuirán mediante elecciones y por sistema D’Hont. Aquel que logre la mayor cantidad de votos, tendrá al comunero que sería una suerte de primus interpares dentro de la comuna. A su vez, esa misma ley delimita la división política de la ciudad -ordenada por un criterio demográfico- y se establece un cronograma electoral.
En esta ocasión, nos reunimos el primer candidato a comunero por la lista del Frente de Todxs de la Comuna 3, Gabriel Zicolillo (GZ); Betania Longhi (BL), candidata a comunera, y quien escribe, Adrián Dubinsky (AD) -o sea yo-, en el doble rol de “escriba” de la nota y candidato a comunero, para charlar un poco de política, de la comuna y, por qué no, de la vida.
Quiénes somos
AD: Cuéntenme un poco sus trayectorias políticas, cómo confluyen diferentes tradiciones en una Frente para ganar la comuna y la ciudad.
GZ: Yo comencé, como muchos, militando en secundario. Luego participé de Venceremos (Patria Libre). El encuentro de Mar del Plata en el que se le dijo No al ALCA fue un punto de inflexión en mi participación en la política. Al regresar me contacté con Leo Farías, de Juventud Presente, una suerte de “Proto Cámpora”, y luego, siempre en la Cámpora. En 2015 fui electo comunero, y ahora, con 41 años, voy, junto al Frente de todxs, por la presidencia de la Comuna.
BL: Yo nací en Río Grande en 1989, en Tierra del Fuego, cuando aún era Territorio Nacional. Soy hija de militantes, con lo cual mi primera militancia fue de carácter inércico. Cuando vine a estudiar a Bs. As yo ya sabía que venía a militar. Vine a estudiar Filosofía en 2008. Ni bien llegué, le escribí a todos los partidos que tuvieran la palabra socialismo en su sigla, iniciando un camino propio en la militancia. Los primeros que me contestaron fueron los del Partido Socialista, del cual me fui en 2013. Luego armamos el Partido Social de la Ciudad (con vinculación con el Partido Social Patagónico de Fabiana Ríos) junto a ex militantes del ARI desencantados con el derrotero de ese espacio, exsocialistas, etc.
AD: Bueno, y yo comencé a militar en secundario, en el Mariano Acosta, me afilié a los 18 al PJ y no duré nada, ya que llegó el menemismo. Durante ese tiempo milité en espacios inorgánicos, viajé, estudié la licenciatura en historia, hasta que llegó Néstor. Fueron determinantes para mí el acercamiento de las Madres y luego la asunción de Cristina.
La Unidad
AD: ¿Cómo se llega a esta juntada, a esta unidad tan heterodoxa? Sinceramente, desde mi posición, a mi lo que más me dolió de la derrota de 2015 fue la posibilidad de que Durán Barba tuviese razón, y de que a les ciudadanes no les importase nada, con lo cual la posibilidad de la conformación de un Frente de estas características se veía muy lejano.
GZ: Lo cierto es que eso no era tan así. La ciudadanía mostró capacidad crítica de la realidad y desde hace tiempo Aristóteles le viene ganando la pulseada al Duranbarbismo. Durante mi infancia me rodeó la mística del peronismo. Mi abuela, con la cual pasaba mucho tiempo en mi infancia, era profundamente peronista, y cuando paseaba por el barrio de San Cristóbal -donde nací- en cada básica había algo de mi abuela: o libros, o algún mueble, o una mesita, o un cuadro de Evita. Y con el correr del tiempo fui notando que independientemente de lo que ocurriese en la política general, esa mística y ese compromiso con los otros pervivía en el pueblo. Atravesó a la dictadura y al menemismo, y así atravesará al macrismo. La creación del Frente de todxs era inexorable.
BL: Es importante ver los procesos políticos en su conjunto y dejar de ver al otro como un extraterrestre. El proceso del macrismo nos permitió reencontrarnos, volver a vernos como compañeres. Todos los sectores comenzaron como oposición al gobierno y ahora existen síntesis, puntos de acuerdo.
AD: ¿Ustedes que creen, entonces, que la unidad en la ciudad la logró Macri o la candidatura de Lammens?
BL: Lammens nos resolvió el dilema. Ya estábamos en eso y todes celebramos la decisión política de Matías, que logra hacerse cargo de las demandas de la población y se pone al hombro la candidatura.
GZ: Yo pienso teniendo como marco conceptual al Manual de conducción política, desde una óptica peronista. Y es subrayando la diferencia entre pueblo y masa organizada. Es decir, entre una Unidad de concepción y una Unidad de acción. Lo que pasó desde el Frente Todos es eso: no puede seguir dominando al país la Sociedad Rural, eso genera una unidad de concepción; la masa organizada entiende que para ello debemos juntarnos, unirnos. Esa necesidad se ve sintetizada por la aparición de alguien como Alberto en el país y Matías en la ciudad.
AD: Por primera vez encontramos un vehículo de comunicación bien explicitado. No solo como contamos, sino como se cuenta a partir de una sucesión de hechos. Fue un cambio metodológico que comenzó con la presentación de Cristina de Sinceramente en la sala Borges de la Rural, el día de su aniversario de casamiento, luego explicando que la idea del libro era de Alberto Fernández, a quién sentó en primera fila flanqueado por Madres y Abuelas. Luego renunciando a la candidatura para la que había laburado el propio Alberto. Esa acción dejó la vara de la humildad muy alta, y lo que vino con Lammens en ciudad cerró el círculo. Simbólicamente es muy poderosa la acción porque es una respuesta de la política pura a la big data. Y a nivel comunal pasó lo mismo.
GZ: Cristina y Alberto son dos cuadros que viajan a la velocidad de la luz.
BL: Al encargarse de terciar en la ciudad, lo de Alberto con el acercamiento de Lammens superó cualquier propuesta.
La Ciudad
AD: Con respecto a la ciudad y a las cuestiones netamente comunales. ¿Cómo la ven? ¿Cuáles son las propuestas?
BL: Creo que hay un aspecto que no podemos desdeñar, y es el tema comercial, pero vinculado al esparcimiento y la cultura, Se redujo un montonazo los centros culturales y teatros independientes, que eran uno de los fuertes de la ciudad y de la Comuna. Y otro tema central, por ubicación en la ciudad, es el aumento de las personas en situación de calle. Acaso la cercanía de Plaza Miserere o Constitución coadyuven a ello, pero principalmente se debe a la miseria en la que se ve sumida la población a partir de la política económica de este gobierno.
GZ: Un problema serio es el de las vacantes en las escuelas. En la comuna no hay jardín maternal, nos falta infraestructura en las escuelas de todos los niveles. Por otro lado, em coincidencia con lo que dice Betania, es necesario que la Av. Entre Ríos, divisoria de dos comunas, sea un centro comercial a cielo abierto. Que los comerciantes que hace años que tienen sus locales sobre la avenida dejen de cerrar, de quebrar sus emprendimientos y se vea revitalizado el mercado interno comunal, por decir de alguna manera.
AD: Uno de los problemas que tenemos en nuestros barrios es la gentrificación. La población de nuestra comuna va siendo sustituida a caballo de los proyectos inmobiliarios, que en muchos casos se hacen sin el control necesario y termina en situaciones trágicas como la muerte de Adrián Continiello en el derrumbe de una obra en la calle Pavón y Urquiza y que se llevó puesta la casa en la que vivía Adrián. En el sur de la ciudad se ve más que en otros barrios. San Cristóbal es uno de los barrios en que más aumentó el alquiler. Y luego que aumenta el alquiler, aumenta la verdulería, y luego no tenés vacante en la escuela, pero si tenés nuevas escuelas privadas; no tenés infraestructura en hospitales y aumentan las prepagas; eso va tornando al barrio de un carácter expulsivo en el que solo pueden vivir aquellos que tienen ingresos más altos. Para revertir eso es necesario que se vuelva a votar un nuevo código de planeamiento urbano.
GZ: Con el nuevo código de planeamiento urbano, las inmobiliarias están volteando casas bajas para hacer torres con amenitiy, piscina y SUM, con alquileres carísimos, imposibles de mantener. La idea de acceder a una casa tipo PH a la que vas a arreglando de a poco comienza a diluirse. El nuevo código de planeamiento te expulsa de la ciudad. Yo me sublevo ante esa idea. Además, como usuarios del transporte público, la línea E de subtes es una de las que peor funcionan, como si aquellos que viven por debajo de la avenida Independencia fueran ciudadanos de segunda. No tienen acceso para personas con limitaciones motrices y la frecuencia es pésima. Por otro lado, como vos decís, faltan vacantes en las escuelas, falta un Jardín maternal -y encima quieren cerrar el del Ramos Mejía, que atiende a la necesidad no solo de la comunidad, sino la de la/os trabajadores del hospital. Y por último, y no menos importante, es una comuna en la que faltan espacios verdes y tiende a la cementización.
Descentralización
AD: Otro tema central desde una perspectiva comunal, tiene que ver con la descentralización eternamente postergada. ¿Qué piensan al respecto?
GZ: Va a depender de la correlación de fuerzas al interior de la Comuna. Si ganamos la presidencia, lo cual creo factible. En ese caso vamos a presentar un recurso de carácter judicial para obtener los recursos que nos corresponde por ley a la comuna.
AD: Un paso debe ser una instancia judicial, pero hay diferentes instancias. Si se gana la ciudad habría que anular el decreto de Macri cuando era Jefe de Gobierno que creo las UAC, que no solo se arroga competencias que debería administrar la comuna, sino que procura anularlas directamente
GZ: Nosotros interpusimos dos recursos de amparo, y las dos veces los fallos los favorecieron. Claramente van en contra de la ley 1777.
AD: Más allá de la judicialización, ¿habría un correlato político en la aplicación de la ley?
GZ: Y… la gente se hartó y votará en consecuencia.
A.D: ¿Cuál es la función de les comuneres?
GZ: Cuando me junto con lxs vecinxs arranco preguntando qué es una comuna. Yo planteo que como la provincia de Bs. As. tiene 135 partidos y sus respectivos intendentes, la comuna tendría un peso similar, pero en lugar de intendentes tiene siete juntistas, y uno de ellos, el que cuenta con la mayoría, es el presidente. Las potestades residen sobre todas las calles que no sean vías primarias -avenidas y autopistas-. Incluso las cloacas, calles, semáforos, espacios verdes, y si hilamos fino, hasta la recolección de residuos. No lo es la seguridad, ni la salud y tampoco la educación. Pero en cuanto a seguridad, no significa que lxs comunerxs, desde el sector político, no hablemos con los comisarios. Y no estaría mal que los circuitos policiales y los distritos escolares, que a veces se superponen entre comunas, se adapten al ordenamiento territorial comunal.
Educación
AD: Más allá de que la educación esté en manos del Gobierno central de la Ciudad, ¿se puede pensar en generar instancias desde lo educativo, pedagógicas, con formación cívica comunal desde la comuna?
GZ: Dora Barrancos decía que había que crear un organismo transversal a educación y salud. Un caso en el que debemos trabajar es en la detección de casos de violencia machista. Sistematizar elementos de alarma antes de que se concretice la violencia sobre un cuerpo, un alma.
BL: Queremos crear centros barriales que realicen un mapeo con una agenda de psicólogos, médicos, docentes, que hagan un seguimiento de problemáticas de violencia. Coincidimos con Dora en la que deberíamos tener una cantidad de acompañamientos con las vecinas, que a su vez genera trabajo. La ciudad más rica del país debería tener recursos.
AD: Más allá de los sistemas económicos o de temas de tipo ideológico, quizás el desafío remite a discutir el orden de sentido de las cosas, del vivir de manera comunal. ¿Meritocracia o justicia social? ¿Orden mercantilista despojada de moral o relaciones sociales y comerciales en términos de inclusión e igualdad?
BL: La experiencia de la militancia en el barrio nos indica que cuando hablamos de revincularnos a partir de nuevos modos de ver las relaciones sociales, la gente se copa.
GZ: Por otro lado, también tenemos una candidata que va a saber interpretar el lugar de comunera desde su lugar de joven, mujer, militante feminista.
BL: Estamos viendo más participación joven y femenina. Y no quiero pecar de autobombo, pero el feminismo viene a resignificar la importancia de las redes entre compañeras. Que les jóvenes empiecen encontrarle valor a la militancia y a la práctica política es maravilloso. Las mujeres han enseñado que cuando se juntan tres individues, y la práctica no se realiza en soledad, tiemblan los cimientos tanto de la sociedad patriarcal como de cualquier estructura vetusta y anquilosada. El feminismo ha recuperado prácticas comunitarias y de trabajo en red. El neoliberalismo destruye vínculos sociales, y esto es todo lo contrario.
GZ: Además, vemos mucha más militancia joven en todos lados. El festival que les jóvenes hicieron el otro día en el pasaje Zelaya, con alegría, pero dejando en claro que la Cultura no se clausura, es un ejemplo de compromiso de la juventud con la práctica política.
Espacios Verdes
AD: Sabemos que la Comuna 3, más allá del logro de la creación del Parque de la Estación, es una de las comunas con menos espacio verde por habitante. ¿Cómo piensan la política ambiental en la comuna?
BL: Con el ambientalismo ocurre lo mismo que con el feminismo. La gente se dio cuenta que con separar la basura no alcanza. Solita en tu casa leyendo a Simone de Beauvoir no alcanza.
AD: Desde el compromiso de María Suarez y el tuyo (a Gabriel Zicolillo, actual comunero) han logrado junto a les vecines la creación del Parque de la Estación y se han rescatado las plazas del bajo autopista con plantación de flores nativas, que han poblado de mariposas el sur de la comuna, y también se ha erigido una escultura en homenaje a las Madres en la plaza que está detrás de la sede comunal de la calle Sarandí.
GZ: Si. Lo del Parque de la Estación fue un logro de la/os vecina/os que acompañamos desde el sector político. Pero tanto en la creación del parque como la puesta en valor de las plazas con nombres de las Madres que fueron secuestradas mientras buscaban a sus hijos, demostramos responsabilidad política y capacidad de diálogo y búsqueda de consenso. Nosotros, desde el Frente de Todxs, proponemos que haya una comuna politizada y con vida comunal activa. El Frente de Todxs tiene una lista lo suficientemente capacitada para transformar cada pedacito de la comuna, de forma articulada con la decisión de lxs vecinxs. Un trabajo de cara a sus necesidades, y no la de las empresas constructoras. Una estructura a disposición de la voluntad comunal. Por eso armamos esta lista, heterodoxa y con militantes provenientes de diferentes corrientes; porque nosotra/os creemos en el héroe colectivo. Estamos acá porque nos eligen nuestra/os compañera/os. Y cada día hay más compañera/os comprometida/os que van a hacer que cada día sea más participativa la vida en la comuna, y algún día otra/os ocuparan estos lugares.
AD: Y la construcción de la que hablás, ¿excede el armado político?
GZ: Si, claro. Hay un conjunto que genera la presión suficiente como para que nos juntemos. El Macrismo nos metió a todos en una red. Toda/os la/os trabajadores de las instituciones gubernamentales de la comuna son parte de esa red, y hoy confluimos en un mismo espacio de lucha
Identidad comunal
AD: Hace unos días, antes del festival “La cultura no se clausura”, se realizó el Primer Encuentro de Pensamiento Crítico Comunal, que cerraron María Pia López, Eduardo Jozami y Horacio González. ¿Existe la identidad comunal?
GZ: El gobierno de Cristina fue un hito cultural de generación de identidad que tuvo su pico en los festejos del bicentenario. El Estado motoriza una actividad y pone al pueblo a festejar un acontecimiento argentino. Eso mismo, pero en escala, debe ser la respuesta desde la comuna. ¿Cómo se avanza? Avanzando en la cultura, en la integración, en que ningún barrio se imponga sobre otro, en que aquel que vive sobre la avenida Garay tenga la misma calidad de vida que el que vive sobre la avenida Córdoba o el que vive sobre Rivadavia. Si se modifican y unifican elementos culturales transversales comienza a generarse un nuevo “ser”. Debe lograrse una armonía vecinal que confluya en una identidad en común.
BL: Hay un desafío que tiene que ver con hallar identidad comunal al interior de identidades barriales. Las identidades están y hay que permitirles desarrollarse. De hecho, el repudio a este gobierno también tiene que ver con una respuesta identitaria de cada barrio. Cuando existan las comunas como institución concreta, con todas sus atribuciones en funcionamiento, se va a encontrar toda la diversidad representada.
AD: Si, a mí me pasa que aún -no digo que no pueda alcanzarse y que no esté en formación- me cuesta verme como un sujeto comunal. Más allá de recorrer la superficie de la actual comuna 3 desde que nací, ya sea estudiando en el Acosta, viviendo en la misma casa natal en San Cristóbal, o como vendedor ambulante recorriéndola en su totalidad, militando en cada espacio físico de la misma o, finalmente, recibiendo mi título universitario del IunMa (Instituto Universitario Nacional en DDHH. Madres de Plaza de Mayo) también en la comuna, queda en Pueyrredón 19, me sigo sintiendo sancristobaleño. Pero tal vez sea algo que comience a darse cuando la comuna tenga un nombre, algo que está previsto por la ley.
El termómetro de la calle
AD: ¿Cómo ven la calle?
BL: Yo nunca había tenido una experiencia como esta. La respuesta de la gente es impresionante. La recepción es zarpada. La gente se pone a charlar directamente, tiene ganas de militar.
GZ: Un caso concreto es la fiscalización en las mesas. Nosotra/os tuvimos la posibilidad de poner un doble turno de fiscalización. Eso ocurre porque la ciudadanía quiere ganar las elecciones, quiere ser parte de la recuperación de la ciudad.
El Futuro y la Mística
AD: ¿Cómo ven a futuro la unidad?
BL: Desde lo comunal hay un primer intento en la campaña que nos hace ver que sí funciona, y que, si gana Matías Lammens, nos permitiría seguir articulando juntos desde la gestión comunal.
GZ: Yo creo en la construcción del futuro, no solo en la Comuna; lo que pase va a depender de lo que suceda en el territorio. Creo en la verticalidad hacia arriba. Los Sindicatos y las Bases van a hablar y se los deberá escuchar. Nosotros debemos solidificar las redes que ya existen, vamos a lograr que las coincidencias programáticas pesen menos que las diferencias y para hacerlo hay que fortificar las articulaciones. Las básicas, en ese sentido, serán importantes para tener una comunidad organizada.
AD: Por último. Siento que, en este último tramo de la campaña, la misma se dotó de mística. ¿Qué piensan?
BL: Si, totalmente, flota en el ambiente una sensación de buen futuro que genera espacios de mucha mística.
GZ: Yo volvía con unas compañeras de una actividad y vi algo fascinante. Mucha gente bailando con el hashtag Si vos querés, Larreta también, volanteando con una sonrisa y sabiendo que es posible tener una ciudad mejor. ¿Hace cuánto que no veías un jingle musical de campaña? Creo que modificamos el modo sacrificial por la energía para ganar. En última instancia, hacer política es un acto de vida, y nada más místico que la vida misma.