Aguer, el feminismo y los compañeros, por Paloma Baldi
Fotografía Majo Grenni
Por Paloma Baldi
El exarzobispo emérito de La Plata, publicó un artículo en el diario platense El Día que, como es de público conocimiento, tiene sus páginas manchadas con sangre. Sin embargo, no es tema de este artículo pormenorizar en las listas negras que publicaba el diario durante la dictadura cívico-eclesiástico-militar, ni ahondar en su rol de complicidad civil a la hora de justificar fusilamientos haciéndolos pasar por “enfrentamientos”. Aquí, daremos por sentado que quien lee conoce esta historia y sabe que el Diario El día y el arzobispado platense siempre han sido un solo corazón. Por eso, siempre batallaron juntos contra cualquier fuerza que hiciera temblar sus privilegios.
Después de la media sanción en diputados para el tratamiento del proyecto de ley que busca legalizar la interrupción voluntaria del embarazo, y estando sobre la mesa la inconmensurable capacidad de movilización del movimiento feminista, el debate pasó de aborto sí-aborto no a ¿Es el feminismo un proyecto burgués? Aunque Aguer, por su condición religiosa y de macho, no pueda reconocer nunca que las mujeres tienen derecho a decidir si ser o no ser sujetas gestantes, con su artículo deja entrever la hilacha: ya no puede discutir con la soberanía de las mujeres sobre sus cuerpos, pero sí puede subirse al nuevo caballito de batalla del machismo ilustrado: “el feminismo es burgués”. Un planteo que, como verán, es transversal. Podrán escucharlo de la boca de un marxista, de un peronista, de un kirchnerista y hasta de un exarzobispo que representa los posicionamientos más retrógrados y conservadores de la iglesia argentina ¿Todos unidos triunfaremos?
Desde que Daniel Scioli fue derrotado electoralmente por Cambiemos, el concepto de “unidad” se ha puesto en el centro de la escena ¿Unidad a cualquier costo?, ¿Unidad en la acción?, ¿Unidad pragmática?, ¿Unidad rompiendo bloques parlamentarios?, ¿Unidad señalando traidores con el dedo? Bueno, señores: el movimiento feminista les está dando cátedra de unidad. Y solamente poniendo por delante de cualquier batalla de egos dos conceptos: justicia social y sororidad. Por eso podemos abrazarnos con Lospennato sin que nos tiemblen las piernas, por eso podemos militar y votar todas juntas un proyecto de ley que nos saque de las clandestinidad conquistando un derecho.
¿Alguien se acuerda de los memes que vimos comparando el paro del 8M con la ausencia de movilización de la CGT? El movimiento feminista le hizo el primer paro a Mauricio Macri y, ahora, en unidad transversal, consiguió media sanción para un proyecto de ley por que le viene luchando históricamente ¿por qué ahora? Porque supimos dar batalla contra la hegemonía y vencerla, porque nuestro particular se volvió universal y ahora “está de moda” usar el pañuelo verde.
Hay una frase que Soriano pone en boca de un personaje en No habrá más penas ni olvido: “yo nunca me metí en política, siempre fui peronista". Una vez, un compañero me dijo que esa era una frase gorila. Para mí, es una frase brillante que da cuenta de la hegemonía peronista. Al final de cuentas, este no es unñ artículo que habla ni de Aguer, ni de los compañeros, ni de la CGT. Es un artículo que habla de nosotras y de la amenaza que suponemos para cualquier tipo de proyecto burgués. Porque, como bien sabemos, burguesía y machismo han sido siempre un solo corazón. Por eso el feminismo es un proyecto de emancipación. Como ya dijeron Julia y Soledad: córranse, porque vamos a pasar igual.