¿Qué hacer con la minería?, por Guillermo Moreno
Por Guillermo Moreno, Leandro Cárcamo Manna y Gastón Bres*
La minería se objetiva en la Patria desde sus albores, cuando la Asamblea del año XIII dispuso, como una de sus primeras normas, el impulso de la actividad que, a la sazón, tenía lugar en la región cuyana. Años más tarde, en 1886, el Código de Minería de la Nación determino distintas categorías de propiedad y uso.
Durante mediados del siglo pasado, se descubrieron diversos yacimientos, al tiempo que el Sector Público deviene en protagonista de tareas de prospección, exploración y explotaciones, tales como: hierro (Sierra de Zapla y Sierra Grande), azufre (Salta), carbón (Río Turbio), arcillas y caolines (Olavarría, Azul y Tandil) y cobre (Tinogasta).
En los años '90, se modificó el cuerpo normativo que, entre otros aspectos, trasladó el dominio de los recursos naturales hacia las provincias, generando un flujo de Inversión Extranjera Directa tendientes a explotar las áreas cordilleranas.
Así, los emprendimientos mineros en función de los bienes obtenidos y para su mejor análisis, se clasificaron en:
- metálicos donde obtienen hierro, plomo, zinc, cobre, molibdeno, litio,
- no metálicos cuya explotación son áreas con concentración de calizas, arenas, pizarras, arcillas, yeso,
- metales preciosos cuyo producto refinado es oro, plata, platino,
- piedras preciosas y semipreciosas como el jaspe, rodocrosita y cuarzo,
- rocas de aplicación que comercializa pórfidos, lajas, mármoles,granitos, y
- combustible sólido, básicamente carbón.
Finalmente, y a modo de resaltar el “estado del arte” donde se encuentra el debate en rededor de la actividad, se puede afirmar que:
- por un lado, está sujeta a “opiniones negativas” dadas las externalidades que genera pero,
- por el otro, relocaliza población en áreas inhóspitas, es generadora de divisas e interactúa con la manufactura de bienes producidos en el país, reduciendo costos e incrementando su competitividad sistémica.
Minas… de las mejores
Para aprender lo acontecido en los pasados veinte años se desarrollan y comparan algunas variables claves de la actividad.
De su observación se destaca:
- los precios en el 2011 se incrementaron 5 a 7 veces respecto del año base para, a posteriori decrecer,
- el valor de las exportaciones refleja la importancia que adquirió el sector durante el presente siglo,
- el número de empresas aumentó, pari passu, con el nivel de actividad y la variación del precio, y
- la incorporación de trabajadores directos mantuvo un crecimiento sostenido.
Es la hora de las minas
Oportunamente en ¨Litio argentino: de salares, baterías y las 3 I” (03-10-21, BAE Negocios), se desarrolló el concepto de: Inserción Internacional Inteligente, donde se reflexiona sobre la necesidad de participar activamente en todas las “cadenas de valor” a escala global incorporando las singularidades del aparato productivo local.
En este marco, el potencial minero es indiscutible en prospección, exploración y explotación, aunque presenta ciertas limitaciones en términos de:
- logística, dada su distancia respecto de los puertos de embarque,
- infraestructura circundante a la explotación en curso, o
- integración vertical (p.ej., usinas de transformación) que facilite su comercialización.
Ahora bien, el Plan de Negocios y el Flujo de Caja asociado al emprendimiento denotan la movilización de ingentes recursos, por lo tanto y tal como señaláramos en ”Campo, dólares e inversión: el objetivo es la producción (10-01-21, BAE Negocios), los argendólares pueden ser la fuente de financiamiento del Sector Privado (residente y no residente) que allane la puesta en marcha de las inversiones, incluyendo dentro del análisis de factibilidad no solo la extracción del mineral, sino la búsqueda, en su transformación, de un mayor grado de refinado.
Ello posibilitará discernir entre los minerales considerados commodities, carentes de inconvenientes de validación y comercialización, de aquellos otros entendidos como reserva de valor, con complejas normas para el reconocimiento internacional del bien derivado.
En síntesis, la actividad minera argentina con múltiples y variadas empresas encontrará su armonía en un Modelo de Desarrollo Económico Permanente y Sustentable (MoDEPyS), con orientación a la producción.
Agradecemos la colaboración de Marcos von Ifflinger
* El artículo se publicó por primera vez en BAE Negocios el 7 de noviembre con el título: "Minas argentinas"