La crisis de Piumato por su alianza con la derecha judicial
Por Redacción APU
Este martes 20 de octubre, en la sede del Consejo de la Magistratura de la Ciudad, SITRAJU (Sindicato de Trabajadores Judiciales) comenzó la negociación del primer convenio colectivo de Trabajo para los trabajadores judiciales de CABA. Es el primer convenio colectivo de los trabajadores judiciales en la historia del país.
La firma del convenio llega en un momento de declive y crisis de representación sindical de la UEJN (Unión de Empleados de Justicia de la Nación) y de su conducción, Julio Piumato, que en su alineamiento con la derecha judicial se ha alejado de los reclamos históricos de los trabajadores.
SITRAJU registró su inscripción gremial en el Ministerio de Trabajo en abril: en solo cuatro meses ya cuenta con 1300 afiliados en la Justicia Nacional y Provincial, 900 solamente en el Ministerio Público Fiscal, desplazando la antigua hegemonía piumatista.
A pesar de los señalamientos de doble vara del piumatismo, en la actualidad el Ministerio Público Fiscal se destaca por sobre el resto de los organismos del poder judicial por el acceso democrático para los trabajadores. Una implementación de las leyes de democratización que la derecha judicial aliada de Piumato no cumple.
En 25 años la conducción de Piumato en el gremio de los judiciales no enfrentó la discusión por el Convenio Colectivo de Trabajo. Si los trabajadores judiciales se encontraron por fuera de la discusión salarial esto se debe a que el piumatismo nunca dio esta pelea. La crisis de la legitimidad de la UEJN entre sus afiliados se tradujo en acciones persecutorias y aprietes a la organización sindical que surgió como alternativa, SITRAJU.
A fines de septiembre en el marco de una charla sobre el Nuevo Código Procesal Penal dictada por Alberto Binder, la UEJN denunció ante el Presidente de la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba la participación de SITRAJU en la actividad. La denuncia se refiere al sindicato como “pseudo organización sindical” y “agrupación”.
Si bien el nacimiento formal del SITRAJU ocurrió en abril de este año, su gestación parte de un proceso histórico. En los últimos 4 años el alineamiento de la UEJN con la Asociación de Magistrados y con fiscales como José María Campagnoli, Ricardo Sáenz, Carlos Stornelli y German Moldes marcó un alejamiento del piumatismo de la defensa de los intereses de los trabajadores y un acercamiento a la defensa de los intereses de los jueces y fiscales de la llamada derecha judicial.
Uno de los hitos que consolidó este camino de subordinación fue la convocatoria del 18 de febrero de este año. La UEJN fue un enclave estratégico en la operatoria y organización de la marcha por el pedido de justicia por el fiscal Nisman, a sólo un mes de su muerte. El piumatismo estuvo a cargo de la seguridad y la logística del acto, sellando así su acompañamiento a una de las expresiones más conservadoras del poder judicial.
El romance del piumatismo con la derecha judicial consolidó sus primeros lazos firmes en abril del 2013. En el contexto de la discusión en el Congreso por las leyes de democratización de la justicia. Durante esa batalla político judicial, el piumatismo sostuvo paros de hasta 72 horas durante tres semanas seguidas. Se convirtió en un “pilar de la resistencia” ante la democratización del Poder Judicial. Los paros funcionaron políticamente como el “lock out” de los jueces, quienes aseguraron el éxito de la medida, mandando a cerrar los edificios judiciales, dando órdenes para no atender el teléfono, ni la mesa de entrada.
La UEJN sostuvo por primera vez una línea de acción político sindical de subordinación irrestricta a la patronal. Paradójicamente los mismos jueces que durante años persiguieron y condenaron los paros sindicales se encontraban organizándolos junto al sindicato que antes los combatía. Piumato convirtió a la UEJN en un ariete de carga de la derecha judicial contra toda línea de acción política que intente democratizar la justicia. Tal vez, una de las declaraciones que ilustra de forma contundente el giro ideológico de Piumato, fueron sus declaraciones sobre el juez, Pedro Federico Hooft, acusado judicialmente y señalado por los organismos de DDHH por no investigar las desapariciones de abogados marplatenses en la Noche de las Corbatas en 1977.
El secretario de Derechos Humanos de la CGT de Hugo Moyano, Piumato, festejó vía redes sociales la absolución del juez Hooft, llevando a límites insospechados su giro ideológico. En este derrotero del piumatismo se encuentran las claves para entender el panorama actual del declive de la UEJN y el crecimiento exponencial de SITRAJU dentro del Ministerio Público Fiscal, como alternativa sindical para los trabajadores que encuentran una brecha con los intereses de los trabajadores y un vacío en la conducción gremial de Piumato.
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