El obispo Gustavo Carrara presidió una misa contra la trata y la explotación sexual y laboral en plaza Constitución
Por Mariano Nieva
Miembros de la Iglesia Católica, encabezados por el obispo Gustavo Carrara, movimientos sociales y organizaciones de lucha contra la trata de personas, se congregaron en una de las plazoletas que están frente a la estación de trenes de plaza Constitución para participar de la decimocuarta edición de la Misa en Solidaridad con Todos los Excluidos y las Victimas de Tráfico y Trata de Personas que comenzó el por entonces cardenal Jorge Bergoglio, hoy papa Francisco, en 2007. El padre Lorenzo Toto de Vedia párroco de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé de la villa 21/24 y Zavaleta del barrio de Barracas, destacó la presencia una vez más, de la iglesia en la calle y junto al pueblo:
“La calle es el lugar en donde más tiene que estar la Iglesia, porque es allí donde pasa la vida de la gente. Por eso, hacemos y rezamos esta misa denunciando la trata de personas, el trabajo esclavo en talleres clandestinos, las mujeres en prostitución y también por los/as pibes/as esclavos/as de la droga. Estas crueles realidades que suceden en la ciudad de Buenos Aires y en tantos otros lados.” afirmó el religioso.
En la ceremonia a cielo abierto donde se recordó además a cada uno/a de los/as vecinos/as y colaboradores/as de merenderos y comedores populares fallecidos a causa del Covid-19, estuvieron presentes curas de Parroquias del Decanato Boca-Barracas-Constitución, el Equipo de Sacerdotes para las Villas de Emergencia, el Departamento de Migraciones del Arzobispado de Buenos Aires, el Hogar de Cristo y el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), entre otros.
Por su parte, el obispo Gustavo Carrara, quien fue el principal oficiante de la misa dijo: “La pandemia que azotó a toda la humanidad ha agudizado en todo el mundo, en nuestro país y en esta ciudad la otra pandemia, la que viene de hace mucho tiempo, la de la exclusión y la trata de personas” y tomando un fragmento de Fratelli Tutti, la carta encíclica que el papa Francisco elaboró en 2020 y de la cual se está por cumplir un año de su publicación, remarcó: “La exclusión y la inclusión de los/as cada vez más numerosos/as hombres y mujeres heridos/as, definen todos los proyectos económicos, políticos, sociales y también religiosos. Por eso habrá que elegir entre atender o ser indiferentes con el sufriente y el descartado.”
Finalmente, y luego de invitar a todos/as los/as presentes a sumarse a la 47º peregrinación Juvenil a Luján bajo el lema “Madre del pueblo te pedimos por la salud y el trabajo”, a realizarse nuevamente luego del intervalo del año pasado producto de las restricciones que trajo consigo la pandemia de coronavirus los días 2 y 3 de octubre, el padre Toto referente a su vez de los curas villeros porteños explicó como nació esta misa que se celebra todos los 23 de septiembre: “Hace ya varios años el cardenal Bergoglio se reunía frecuentemente con los movimientos de trabajadores excluidos, La Alameda, etc. porque desde siempre el hoy papa Francisco fue y sigue siendo muy sensible a este flagelo del trabajo esclavo. Por eso además, y luego de unirse a la Comisión Arquidiocesana de Migraciones, es que hizo aquella primera misa en la parroquia de Nuestra Señora de los Inmigrantes del barrio de la Boca. Hasta que al año siguiente en 2008, se empezó a hacer la ceremonia religiosa a instancias de Bergoglio aquí en el corazón de la Plaza Constitución tomando cono referencia la carpa solidaria que yo había empezado a levantar con la ayuda de otros curas de la zona”, puntualizò.