La era de Eric Hobsbawm

La era de Eric Hobsbawm

01 Octubre 2012

Por José Cornejo I 1994 fue un año de profunda ofensiva del capitalismo a nivel mundial y en Argentina en particular. Reinaba el Consenso de Washington y por estas tierras Carlos Menem cerraba lo más duro del periodo privatista. Ese mismo año se publica “Historia del siglo XX”, que en su versión inglesa era “Historia de los extremos” y cuyo título inicial Hobsbawm habría propuesto “La era de las masacres”.

En su libro más famoso, el alejandrino planteaba algunos tópicos que para el sentido común de la época eran subversivos. Reivindicaba a la Unión Soviética, bautizaba de “excepción” al periodo feliz del capitalismo de entre 1945 – 1970s y se disculpaba de antemano si proponía una historia eurocéntrica. Eso no era todo: fue un comunista militante hasta bien entrado los años 70.

La comprensión que hace del líder soviético Stalin perduró más que el propio Partido Comunista (PCUS). Hobsbawm le reconocía ser el artífice de la destrucción del nazismo y el conversor de una sociedad de pastores y campesinos en la primera nación aeroespacial del planeta. Con Argentina tenía mucho cuidado al opinar. Si bien reconocía que el Ejército tenía influencia alemana, nunca catalogó de nazi al peronismo. Afirmó que mientras el nazi-facismo estaba compuesto por clases medias pauperizadas, el Movimiento nacional estaba compuesto por clases obreras en ascenso.

Un párrafo literal: “En Argentina derrocaron al caudillo populista Juan Domingo Perón (1895-1974), cuya fuerza radicaba en las organizaciones obreras y en la movilización de los pobres (1955), tras lo cual asumieron el poder a intervalos, habida cuenta de que el movimiento de masas peronista se mostró indestructible y de que no se formó ninguna alternativa civil estable. Cuando Perón volvió del exilio en 1973, para demostrar una vez más el predominio de sus seguidores, y esta vez con gran parte de la izquierda local a remolque, los militares tomaron de nuevo el poder con sangre, torturas y retórica patriotera”.

También admiraba la ciencia argentina: “Los otros países de asentamiento europeo (Canadá, Australia, la a menudo infravalorada Argentina) también se convirtieron en centros de investigación independientes aunque algunos de ellos, por razones de tamaño o de política, exportaron a la mayoría de sus principales científicos”.

Hobsbawm fue un genio inmerso en una generación brillante como lo fueron aquellos ingleses que se animaron a denunciar la centralidad del capitalismo británico en la opresión planetaria: Raymond Williams, E.P. Thompson, Perry Anderson, entre otros. Chau Eric, te vamos a extrañar.

Para aquellos que quieran leer este libro, pueden bajarlo libremente acá. La clave es: lahistoriadeldia.