Absolvieron al policía que asesinó a Kiki Lezcano: la complicidad del Poder Judicial
Por Santiago Asorey y Juan Manuel Ciucci
Este martes 27 de junio, los jueces Gustavo Gonzalez Ferrari, María Cristina Bertola e Inés Cantisani del Tribunal Oral en lo Criminal N°16 emitieron un vergonzoso fallo que absolvió al ex efectivo de la Policía Federal, Santiago Veyga, acusado por el asesinato de los jóvenes Jonathan "Kiki" Lezcano y Ezequiel Blanco. En la previa de la sentencia, el abogado de la familia de Kiki Lezcano, Matías Busso, había afirmado: “Esperamos que el tribunal se haga cargo de todo lo que hizo el Poder Judicial hasta ahora en contra de esta causa, les pedimos a estos jueces que demuestren que son distintos”.
Sin embargo, la animosidad del tribunal se hizo sentir a lo largo de las cuatro jornadas que duró el juicio. Tanto por los pocos lugares que les otorgó a los familiares para asistir a las diversas audiencias, como por la imposibilidad para la prensa de acceder a la sala (algo que en parte fue subsanado luego de las protestas de diversos medios, y que significó que la familia debiera ceder algunos de sus lugares para que quede registro de lo que allí acontecía). Hoy el tribunal brindó la sentencia sin esperar la presencia de la Fiscal, que había pedido 9 años para el acusado por exceso en la legítima defensa. La querella, por su parte, había solicitado la condena a prisión perpetua por homicidio agravado.
A Kiki y Ezequiel los secuestraron y los asesinaron por ser pibes de la Villa 20. Sus casos no son casos aislados, son parte de una larga lista de pibes asesinados en barrios populares por las fuerzas de seguridad que expresan en sus prácticas, aún 40 años despues, la genética de la última dictadura militar. Se vienen a la memoria el recuerdo de los casos de Ezequiel Demonty, Brian Romero, Brian Ayaviri , Jonathan Mareco, Víctor Emanuel González y la lista de nombres sigue y sigue. Pocos son los casos como este donde la Justicia avanza. Fundamentalmente, las causas son encubiertas antes. Porque el Poder Judicial muchas veces es cómplice de las prácticas criminales de la policía, y las avala con su indiferencia para investigar.
Si existe un caso emblemático que exprese esa complicidad es el caso de Kiki. Víctima fatal de un hecho de violencia institucional, que abrió luego a una cadena de violencias estatales canalizadas en el Poder Judicial y que tiene como expresión actual este vergonzoso fallo del Tribunal Oral en lo Criminal N°16. Lo explicó de forma clara, en diálogo con Agencia Paco Urondo, Angelica, la madre de Kiki: "El 13 de julio de 2009, días después del asesinato, el juez Facundo Cubas tenía la identificación de Kiki y Ezequiel. Tenía sus nombres y apellidos y no lo informó a las familias. Esa fue la primera vez que él obró con impunidad en la causa.”
Pero eso no fue lo único aberrante que hizo la Justicia. Cubas también enterró a Kiki como NN. Además, también intentó justificar un video de tortura que muestra a Kiki agonizando. Según él: “Los policías pueden filmar la escena del hecho”. Por eso decimos que a Kiki lo mató la policía pero también lo volvió a matar el Poder Judicial en cada accionar que permitió que hoy, 8 años después del crimen, los asesinatos de Kiki y Ezequiel permanezcan impunes. Una historia que suma con este fallo un eslabón en la cadena de violencia.