Bajo Flores: Patricia Bullrich sigue desconociendo la represión policial
Por Santiago Asorey
En el día de ayer se conocieron los testimonios de los vecinos que fueron víctimas y testigos del hecho de violencia policial ocurrido el viernes 29 en las calles Charrúa y Varela, en el barrio 1.11.14. Las declaraciones de los testigos se conocieron en la denuncia realizada por la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) donde se ordenó investigar la responsabilidad de los gendarmes, de funcionarios jerárquicos de Gendarmería Nacional y la cadena de mando involucrada, en el marco del Operativo Cinturón Sur.
Los vecinos relataron en sus declaraciones que el conflicto empezó con un patrullero que quiso avanzar sobre los niños y adolescentes de la murga. Le pedían por favor que avanzaran en otra dirección, ya que había casi 100 murguistas, pero los miembros de la fuerza de seguridad continuaron. Después de chocar a dos chicas con el auto, los miembros de la murga se corrieron para que los efectivos pudieran pasar. A partir de ese momento los efectivos de la Gendarmería y de Policía Federal dispararon en todas las direcciones. Como se puede ver en el video viralizado en las redes sociales, los vecinos gritaban para que paren de tirar pero los agentes continuaban disparando. El resultado de la represión fue más de una decena de heridos, entre los cuales se encuentran varios niños. Inclusive un nene de 8 años que recibió un balazo arriba del ojo.
“Es muy importante aclarar que no hubo ni existió ningún tipo de pedido de audiencia pública por parte de los denunciantes”, afirma el comunicado del Ministerio de Seguridad, publicado a pesar de conocerse las manifestaciones de los vecinos en la denuncia realizada en la Justicia. El texto del Ministerio, conducido por Patricia Bullrich, se dio conocer tras las felicitaciones públicas de la Ministra a gendarmes, supuestamente heridos, que habrían participado de la represión.
Fuentes aseguran que el sábado 30, un día después de la represión, otros efectivos de la Gendarmería estuvieron en el barrio amenazando y golpeando a vecinos para silenciar la denuncia. “Por último, asistimos junto a la Dirección de Participación Comunitaria, a conversar y obtener la palabra de los integrantes de la murga, pero se han negado a hablar”, agrega el comunicado del Ministerio de Seguridad. Insólita apreciación sobre el dialogó tras la brutal represión y posteriores amenazas.
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