Griselda Galarza: “La lucha de Miriam Villa fue un ejemplo por lo inclaudicable y abnegado”

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Griselda Galarza: “La lucha de Miriam Villa fue un ejemplo por lo inclaudicable y abnegado”

23 Marzo 2021

Por Juan Borges

La Red de docentes, familias y organizaciones del Bajo Flores es un colectivo que desarrolla múltiples tareas de contención y acompañamiento a los vecinos del Barrio Padre Rodolfo Ricciardelli, conocido también como Villa 1.11.14. A su vez, desde la Red realizan acompañamiento de familias en la búsqueda de personas desaparecidas o víctimas de violencia. La docente y referente de la Red, Griselda Galarza, dialogó con AGENCIA PACO URONDO sobre las actividades que vienen desarrollando. Además, habló sobre la muerte de Miriam Villa, joven madre y luchadora social asesinada en el barrio, en 2016. El próximo 4 de abril se cumplirán cinco años de su asesinato.

APU: ¿Qué tareas desarrolla actualmente La Red?

Griselda Galarza: A partir de la declaración del ASPO (Aislamiento social, preventivo y obligatorio) y después la (Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio) entendimos que se iban a presentar múltiples problemas en los sectores populares y vulnerables del territorio del Bajo Flores. A partir de ahí se vienen desarrollando estrategias junto a los diferentes espacios que conforman la red: escuelas, Cesac, comedores.

A principios del año 2020 sacamos un documento llamado “Cuarentena sin hambre”, allí planteábamos la crisis alimentaria que finalmente sucedió y el aumento de la imposibilidad de acceder a la alimentación por parte de esos sectores. En general las respuestas a estas carencias las enfrentamos las instituciones barriales, las organizaciones comunitarias, la iglesia, las escuelas.

La Red impulso un voluntariado de 60 compañeros que cubrieron un relevamiento de 450 familias y un total aproximado de 9000 personas donde detectamos múltiples situaciones relacionadas a hacinamiento, falta de alimentación, pibes sin escolarización.

A partir de allí fuimos tejiendo estrategias. Actualmente el Gobierno de la Ciudad sigue sin solucionar estos problemas. El IVC (Instituto de la Vivienda de la Ciudad), ya no da respuestas en los barrios. El único enlace entre los sectores populares y el Estado son las escuelas que vienen paliando la falta de alimentación. Los problemas de la educación y de trabajo se han agravado mucho y no se dieron respuestas. La falta de conectividad y el acceso a la tecnología de los sectores más vulnerables hizo que el año pasado no tuvieran un seguimiento del proceso educativo.

APU: ¿La Red también se encarga de la búsqueda de las chicas que desaparecen?

GG: Además de desarrollar una tarea de acompañamiento social allí donde no está el Estado también nos ocupamos de buscar a las pibas que desaparecen. Asumimos esta tarea viendo la cantidad de casos de desapariciones. Convocamos a un voluntariado para darnos una ayuda. Este trabajo lo iniciamos en el 2015 cuando veíamos que las pibas se iban de sus casas debido a su vida de miseria y el lugar central que ocupan los varones en el Bajo Flores mientras que las pibas cumplen su condena a las tareas domésticas y a su rol pasivo de servidumbre. Nosotros intentamos visibilizar y poner en el centro del debate que las pibas debían tener una vida plena y de desarrollo, eso es función del Estado y no lo realizan. Además, cada vez que hay una vulneración de derechos se implementa un dispositivo burocrático muy tedioso y los entes encargados en CABA no realizan sus funciones por falta de presupuesto y de políticas claras para resolver.

APU: Se cumple un nuevo aniversario de Miriam Villa, una referente barrial en la lucha contra las violencias. ¿Qué reflexión se puede realizar al respecto?

Griselda: Se cumple un nuevo aniversario de la muerte de Miriam. Esa familia y su historia representan una verdadera tragedia. Si viviéramos en un mundo más justo ese tipo de tragedias no deberían suceder. Miriam fue una víctima de la desidia del Estado de las mafias del narcotráfico, de la injusticia de la llamada justicia. Tenemos una deuda enorme con ella y su familia. Miriam al morir dejo sus dos hijos sin ningún acompañamiento del Estado. El de ella es un caso de lo que genera la violencia en los barrios que ejercen las mafias de la droga y nadie las combate. La política de seguridad sin políticas preventivas y de inclusión no sirve. Con la mirada punitiva no alcanza. Hay pibes que son mano de obra de esos narcos porque no tienen oportunidades de estudiar o trabajar.

Primero habían matado a Yiyo, el hijo de Miriam. Ella estuvo presa un tiempo y salió con el proyecto de cuidar a su familia. Su hijo robaba a los que entraban a comprar droga en la villa. Le advirtieron que no lo hiciera. Yiyo estaba perdido en el consumo y no pudo frenar. Le pegaron 28 tiros. Su madre comenzó a luchar para hacer justicia por su hijo, pero termino muerta en una balacera después de recibir 12 tiros. Después padece una larga agonía y finalmente fallece. Quedaron Luca y Kiara solos que eran los otros hijos de Miriam. Hace poco las patotas del PRO que manejan el tema de la limpieza dentro del barrio fusilaron por la espalda a Cristian que era el tío de estos dos menores. Era quien se había hecho cargo de ellos después de la muerte de Miriam.

La lucha de Miriam fue un ejemplo por lo inclaudicable y abnegado. El de ella es un caso paradigmático de la violencia que ejercen las mafias narcos en los barrios, ante el absoluto silencio de todas las instancias gubernamentales responsables de poner un límite, de combatir esas lógicas 

APU: La llevo a otro tema, ¿qué respuestas del Gobierno de la Ciudad obtuvieron con respecto a la problemática alimentaria?

GG: Con respecto a la cuestión alimentaria nos sorprendió el blindaje que tuvo Larreta y esa problemática en CABA. Nosotros desde el principio nos movilizamos exigiendo un Plan de emergencia alimentaria porque veíamos que el ASPO estaba provocando una generalización de la falta de trabajo y alimento en los sectores populares. En esa marcha participaron ceca de 400 vecinos enfrente del Instituto de la Vivienda de la Ciudad. Lamentablemente la mayoría de las organizaciones sociales no se movilizaron y eso le quito fuerza a nuestras medidas. Era necesario salir más allá del respeto al ASPO y el cuidado. Era la época de la convivencia en las cadenas nacionales de Larreta y el gobierno nacional.

Los funcionarios del IVC, es decir el gobierno de Larreta nunca nos dio respuesta. Lamentablemente el hecho de que el jefe de gobierno de CABA se sentara con el Gobierno nacional hizo que algunas organizaciones no nos acompañaran en el reclamo. 

APU: Otro de los temas más graves de la semana pasada fue la desaparición de Maia Yael Beloso, ¿cómo analizaron lo sucedido?

GG: El caso de Maia es paradigmático porque ahí se visibilizan un montón de derechos vulnerados. El caso de ella muestra el abandono y la indiferencia del Estado; vivir debajo de un puente y ser invisible para todos. Los medios salen a hablar como si fuera un caso aislado y salieron a pegarle a la madre y a expresar sentido común. El mismo día de la desaparición nos pusimos en contacto con el caso porque nuestras pibas del Bajo Flores caminan por Cildañes y sacamos un flyer en nuestra Red para colaborar con su búsqueda. De hecho flyer salió antes que que publicó el Ministerio de Seguridad de Ciudad. 

Nos comunicamos con la tía de Maia para ayudarla porque sabemos que no les toman las denuncias. El caso de Maia nos muestra la enorme hipocresía de nuestra sociedad que juzga y condena poniendo aberrantes hipótesis desconociendo una realidad invisibilizada. Lo bueno fue la organización de los vecinos y los cortes en apoyo y pidiendo que se esclarezca la situación de Maia. La organización popular estuvo a la altura de las circunstancias. De hecho, la organización popular presionó para que finalmente apareciera.