Gustavo Melman: “Todo el aparato judicial, desde las comisarías hasta cada resorte del mecanismo de cuidado, está fallando”
AGENCIA PACO URONDO dialogo con Gustavo Melman, padre de Natalia, torturada, violaron y asesinada por tres policías de la Bonaerense, en 2001. En el mes de febrero se denegaron los pedidos de libertad condicional anticipada a dos ex policías bonaerenses condenados por el caso.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué balance puede realizar al cumplirse 22 años del crimen de su hija Natalia?
Gustavo Melman: El balance tiene que ver con aquello que vivo y siento. En ese sentido puedo decir que cada día extraño más a mi hija y quisiera que este conmigo. La vivencia es que tuvimos que luchar mucho, acompañados de otras personas que nos acompañaron, para tratar de hacer justicia. Ha sido y sigue siendo una vida de lucha de toda la familia, porque esto nunca se termina. Lo hacemos para tratar de responder a lo que hizo Natalia en su momento luchando por su vida.
APU: ¿Qué visión tiene del desempeño de la Justicia en la investigación y posterior sentencia?
GM: La llamada Justicia está conformada por hombres. Hay abogados, jueces, fiscales. Algunos trabajan bien y otros lo hacen de mala manera. Nos ha tocado vivir distintas experiencias con diferentes personas a lo largo del proceso. Es muy importante que exista un Colegio de la Magistratura que realmente trabaje bien. A través de realizar investigaciones y después sentencias que sean justas para ir depurando nuestro sistema judicial. Estamos a 22 años del crimen de mi hija y se viene un juicio por uno de los asesinos, otro ha quedado libre. Por otro lado nos encontramos en una lucha para que no le otorguen la libertad condicional que está pidiendo la defensa de los condenados. Evidentemente no podemos estar conformes con el cumplimiento de la Justicia. Nos llevó la vida esta lucha. Abandonamos a nuestros hijos, a nuestros nietos.
APU: ¿Hubo un pedido del beneficio de la libertad condicional para los culpables del crimen que fueron denegados por los jueces?
GM: Efectivamente. Un juez voto a favor de conceder la libertad condicional y los demás votaron en contra. Somos conscientes de que van a estar pidiendo cada tanto que le otorguen ese beneficio y en algún momento se lo van a conceder.
APU: ¿Qué opinión tiene sobre la cantidad de Femicidios que suceden cada año?
GM: La causa de Natalia, mi hija, está enmarcada en un caso de violencia institucional pero también es considerada un femicidio. En cuanto a los gemicidios que suceden cada vez más considero que de alguna manera se lograron visibilizar gracias a la lucha de las mujeres por denunciar y lograr transformaciones. Todo el aparato judicial, desde las comisarias hasta cada resorte del mecanismo de cuidado está fallando. No funcionan como deberían. Lamentablemente los femicidas siguen matando por no respetar ni comprender la igualdad que piden las mujeres. Por otra parte también lo hacen por la gran impunidad y falencia en la justicia. Esos hombres consideran a las mujeres como objetos de su propiedad y no toleran ningún tipo de libertad. Lamentablemente muchos sectores en la justicia adhieren a ese pensamiento patriarcal y misógino. La lucha de las mujeres es medular y están removiendo las conciencias de muchos estamentos. Eso hace que varios jueces vayan cambiando su visión y otros lamentablemente siguen siendo patriarcales.
APU: ¿Considera que debería llevarse a cabo una reforma judicial?
GM: Considero que es necesario un cambio profundo que involucre lo cultural, social y necesariamente la justicia es un estamento a transformarse. Desde los barrios es necesario cambiar ciertas miradas y conceptos que no son positivos. De esta manera seguramente lograremos que la justicia obre de otra manera. Es necesario proteger y tratar con respeto a las mujeres que denuncian porque está en peligro su vida.
APU: Alguna reflexión que quiera expresar sobre su hija.
GM: Ya pasó mucho tiempo pero quiero mencionar que Natalia era una jovencita de 15 años que tenía una vida por delante. Tenía numerosos sueños, que seguramente los habría cumplido porque era una verdadera luchadora. Lamentablemente le arrebataron la vida de la manera más cruel. Esas personas que la mataron son un símbolo de la barbarie, de lo que no debe ser ni hacer una persona. Además, los que lo hicieron eran hicieron personal de seguridad que esta para cuidarnos, es decir policías. Ellos no cuidaron a mi hija sino que la torturaron, la violaron y la mataron.