Murió Telmo Pachao: el adiós a un luchador que quiso justicia por su hijo
Por Santiago Haber Ahumada
En la madrugada del domingo, después de chocar su motocicleta contra un árbol, murió Telmo Alejandro Pachao. Perdió la vida en el instante.
Pocas veces uno tiene la suerte de ver a personas que lleven a la acción lo que dicen con palabras; Telmo era una de esas personas. Luchó reclamando justicia por su hijo Diego, asesinado a golpes en 2012 por efectivos de la policía de Catamarca dentro de una comisaría (después de arrestarlo porque pidió a los agentes de la fuerza de seguridad que no golpearan más a su amigo).
Con su megáfono y sus palabras, realizó incontables movilizaciones exigiendo que los responsables (a los que él siempre mencionó con nombres y apellidos) fuesen condenados, y que su hijo pudiese así descansar en paz.
Telmo siempre etiquetaba a todos sus contactos en las publicaciones de Facebook para que se enterasen de los casos de violencia policial de Catamarca, o para denunciar las operaciones mediáticas y encubrimientos de los diarios más importantes de la provincia. No descansaba.
La relación que tuve con él fue casi siempre por teléfono; dos veces pude juntarme con él en persona para hablar sobre la causa de Diego. Dieguito, como él le decía.
Hace un par de semanas, hablamos por Facebook. Discutimos. Él estaba muy enojado por la poca convocatoria que estaban teniendo las movilizaciones que organizaba al frente de la Casa de Gobierno. “Es terrible sentir que la vida de mi hijo no vale ni un carajo para nadie. Es nada”, me dijo. Y yo no supe qué contestarle. Le dije algo sobre cambiar de estrategia, sobre movilizarse a otros lugares, o realizar un festival. Los dos sabíamos que él tenía razón: para un albañil catamarqueño de 20 años, la justicia camina con pies de plomo y en círculos.
Seguiré sin saber qué contestarle, qué decirle. Hoy, sin embargo, recuerdo que conocer a Telmo fue lo que me lanzó a escribir en esta agencia sobre violencia institucional. A él, y a su lucha, le debo mucho más de lo que jamás se imaginó.
Hoy escribo con el dolor de perder a un amigo, con la angustia del temor de la partida, con la impotencia que brota de la injusticia, pero también con la certeza y la convicción de que seguiré escribiendo para que nada de lo que Telmo hizo se disuelva en el aire.
El caso Pachao
Diego Pachao (20) murió el 14 de marzo de 2012 en el hospital San Juan Bautista tras haber sido arrestado durante 15 horas en la Comisaría 7ma de San Fernando del Valle de Catamarca. Ingresó al hospital en estado de coma irreversible, a causa de los golpes de los efectivos antes de detenerlo y en la comisaría.
La policía detuvo a Diego en la mañana del domingo 11 de marzo, en la Avenida Los Legisladores, después que Pachao le rogara a los policías que dejaran de golpear a su amigo, Mario González, que estaba en el piso recibiendo una golpiza de los efectivos.
Diego habría logrado guardar su celular y una vez en el calabozo intentó contactar a su madre. Al ser descubierto, los policías lo castigaron ferozmente, según cuentan los testigos que compartieron el calabozo con Diego y escucharon cómo lo golpeaban.
Según el informe médico, Diego ingresó a la Comisaría 7ma por sus propios medios y lo retiraron en ambulancia, convulsionando, después de haber estado tirado en el patio de la comisaría, vomitando sangre y sufriendo al calor del sol durante horas.