Adriana Latashen, entrevista exclusiva de la autora del libro Marici Weu
Por Boris Katunaric y Agustín Pisani
APU: Adriana Latashen quien conoce mucho a cerca del pueblo y la cultura sobre todo, mapuche. Ella es licenciada en Letras. Y ha publicado un libro: Marici Weu. ¿Qué tal Adriana
AL: Hola buenas tardes. Es un grito de lucha que se llama Marici Weu. Vos ves escrita la letra c en castellano pero en realidad tiene un sonido doble como si fuera dicha en italiano. Para poder comparar con los escuchas de habla castellana. Porque ellos han encontrado una forma propia de escribir su lenguaje, no como imitación de la letra española. Entonces, el marici suena como si fuera interdental.
APU: Gracias por seguir instruyéndonos al respecto. De la fonética, incluso. Teníamos ganas de conversar con vos acerca de tu libro y además, sobre estas noticias que venimos escuchando acerca de cómo prenden fuego casas, cómo entran a territorio mapuche y los reprimen, los dejan sin nada. Hoy hubo más novedades al respecto. ¿Qué sabés vos? ¿Cómo lo ves?
AL: Es un tragedia que no es nueva. Es muy interesada. La disputa es por la tierra. Ellos están defendiendo su territorio y hay terratenientes muy interesados en esa zona. Porque hay muchísima riqueza en esos territorios.
APU: Los han ido corriendo
AL: Vos pensá que acá: Chivilcoy, Junín. Son palabras de Mapurungun. Ubicui. Ellos vivían en tierras fértiles. No es que ellos tienen algún interés en vivir sobre la piedra. Pero las sucesivas invasiones superpuestas los fueron desplazando. Ahora les ha tocado zona de montaña y se ha descubierto que en la montaña hay también gas, petróleo y minas. Así que ya no quieren tenerlos allí.
APU: O sea que los siguen desplazando continuamente.
AL: Es una historia vieja. Es una historia del siglo XIX.
APU: ¿Qué podés contarnos acerca del avasallamiento hacia la cultura mapuche?
AL: Uno de los principales problemas que tenemos es que no reconocemos, dentro de la cultura estatal, que el estado les hace daño, incorporándolos, de prepo, a la integración de una cultura que es ajena a la cultura mapuche. Ellos vienen con su idioma, vienen con su pasado histórico común, su memoria histórica, su caudal filosófico, sus canciones, sus cuentos. Traen toda esta riqueza y nosotros en la escuela se lo sacamos. Les enseñamos otra cosa, otra bandera, otra historia. En el que les decimos que los indios vivían. Y que son indios. Ellos se enteran en la escuela que Colón se equivocó y los trató de indios. Porque Colón viajaba a las Indias, no viajaba a América. Se lo inventó después. Nosotros les decimos indios y además en los libros de historia dicen, a pesar de los siglos y de ya toda la clarificación que ha habido, dice “existían”, “vivían”. Y ellos viven y están en la escuela, y les enseñamos eso.
Uno de los principales problemas es la ignorancia consiente con la que impartimos saberes. Saberes nefastos.
APU: Pensaba en el ex Ministro Bullrich diciendo que iban a hacer la Campaña del Desierto pero con la Educación.
A: Exacto. Ellos saben que rol juega la educación. No fue inocente, ingenuo, ni ignorante. Forma parte de un plan que están cumpliendo a rajatabla. Es un plan en el que está el ex Ministro, que ahora es candidato a Senador, ya con todas las posibilidades de llegar a ser senador. Sin embargo, nosotros sabemos que un tipo como ese, que pertenece al poder y al establishment, que pertenece a los invasores del siglo XIX. Por apellido, por genética, por poder. Ellos tienen miles de hectáreas allá, en territorio mapuche. Entonces, ellos saben que lo dicen no sólo para hostigar sino para anunciar que se viene este hostigamiento que en realidad está ocurriendo. Él dijo eso y no salió a rectificarse, por supuesto. Estaba hablándole a sus socios terrateniente. A los de su clase. Entonces, después de eso empezaron a hacer la Campaña. No es sólo escolar.
APU: En este marco, también está en pugna la Ley…
AL: 26. 160. Nosotros tenemos un marco jurídico adecuado para la territorialidad de los pueblos originarios, que es el artículo 75 inciso 17 de la Constitución Nacional. Y que está reglamentado por la Ley 24.071. Este artículo les otorga preexistencia. O sea, reconocemos su preexistencia, no se la otorgamos. Estaban antes que todas las inmigraciones y estaban antes de fundación de los estados. Por eso la primera Constitución de Argentina dice: “sostener una frontera pacífica con los Indios”. Y esa frontera llegaba a lo que después fue La Zanja de Alsina. No se habían hecho campañas más allá. O sea que ellos pensaban en total posesión. Y los españoles no habían podido invadirlos.
Bueno, después, ha habido una serie de reglamentaciones. Esa Ley 24.071 copia el convenio 169 de la OIT, de la Organización Internacional del Trabajo. Que en todos los Pueblos Originarios reconoce la propiedad comunitaria. ¿Por qué es indispensable el reconocimiento de la propiedad comunitaria? Que se contradice pero no lo vulnera al derecho de propiedad individual. Es indispensable porque sino lo sacamos de su identidad. Porque ellos no son dueños de la tierra. Ellos pertenecen a la tierra.
APU: Ellos son hijos de la tierra, en algún sentido
AL: Ellos tienen pertenencia. Depende del pueblo. Por ejemplo, en el pueblo Aymará vos vas a escuchar la palabra hijo. Como relación con la tierra. En cambio, el Mapuche es el Che de la Mapu. Che ese vos que tenemos nosotros, que decimos: `che, vos vení´. Lo decimos en mapurungun. Y el che, la persona, pertenece a la tierra. Mapuche, significa che de la mapu: persona que pertenece a la tierra. Entonces, la propiedad individual no puede a ellos dejarles desarrollar su itinerancia. Porque ellos tienen en su cultura, que nosotros mal llamaríamos `ecología´. Ellos tienen lo que se llama: la circulación de acuerdo a las estaciones. Cuando hay invierno en una zona territorial, ellos trasladan todo su ganado a las zonas de verano para que la tierra descanse. Entonces, la tierra se repone. No la explotan a la tierra. Los recursos naturales, para ellos, no son recursos naturales. Son pertenencia de un ciclo ecológico al que deben preservar para que la armonía de la tierra no se distraiga, no se dañe. Entonces, es indispensable que ellos tengan lo que nosotros denominamos `la propiedad comunitaria´. Ellos viven, no es que tienen denominación. Tuvieron que plantearse estos códigos por las invasiones nuestras. Porque ellos tenían un paradigma que no ponía en disputa la libre circulación dentro de su territorialidad. Ellos estaban perfectamente libres yendo y viniendo con su agricultura, su ganadería y su industria. Que es muy potente y milenaria.
APU: Lógicas opuestas. Como puede ser el monocultivo. Opuesto a lo que estás describiendo.
AL: Precisamente, el monocultivo, nosotros nos hacemos mucho daño con todo eso. Pero muchísimo daño. El desmonte. Nos hacemos muchísimo daño. Ellos son muy conservadores de un estilo de vida. A pesar de que tienen fronteras de Trasquintu. Trasquintu significa intercambio equitativo, o sea, fronteras comerciales lábiles. O sea, es muy ágil el comercio entre los pueblos originarios. Pero no fronterizo como diciendo hay un gerdarme en este límite y vos podés ir hasta acá y hasta acá no podés ir si no mostrás el documento. Ellos nunca lo tuvieron. Pero eso no quiere decir que no tenían una economía muy fuerte y de muchísimo intercambio. Pero un intercambio equitativo que tiene un valor. El valor del cullín. Que sería el valor que nosotros mal llamaríamos `precio´. Y acude el cullín a algo mucho más fuerte que tanto tiene, tanto vale. Que es el sostén de un equilibrio determinado de las energías de la naturaleza. Es una cultura milenaria muy rica. Pero cuando digo milenaria no me refiero a los 5.000 años de la Biblia o los 8.000 años de Las Mil y Una Noches. Me refiero a 20.000 años de cultura en el mismo territorio. Es algo mucho más sólido y permanente que los fortifica mucho. Y, nosotros, con apenas 200 años hemos aprendido poco de ellos, muy poco.
APU: Por eso se los trata con tanta violencia y sin comprenderlos.
AL: Es una ignorancia calculada. Yo no lo veo como una ignorancia. El hombre común incluso, no el del poder, que no es común; el ciudadano común, que anda por la calle, repite slogans que los del poder le dictan pero es ya una ignorancia calculada para decir: `no quiero enterarme´. Porque no nos gusta pensar que creamos nuestra patria sobre genocidios superpuestos. Entonces, mejor no pensemos en eso. Se sostiene la ignorancia con absoluta frialdad.
Cuesta mucho interferir en los educadores, en su manera de ver las cosas y explicarles. Ahora se ha hecho camino, entonces se escandaliza un poco más la persona, pero nosotros hemos tenido enorme cantidad de represión en comunidades mapuche. Pero enorme, yo no puedo enumerar la barbaridad que hemos vivido.
Estas suenan porque desapareció Santiago Maldonado. Y al pueblo argentino las desapariciones lo marcaron de manera tan trágica que reacciona cuando desaparece alguien. Las cantidad de invasiones a territorio mapuche no fueron tan vilipendiadas por la sociedad argentina y lo hace ahora encadenada a la desaparición de Santiago Maldonado que con plena conciencia defendía los derechos Mapuches.
APU: Querés contarnos del libro Marici Weu.
AL: Marici Weu es un libro que nace de un equívoco. Yo estudiaba licenciatura en letras, ya era profesora. Y, mientras daba clases tenía muchos alumnos mapuches que querían ser mapuches y no argentinos. Y a mi me llamaba mucho la atención esa fortaleza identitaria. Además que el argentino se reconocía como tano, hijo de tano, `nosotros somos gallegos´se decía. Y yo tengo sangre alemana, decían los alumnos de allá, de Neuquén, donde yo viví 25 años. Entonces, yo salí a pensar, desde el punto de vista literario, que la identidad se marca en las canciones y en los cuentos. Y entonces salí a buscar en las casas de las familias mapuche. Las que tenía más cerca, primero. Después empecé a recorrer más lejos. Qué canciones y qué cuentos le contaban a sus niños cuando eran chiquititos. Y las mamás y los papás me contestaban que les gustaría muchísimo contarles y cantarles, hacerles el epew, la adivinanza, que es parte de la gimnasia intelectual que se trabaja en la educación infantil. Las adivinanzas son poderosísimas, los cuentos y los cantos. Que hay distintos cantos. Nos dijeron: `pero, a nosotros nos roban los niños´. Y, me metieron en una historia no esperada en la que yo creí que la sociedad se iba a alegrar de que descubrí semejante mafia. Porque tuve que recorrer durante cuatro años varios círculos infernales con respecto a esta situación terrible del robo de niños mapuche. Encontramos chicos en Alemania, Suecia. Porque vendían chicos negros a las sociedades rubias que los querían como mascota. Y cosas trágicas como esa. Mafias muy enquistadas. Y, entonces, yo terminé viviendo fuera del país porque la sociedad no se alegró de mi investigación.
Pero Marici Weu, el libro, quedó escrito. Yo me tomé durante un año y medio doble cátedra, doble turno. Dejaba a mis hijos en manos ajenas para ir a dar clase para juntar dinero para la editorial. Para poder imprimirlo. El libro salió y mantiene permanente actualidad. Entonces, es decir, allí ellos entregaron sus saberes. Y más que pedir, en ese libro, la recuperación jurídica de un niño piden la recuperación identitaria. Que es mucho más fuerte que un sólo DNI. Ese libro tiene esa investigación adentro. Son 154 entrevistas que transcurrieron y luego están compaginadas, seleccionadas, transcurrieron durante 4 años. Se trabajó desde 1990 hasta 1994. Año en el publiqué el libro. Doné todos sus derechos a la Confederación Mapuche Neuquina. Que sin ellos no hubiera sido posible hacerlo.
APU: Adriana, ¿Cómo podemos conseguir el libro?
AL: Hace poco tiempo lo digitalicé en una digitalización no perfecta pero legible. Y el libro se entrega a través de Facebook o de correo electrónico, en trasquintu, en intercambio equitativo, de una donación o aporte para la Confederación Mapuche. Ahora no tiene precio. Estamos logrando un buen aporte, un buen apoyo. En mi facebook Adriana Latashen. Me lo piden y yo lo entrego y les doy los datos de la caja de ahorros donde colocamos las donaciones, colaboraciones, cada persona de acuerdo a sus necesidades y deseos lo coloca también. Los que no aportan lo pueden recibir igual. Lo que lo consideran innecesario. Nuestra necesidad es informar, comunicar. Que sepan quiénes son los mapuches. Que algo en ese libro se van a enterar, de algo. Y que se interesen en seguir buscando. Porque convivimos con una sociedad riquísima, fabulosa. Y, capaz, hay personas que dedican más tiempo en estudiar el yuba indú y resulta que acá tenemos el NORAMOQUEN que es mucho más fuerte, mucho más nuestro. Y más delicado, más adaptado a nuestro equinoccio, al Cono Sur. Están invitados a recibir el libro.
APU: Muchas gracias por tus palabras, por tu conocimiento. Por haber escrito ese libro, con todo lo que te implicó.
AL: Te agradezco la posibilidad de difundirlo
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