"Christiane": Una bio-musical científica que resignifica nuestra genealogía

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    Foto: Gabriel Reig
TEATRO

"Christiane": Una bio-musical científica que resignifica nuestra genealogía

20 Abril 2025

Si te preguntara cuántas médicas de la historia conocés, ¿cuántos nombres podrías decirme? ¿Y si te preguntara por varones? Es probable que la respuesta venga muchísimo más rápido para los segundos. No se trata de caer en un binarismo, sino de visibilizar una omisión histórica: de un lado de la historia sabemos mucho menos. Esta asimetría se replica en todas las disciplinas científicas, tanto en Argentina como en otros países. Y ni hablar de las personas trans, travestis y no binarias, que históricamente han sido excluidxs del acceso a la educación formal, estigmatizadxs por los sistemas de salud y relegadxs a lo privado y lo marginal.

Hasta hace poco, yo no conocía a Christiane Dosne de Pasqualini (1920–2022), nacida en París el 9 de febrero. Su curiosidad por la investigación comenzó desde muy pequeña y la llevó, en un contexto profundamente patriarcal, a recorrer caminos impensados para una mujer de su época. Llegó a la Argentina ya de adulta, con formación científica previa. Estudió en Canadá, donde se graduó en Farmacia en la Universidad de Montreal, y luego realizó estudios de posgrado en Estados Unidos. Fue en Argentina donde encontró su espacio de desarrollo.

Discípula de dos premios Nobel: trabajó en el Instituto de Biología y Medicina Experimental con Bernardo Houssay (Premio Nobel de Medicina en 1947 y creador del CONICET en 1958) y también colaboró con Daniel Bovet, Nobel de Fisiología en 1957. Aunque no recibió el mismo reconocimiento, su trabajo estuvo marcado por un rigor, compromiso y excelencia indiscutibles, pero sin el eco de los grandes premios que tradicionalmente llevan nombres masculinos, como quien roza la posibilidad del Nobel sin que éste la toque directamente.

Como tantas otras, no pudo correrse completamente de las tareas del hogar ni de la crianza. Uno de los pactos que hizo con su marido fue no abandonar su formación científica, Rodolfo Pasqualini le propone matrimonio y entre dudas ella responde “bueno, pero con una condición: que nunca me hagas dejar mi trabajo”. Él contestó: “Está bien, pero que sea en la Argentina". Esa parte fundamental en la obra marca un antes y después en la vida de Christiane. Así fue como, entre hijxs (cinco), investigaciones y laboratorios, se especializó y realizó aportes clave a la medicina.

Fue la primera mujer designada miembro titular de la Academia Nacional de Medicina en 1981 y una figura central en la investigación del cáncer experimental y la inmunología. Fue integrante del CONICET, y sus estudios fueron fundamentales para los avances en el conocimiento y tratamiento de la leucemia. También formó parte de la Sociedad Argentina de Inmunología y recibió múltiples distinciones, entre ellas, el Premio Konex en Ciencia y Tecnología.

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Christiane Dosne de Pasqualini

Ahora que conocés a Christiane Dosne, vale la pena hablar de la obra de teatro que su nieta, Belén Pasqualini, interpreta. En escena, Belén se pone en la piel de su abuela, ella es también la narradora. Construye un árbol genealógico femenino: una búsqueda íntima por el linaje de las mujeres de su familia. Ese gesto -tan habitual en nosotras cuando queremos entender de dónde venimos y qué memorias nos habitan- resignifica la genealogía como herramienta política y emocional. Como señala la antropóloga Marcela Lagarde, “las mujeres hemos sido despojadas de nuestras genealogías, y sin genealogía no hay identidad, no hay libertad, no hay futuro”.

Además, Belén canta canciones bellísimas (de su autoría) que ilustran la época de Christiane y acompañan el recorrido de la obra. Su voz no sólo evoca un tiempo, sino que se vuelve un canto de lucha, de memoria en movimiento. A través de la actuación y la música, Belén dialoga con su abuela, incluso en su ausencia, como quien interroga al tiempo en busca de sentido. En esa conversación simbólica, se aloja también la conciencia de la muerte, de la finitud, no como una clausura sino como el umbral que da espesor a la existencia. Porque es en la fragilidad de la vida donde se funda la urgencia de ser, de dejar huella, de no haber vivido en vano.

Como escribiría Simone de Beauvoir, “la muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo”. Y así, la obra deviene un acto profundamente filosófico y amoroso: una nieta que hace hablar a su abuela a través de su cuerpo, su voz, sus canciones; una mujer que, al asumir la ausencia, decide volverla presencia activa.

Belén resignifica su pasado familiar para compartirlo con el público y hacerlo circular. Porque si bien para ella fue su abuela, para nosotrxs es una figura colectiva, parte activa del presente y del futuro. Una mujer que dejó un legado en la Argentina. “Desde chica que idolatro a mi abuela Christiane. En el colegio, recuerdo que en segundo grado me pidieron que llevara a un héroe/heroína para la siguiente clase y, en vez de optar por Batman o la Mujer Maravilla, yo llevé a mi abuela”.

Teóricas feministas como Adrienne Rich o Rita Laura Segato, han señalado la importancia de re-escribir nuestras memorias desde una clave de resistencia. Segato dice con precisión: “si las mujeres no escribimos nuestras memorias, no existimos en la historia. Y si no existimos en la historia, no tenemos destino”. Conocer a nuestras ancestras científicas, médicas, sabias, también es una forma de emancipación. Porque si no conocemos esa historia, es como si no hubiera existido.

Christiane, que a lo largo de su vida dejó huellas profundas en la medicina argentina y mundial, escribió su autobiografía bajo un título que sintetiza su forma de vivir y de trabajar: “Quise lo que Hice, Autobiografía de una Investigadora Científica”, retomando la célebre frase de Jean-Paul Sartre: “La felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace”. Esa elección no es menor. Habla de una ética del deseo y del hacer, una manera de construir sentido en un mundo que no siempre estuvo hecho para que las mujeres lo habitaran desde el conocimiento.

En un presente donde la historia aún se escribe con omisiones, esta obra es también una reparación. Un acto de justicia simbólica que, desde el arte, devuelve a una mujer su nombre en el linaje de la ciencia, pero también la humaniza: abuela, madre, amante, investigadora, cuerpo y voz. Belén Pasqualini no sólo homenajea a Christiane Dosne, sino que la reinventa en escena como un gesto vital de resistencia, de ternura y de sentido.

En esa narración abierta, conmovedora y compartida, cada función se vuelve una forma de prolongar la vida. La de Christiane. La de Belén. La de todas nosotras.

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Christiane
Foto: Gabriel Reig

Ficha artística

Actuación: Belén Pasqualini

Dramaturgia: Belén Pasqualini

Dirección musical y música original: Belén Pasqualini (excepto por “Smoke Gets In Your Eyes” de Harbach/Kern)

Diseño de iluminación: Martín Fernández Paponi, Claudio Del Bianco

Ilustración y arte: Sofía Esparza

Fotografía: Angelo Bendrame

Diseño gráfico: Mery Pastore Camino

Prensa: Cecilia Gamboa

Dirección: Belén Pasqualini

Duración: 1 hora

Categoría: unipersonal, biográfico, musical, ciencia y arte

CHRISTIANE: un científico biomusical | 20 y 27 de abril, 16h en el teatro Picadero . Pasaje Enrique Santos Discépolo 1857, CABA. disponibles en Plateanet o en boletería del teatro. Duración: 60 minutos. Apto para todo público.