“Amor, crueldad, locura: monólogos y diálogos”, producción teatral de Vicente Zito Lema
Por Martín Tesouro
El sábado 28 de mayo a las 18 horas, Vicente Zito Lema estará presentando su último libro Amor, crueldad, locura. Monólogos y diálogos, en el espacio cultural Hasta Trilce de Almagro, acompañado por Nara Carreira, Alfredo Grande, Diana Maffia y Marcelo Percia. La obra es una producción realizada por la misma editorial independiente y aúna en un volumen diálogos y monólogos de la vasta obra dramática del autor.
Esta obra del gran artista fue presentada el 9 de mayo pasado en el salón Rodolfo Walsh de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires (FIL). La presentación, en esa emblemática casa enemiga, como toda actividad de este incansable militante de la belleza y la justicia, fue un acto de resistencia, un abrazo subversivo, un fuego convidado antes de que arrecie el invierno.
La edición cuenta con entrañable prefacio de Horacio González, prólogo surrealista de Norman Briski y centelleantes ilustraciones en lápiz y tinta de Sergio Nicolás Iriarte. Acompañado por Darío Cavacini, Liliana Daunes, Norman Briski y Ricardo Dubatti, el creador de la Antropología teatral poética dio a luz esta nueva publicación realizada por la editorial independiente Hasta Trilce.
La obra está estructurada en dos libros internos: Libro de los monólogos y Libro de los diálogos. El Libro de los monólogos se fragmenta en cuatro universos: Monólogos del manicomio; Monólogos de las fusilaciones; Monólogos de la lengua sucia (servidumbre); y Monólogos del gran amor (Mater). En el Libro de los diálogos hallamos cinco textos: Diálogo de una madre loca con el guardián de la razón; Diálogo de Eva y las mujeres; Diálogo de una hija que viene del exilio y su madre, una sombra, apenas; Diálogo del poeta y la parca; y Diálogo del poeta y la madre que susurra. Como epílogo generoso tenemos Las islas en el manicomio (“Gurka” dialogada 40 años después), la obra que Vicente está presentando este mismo año junto a Nara Carreira; y un cierre hechizante de posfacio con un decálogo Acerca de la Antropología teatral poética.
La presentación oficial fue organizada por las editoriales independientes que hace tiempo vienen publicando la obra de Zito Lema. Editorial El colectivo, que en 2010 publicó la obra de teatro La pasión del piquetero ¡Hay que matar a los pobres!, creación que empuña la poesía para enfrentar los caballos de la muerte, el asesinato cobarde de Maximiliano Kosteki y Dario Santillán en manos del aparato represor estatal el 26 de junio de 2002 sediento por imponer orden en una Patria desnutrida y agobiada de miseria; editorial La cebra, quien lanzó en 2019 Cantos oscuros de días crueles, obra poética que expone la sensibilidad inteligente del autor en el padecimiento de los aciagos días del retorno neoliberal al país; y Ediciones Hasta Trilce, responsable de la presente novedad Amor, crueldad, locura. Monólogos y diálogos.
AGENCIA PACO URONDO estuvo presente en el evento de la FIL y comparte las sentidas palabras del autor:
Siento lo que se llama exceso de objeto, como un niño que se encuentra en un lugar lleno de caramelos, masitas, juguetes y no sabe por dónde empezar. Como de los laberintos se sale por arriba, agradezco que estén los que amo desde hace mucho tiempo, agradezco que estén otros también que tal vez recién los conozca hoy y por haber compartido esta ceremonia ya pasan a ser parte de mi propio ser, agradezco a mis amigos del alma que están acá, agradezco a Sergio Iriarte, ustedes todavía no lo tienen pero el libro cuenta con unas ilustraciones maravillosas que ha hecho Sergio, con quien he trabajado también en mis últimas puestas de obras. Él hace con la luz lo que yo intento hacer con la palabra. Y además me siento muy honrado, pero no con boca retórica sino sinceramente, de que las editoriales independientes hayan organizado este encuentro.
Amo reflexionar humildemente desde la dialéctica, y sabemos que uno puede ir del todo a las partes o de las partes al todo. El todo es complejo y está por hacerse, las partes son más cercanas y uno puede acompañarlas en el rocío hasta llegar a conquistarlas. Vayamos entonces desde lo pequeño en la construcción del mundo que será mejor porque, como alguna vez me animé a decir, el infierno ya está vacío porque todo el mundo vive en este país. Y eso tiene mucho de cierto y mucho de mentira porque hay otra gente mucho más hermosa que vive también acá. Aunque no quiera, cada vez que abro una puerta veo la contradicción con lo que ya estoy diciendo.
También les comparto que cuando hoy entré sentí que estaba otra vez en el exilio. Tengo poco que ver con este lugar. Me sentí ofendido cuando entré y leí un gigantesco cartel: “Cultivar el suelo es servir a la patria”. Me parece una injuria, una ofensa, algo que huele a podrido por los cuatro costados, que de belleza no tiene nada y de muerte tiene mucho. Y sin embargo estoy acá. Porque también hay que pensar en lo que se puede crear. Si no es como una queja. “Nos instalamos en la queja”, como diría el maestro Pichón Riviere, y yo no quiero instalarme en la queja, quiero instalarme en la esperanza que se planifica, que se crea, que se hace.
Que estén vivas las editoriales independientes quiere decir que la partida de las grandes empresas que viven del trabajo ajeno no ha triunfado del todo. Que haya tantas universidades públicas en lugares donde nunca las hubo y parecía como maldición eterna que nunca las iba a haber, abre la partida. Que sigamos creyendo que la poesía nos pertenece, abre la partida. Que con la conciencia crecemos, abre la partida. Y han dicho que han ganado ellos. El mundo es la vida. La vida nos espera. Y la muerte será potente pero no nos pertenece. A nosotros, nos pertenece la vida. Muchas gracias.