Cómo vivo mi relación a distancia
Por Carola Cossi
Mi vida amorosa (por ponerle un nombre) se resume en mi actual y única relación que vivo con mi novio hace ya casi dos años. Si bien es un tiempo largo, claramente no soy la más experta en el tema. Sin embargo, lo que quiero contar va por otro lado. No podría escribir sobre corazones rotos pero mi experiencia tiene cierta particularidad que no muchas tienen. Esta característica tan singular son los 11.128 kilómetros que nos separan a mí (Carola de Argentina) de mi novio (Oliver de Inglaterra), hecho que deja muy por lo bajo nuestra diferencia de edad de unos tres años y ni hablar de la diferencia de altura. A mis 16 años de edad la única relación que tuve hasta el momento es una relación a larga distancia, vivo esa rareza sobre la que muchas personas indagan, soy de esas personas que son icono de los avances de la tecnología. Ésta es mi opinión sobre las relaciones de este tipo y como vivo la mía día a día.
Brevemente voy a contarles mi historia con Oliver de manera muy general. Conocí a Oliver en la infame sala de chat “Omegle”. Nos caímos bien y decidimos seguir comunicados. Luego de un mes nos pusimos de novios. Nos conocimos por primera vez en persona en Londres dos meses después de que comenzara nuestra relación pero solo nos encontramos por un par de horas. En junio del 2013 Oliver viajó a Argentina y convivió conmigo y mi familia por una semana. En abril de este año logré viajar de nuevo a Inglaterra y quedarme por 10 días, esa fue la última vez que nos vimos en persona. Seguimos juntos hasta el día de hoy de manera virtual.
Creo que cada una de las personas que saben sobre mi relación me preguntaron que cómo hago, que si es difícil, que si no me aburro, que si me dan celos, etcétera. Todas las preguntas que se puedan imaginar me las han hecho a mí. Siempre respondo de manera breve o haciendo un chiste. Si no, podría estar hablando media hora. Y es que responder una simple pregunta me llevaría a tocar otro tema y ese a otro y este a otro. Es muy difícil ser ordenado al hablar del amor virtual, ya que todo puede relacionarse con todo. Intentaré expresarme de la mejor manera posible.
En primer lugar tenemos que desmentir algunas “mitos” que existen sobre las relaciones a distancia. Creo que para la mayoría de las cosas la sociedad crea un estereotipo y esta rareza no es la excepción. Hay varios prejuicios creados sobre esto pero a mi parecer las más comunes de escuchar o de ver son dos. Yo las llamo el Drama y la Relación Imaginaria.
Hablemos primero de la Relación Imaginaria. Este concepto es básicamente el nombre que me gusta darle a lo que algunos creen que sucede en una relación a distancia. Muchas personas afirman que una relación en la cual las personas se comunican de manera virtual no es real, que hay más ficción que realidad. Esta mirada sostiene que en una relación de este tipo las personas, al no poder estar juntas en el presente, viven imaginando el futuro en el que estén juntos y por eso la relación se basa en hechos imaginarios y NO ES REAL. ¿Acaso sólo las personas que tienen una relación a distancia usan la imaginación? ¿Es que los otros tipos de parejas no tienen fantasías sobre el futuro? ¿Acaso estar distanciados nos impide ser fieles u honestos?
Si hay algo que me molesta más que esta suerte de estereotipo es el segundo concepto. Este otro me molesta más ya que se ve mucho en las parejas a distancia, lo que lleva a prejuicios por parte de la sociedad y a generalizaciones. Hay ciertas parejas de este estilo que no pueden parar de sufrir. Viven quejándose de la distancia, maldiciendo al mundo y al destino por estar en su contra y publicando todo en Twitter o en la red social que esté más al alcance de sus manos en ese momento para poner alguna frase entre inspiradora y depresiva que transmita esperanza y tristeza a la vez. A esto me refiero por drama. Hay gente que cree que tiene que vivir su relación de esta manera, que estar distanciados significa una injusticia o un sufrimiento permanente. ¿Cuál es el punto de estar con esa persona si van a vivirlo de esta manera? ¿Acaso no se trata de disfrutar, no es ésa la persona que uno eligió?
Para nosotros fue fundamental desdramatizar nuestra relación, no creemos que sea la mejor manera de estar juntos. No estoy diciendo que vayamos por la vida llenos de alegría todos los días pero el otro extremo tampoco está bueno de parejas que uno ve que conviven todos los días de su vida.
Sí hay algo fundamental que hay que saber para poder entender las relaciones a distancia: la TECNOLOGIA. Si bien una relación así se podría haber dado en el pasado gracias a las cartas, los avances tecnológicos facilitan la comunicación muchísimo más y por sobre todo permiten que las personas se conozcan a la distancia. De no haber sido por Internet nuestra relación nunca hubiera existido. La tecnología nos permite comunicarnos.
Para nosotros la comunicación es algo fundamental, es lo que mantiene vivo todo, es lo que nos une. Lo que más usamos es Skype, esa maravillosa aplicación que permite que escuche a mi novio como si fuera un robot, y lo vea como si fuera mariobros cada vez que baja la señal del Wi-Fi.
A medida que nuestra relación fue creciendo las video-llamadas cada vez se hacían más largas hasta el punto de ni siquiera estar hablando, sólo estar conectados para sentir compañía. Es como si con el tiempo accidentalmente hubiéramos ideado un mecanismo, un sistema. Es muy difícil de explicar y quizás no sea lo más sano ni lo más aceptable pero es como nos acostumbramos nosotros.
Como en cualquier relación cada uno tiene su vida y hace sus cosas separado de su pareja. Ambos vamos a la escuela, salimos, nos vamos de fiesta, estudiamos, hacemos lo que nos gusta, etcétera; pero lo que para una pareja que vive en el mismo continente es estar juntos para nosotros es llamarnos por Skype. Llena un vacío de una manera que nunca me hubiera imaginado, de verdad me siento acompañada de esta manera. Creo que lo más enfermizo que hacemos es no apagarlo durante la noche y dormir así, con la pantalla prendida. Si bien no me gustan los extremos éste es un límite que me he permitido pasar. Es como una adicción.
Sin embargo la tecnología de hoy en día no alcanza para resolver las limitaciones que tener una relación a distancia incluye. Por ello es muy importante ser creativos y utilizar la imaginación. La creatividad es muy necesaria para que la relación funcione. Estos son algunos ejemplos:
- Para ver series o películas juntos usamos el mismo link y le damos play al mismo tiempo.
- Como mandar regalos es caro nos mandamos regalos que puedan ser recibidos de manera virtual (como videos con fotos o cartas)
- En San Valentin decidimos cenar juntos. Lo hicimos preparando cada uno la misma cena.
Como antes decía, no me gusta la idea de sufrir por la distancia, sin embargo hay que admitir que no es fácil. Creo que la adolescencia sumada a los miles de kilómetros no es una buena combinación. En mi opinión esta etapa es donde las emociones se enredan. En una relación en la que hay una barrera tan grande los sentimientos de uno pueden ser muy inestables.
Al convivir durante cortos periodos de tiempo y estar separados por lapsos mucho más largos los vínculos y las emociones que se generan no llegan a concretarse ya que en el proceso la separación quiebra todas tus emociones y volvés al vacío. Ves a esa persona que te hace feliz todos los días, juntos idean un plan, tienen un objetivo. Luchan por eso, ponen mucho esfuerzo y luego esperan. Cuentan los días para que llegue ese momento. Cuando lo consiguen se dan cuenta de lo perfecto que es todo y de lo mucho que valió la pena, forman lazos con el lugar y con la familia. Pero después de sentir toda esa felicidad hay que volver para atrás y dejarlo todo. Las emociones obviamente colapsan.
Muchas personas dicen que los adolescentes no aman de verdad porque no saben a tan temprana edad lo que significa el amor. Yo no creo que eso sea del todo cierto, más bien creo que lo que pasa es que hay muchas dudas al respecto cuando uno está enamorado y es adolescente. Ahora imaginen esos sentimientos cuando esa otra persona está del otro lado del mapa.
Más de una vez mis sentimientos explotaron y sentí como que me hundía en un mar de dudas. Si lo que nos separara fuera la General Paz mi cabeza sólo me torturaría pensando en si es amor lo que siento. Pero esto va más allá. ¿Es real lo que siento? ¿Es acaso inmoral la forma en la que nos conocimos? ¿Qué tenga una relación virtual significa que no puedo convivir con alguien? ¿Cómo va a seguir esto en el futuro?
El futuro por una parte nos asusta y por otra nos alegra. Obviamente queremos que esta situación sea provisoria y creemos que en un futuro no muy lejano no tendríamos que separarnos más, pero la verdad es que hay muchas complicaciones de por medio. Poder estar juntos requiere mudarse a otro país, dejar nuestro país, dejar nuestras familias, VISA, documentos, ciudadanía, idioma, un lugar para quedarse, estudiar en otro país, trabajo, plata, etcétera. Son cosas que están por fuera de mi alcance, podemos pensar en ello y planearlo pero no es suficiente. Pensar en un futuro juntos es construir sobre la nada misma.
Es muy cierto que el poco tiempo que estamos juntos lo disfrutamos al 100%. Hace unas semanas habíamos tenido una pelea con Oliver y por algún motivo el me leyó algo que yo le había escrito el día que me volvía a Buenos Aires. Me sorprendí de la felicidad que esas palabras que yo misma había escrito transmitían, no me reconocía a mí misma. Es algo que no entendí hasta ese momento. Mucha gente que veía mis fotos decía que nunca me habían visto tan feliz.
Recuerdo que las veces que lo vi en persona por primera vez de nuevo la voz le sonaba diferente y su cara se me hacía distinta también. Pero al fin y al cabo me acostumbré. Creo que sólo nos separábamos para ir al baño y lo extrañaba cuando se iba de mi lado aunque sea un segundo. Nuestra relación no cambió en absoluto mientras convivíamos, quizás tuvimos una manera un tanto acelerada de hacer las cosas ya que el tiempo que teníamos era muy poco para muchas cosas que queríamos hacer.
Todo esto es una pequeña parte de la experiencia que viví y vivo. Tiene sus ventajas y desventajas. Si bien las ventajas son menos, son muy especiales y no se comparan con las desventajas. Tuve la oportunidad de conocer una nueva realidad, una cultura diferente, perfeccionar una segunda lengua, viajar, llevar mis costumbres a otro país, etcétera. Me alegro de poder vivir esta experiencia tan especial y espero que algún día esa distancia que nos separa se vuelva un par de cuadras o incluso un barrio, pero por ahora vivamos nuestra realidad.