Dos veces la verdad (Poesía por la aparición con vida de Santiago Maldonado)
Por Paula Dorin
Santi
ago Maldo
nado/desap
arecido/01
-08-17
fantasmas
buscando
en el cajón
de los re
cuerdos un
sol que les
dé vida y
los desem
polve. Hoy
hacen tan
ta sombra
como ayer.
Porque uno
es igual a
dos, a tres
o a treinta
(mil). Lo
lejano se
acerca, la
cercanía
se aleja ca
da vez más,
las tumbas hoy
están vacías. Ha
habido una fuga
en el cementerio
de los que creía
mos haber sepul
tado pero que só lo se echaron
un poco de tierra para simular
ser ellos también parte de la
lágrima. Una tie rra sucia
y sin vida donde no crece
nada más que la muerte o
ni eso. Esa, la que busca que
la otra tierra se vue le y no deje
nacer. Como castillo de naipes sin
terminar de levantar. Pero la sorpresa
del día es que la ger minación terminó
hace tiempo y nada termina con la pri
mavera eterna cuan do nace en un cora
zón nuevo, vacío, dispuesto a ser llenado de vida. Es ahí
cuando el maleducado no tiene cómo seguir y el mal
aprendido pierde el jugo. La historia la escribe
el vencedor pero la vivimos nosotros. Se
remos Santiago hasta encontrarlo.
la revancha que se tomaron es
inversamente proporcional a la que damos
nosotros. No hay ni negocio ni tregua. No hay
cuarto intermedio que resista en la historia una au
sencia como esta. Presente, buscándote, buscándolo,
buscándonos. presente dos veces,
presente en tre todos. En el gri
to callado de voces antiguas, en
las memorias de los vivos, en la
bestialidad ran cia que te impide
ser. Manera há bil de inspirar tu
imagen, insípi da para algunos.
Es que, tu foto recuerda. Da tes
timonio. Dice que exististe, que
existís, que sos, que fuiste, que
serás. Cuen ta que estás, que en
algún lado estás. Y acusa, en si
lencio, por que sólo vos sabés la
verdad, dos veces la
verdad. Misma reali
dad distinta. Pero pa
san los segundos
convertidos en a
gua y se diluyen
en un mar de men
tira lleno de sangre
que de tan mezcla
da ya no se logra
diferenciar. Ese
mar de furia, mar
de rabia, escupe
las historias que
vos contabas, ca
da vez que una
ola rompe con u
na piedra. Hace
once años que
esto ocurre todos
los meses, menos
en julio, porque
ese somos todos.
Seremos julio
hasta encontrarlo.
Jorge Ju
lio López/
desapareci
do/18-09
-06