Ensoñada 1968

Por Liliana Fijtman

Una ciudad cercana al río, chicos cazando ranas con linternas. Un escenario casi despojado: toneles, un escenario de títeres, un carrito.

Gabriela Villalonga (actriz, directora teatral y dramaturga; formada entre otros con Alberto Ure, Carlos Gandolfo, Beatriz Matar y Tato Pavlovsky), expresa, a través del juego y el discurso de un grupo de niños y niñas el atravesamiento social de la comunidad de Ensenada producido por la llamada huelga petrolera, que comenzó para oponerse a la extensión de la jornada laboral, duró tres meses y fue el detonante de luchas obreras que siguieron, tales como el Cordobazo.

Ensoñada 1968 es la tercera producción que el grupo elabora a partir de temáticas emergentes de la sociedad y lo hace a partir del humor, la metáfora, el desdoblamiento de personajes y la ternura.  Asi, transitan por esta puesta los personajes del barrio, el “carnero”, la dicotomía huelga/guerra, los documentos de identidad, los telegramas, el reparto de los alimentos entre los obreros sindicalizados o no y las distintas formas de familia.

La significación que tuvieron en los protagonistas los hechos vividos aparece en los lenguajes, en lo que se dice, pero también en lo que se calla.

No es fácil hacer hablar a un personaje niño o niña sin que se filtre el modismo de los adultos. ¿Qué sabe un niño de la complejidad de la vida adulta? Lo que escucha, o lo que ve; contado o interpretado desde sus saberes previos.

Y si esto es complejo, realizar una puesta donde los únicos que cuentan la historia son los niños, es relatar la profundidad desde la simpleza. Un hallazgo.

La obra se presenta los sábados a las 22:30 h en No Avestruz, Humboldt 1857, CABA. Reservar. Va a sala llena.