Fervor periodístico: Miguel Briante
Por Gito MInore
En el año 1961, con tan solo 17 años, Miguel Briante resultó ganador del II Concurso de Cuentistas Americanos que organizaba la revista El escarabajo de oro. El relato seleccionado fue Kincón, título que con el correr de los años reescribiría y se transformaría en su única novela. Poco tiempo después del certamen publicó dos libros de cuentos: Las hamacas voladoras en 1964, y Hombre en la orilla en 1968. Sin embargo, más allá de estos primeros pasos en la narrativa, Briante supo ganarse un lugar en el periodismo, oficio en el que se inició en 1965 y que desempeñó hasta su muerte en 1995. Durante esas tres décadas, las revistas Confirmado, Primera plana, Panorama, El porteño y los diarios Página 12 y Tiempo argentino contaron con su aporte.
En sus artículos puede vislumbrarse un trabajo sin concesiones. Lejos de conformarse con la información del momento, o la pregunta de compromiso con el entrevistado, Briante indaga, escarba, ironiza e, incluso a veces, incomoda. El resultado de esos reportajes son textos que, si bien toman la palabra del entrevistado, esta no sale indemne. En el diálogo establecido entre ambos se abren preguntas, se las deja abiertas. Briante tiene una gran capacidad para salirse del libreto de aquello que se suele esperar de un periodista. Algo de esta maniobra de la que su autor no se ruboriza, se encuentra sintetizado brillantemente en el cierre del reportaje que le realiza a Adolfo Bioy Casares para la revista Primera plana en 1971. “Muchos fragmentos del diálogo se han perdido; con ellos, alguna íntima, inédita revelación. Mi fervor periodístico no da para tanto; no lo siento demasiado”.
La presente edición de Entrevistas realizada por el sello editorial Mil Botellas, recoge una selección de notas, de estas tres décadas de labor, donde se reúnen las dos pasiones del artista: la literatura y el arte plástico. En una amalgama armónica conviven las voces de Borges, Bioy Casares, Juan Rulfo, junto a las de Jacques Bedel, Alberto Heredia y Carlos Gorriarena.
Como bonus tracks, el tomo incluye “a modo de prólogo” una entrevista de María Moreno a Briante del año 1971, y cierra con el rescate de una nota que desde el periódico La Opinión le realizan en 1972, a él y a Rodolfo Walsh.