Hystórika: anarquía, metafísica y cabaret
Por Gabriela Ram
Heliogábalo fue emperatriz, travesti e irreverente. Fiestera, caliente e insurrecta. Una bomba molotov a la tradición de las clases dominantes. La encarnación de la molestia y el estallido de los márgenes. Heliogábalo es lo que va por fuera. Es la exuberancia de un cuerpo dispuesto al goce en sus propias formas, esa clase de cuerpos que el mundo no espera ver en la cima. Y es, la transpiración alrededor de la cual brota Hystórika, la obra de Ramiro Guggiari que se presenta actualmente en el Xirgu.
Entre los años 218 y 222 D.C reinó en Roma la emperatriz travesti Heliogábalo. En su historia familiar, su trasgresor reinado y su cruel asesinato se basa el ensayo de Antonin Artaud llamado Heliogábalo o el anarquista coronado, el cual es retomado e intervenido a modo de oda satírica y cabaret político en la obra de Guggiari.
Hystórika se compone de capas espesas y brillosas que parecen haber empezado a sedimentarse en los foros griegos y romanos tanto como en la plaza de mayo. En los anfiteatros de los antiguos como en el balcón de Evita. En la aberración clerical de la edad media como en las retrogradas formas actuales de la iglesia católica y sus fieles.
Entre el lamé, la piel patinada y el humo tupido, se produce la onírica textura de un mundo propio y posible en el que pueden convivir textos de Nestor y Cristina junto a los de Artaud, la poética clásica y la rítmica rapera.
En Hystórika todo es demasiado, y es hermoso que así sea. Hay lugar para el despliegue de muy buenas actuaciones, para desparramar sensibilidad y erotismo en el cuerpo de Augusto Chiappe (Heliogábalo) y para poner sin ningún tipo de riesgo la política en el centro de la escena. Hay espacio y planos para que un manifiesto ideológico esté atravesado por la fiesta. Hay lugar también para expurgar las pasiones ante el villano de esta historia, MACRINO. Un abogado del fisco quien fuere declarado emperador sin consultar al senado. Un cobarde que al momento de enfrentarse a las tropas de Heliogábalo huyó como rata.
Y me animaría a arriesgar que hay lugar también para manifestarnos, llevar carteles y consignas sin que ningún programador o dueño de sala llame a la policía.
¿Tendría sentido hacer teatro de otro modo?
HYSTÓRIKA va los jueves de Abril a las 20:30 en el espacio Xirgu Untref