Jornadas de “Memoria, Racismo y Discursos de Odio” en la ex ESMA
Por Maga Pérez
Por decisión de la autora, el artículo contiene lenguaje inclusivo.
El 21 de marzo pasado la comunidad afrodescendiente de todo el mundo conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial. En este marco institucional, a través de una acción conjunta de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), se realizaron en el salón Puigróss de la ex ESMA, las Jornadas de “Memoria, Racismo y Discursos de Odio” como diálogos necesarios en esta semana en que se recuerda el 24 de marzo, Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia.
Encuentro histórico
La iniciativa de ambos organismos del Estado que trabajan en conjunto la perspectiva étnico racial tuvo como eje central “problematizar sobre las consecuencias económicas, políticas y sociales que los crímenes de lesa humanidad dejaron sobre nuestros pueblos y el desafío de construir memoria en torno a ello”.
La apertura de las jornadas estuvo a cargo del secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti y la titular del Inadi, Victoria Donda Pérez, quienes expresaron la importancia y el compromiso de “visibilizar y recuperar la memoria de los Pueblos” para “trabajar contra el racismo y los discursos de odio que resurgen en momentos de crisis”.
A continuación de la apertura se realizaron tres mesas de exposiciones: “Crímenes de lesa humanidad, procesos de memoria y justicia reparativa”, “Poder económico, discursos de odio y formas de dominación”, y también “Interseccionalidad y antirracismo, una política del amor y la igualdad”, que tuvieron como objetivo profundizar aspectos del racismo estructural, su impacto diferenciado por comunidades, género y diversidades, religiosidad y su incidencia en el terrorismo de Estado.
La primera mesa, “Crímenes de lesa humanidad…” contó con la participación del juez federal Daniel Rafecas, quien señaló que “no hay genocidio posible sin discursos de odio”, en referencia en cómo el concepto de “solución final” es el punto de coincidencia entre diferentes procesos genocidas. En este sentido Rafecas se refirió a cómo algunos grupos étnicos, religiosos y políticos que representaban el campo popular fueron demonizados previamente a la persecución. Por eso enfatizó la importancia de “poner en foco la problemática del racismo y discursos de odio como tema a trabajar y combatir con políticas públicas desde el Estado”.
Asimismo las diferentes mesas estuvieron integradas por Andrea Pochak, subsecretaria de Protección de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación; Victoria Basualdo, de la Unidad especial de investigación sobre delitos de lesa humanidad cometidos con motivación económica; la diputada nacional Gabriela Estévez; Greta Pena de la Secretaría de Igualdad del Ministerio de las Mujeres y el periodista Tomás Eliaschev. También entre otrxs invitadxs, participaron referentes de organizaciones de la sociedad civil e integrantes de organismos de la Defensoría del Público, la Dirección Étnico Racial, Migrantes y Refugiados de la Secretaria de DD.HH. y de la Comisión de Reconocimiento Histórico de la Comunidad Afroargentina del Inadi.
El desarrollo de las jornadas configuró sin duda un hecho histórico para la comunicad afrodescendiente que reclamó la necesidad de que el Estado pueda reconocer y ampliar la mirada sobre el negacionismo y los discursos estigmatizantes que históricamente pesan sobre comunidades vulneradas en el ejercicio de sus derechos humanos.
Desde el general Roca como impulsor de una Argentina “blanca y europea” se cometió el primer genocidio perpetrado a los Pueblos Indígenas, y en consonancia la trata trasatlántica de africanos y africanas esclavizados y sus descendientes afroargentinxs, también son asignaturas pendientes en la discusión general de Memoria, Verdad y Justicia sobre los pueblos preexistentes al Estado Nación.
En vísperas del 24 de marzo, aniversario del golpe cívico militar y religioso de 1976, las Jornadas sobre Racismo, Memoria y Discursos de Odio representan un enorme desafío institucional de articulación entre los organismos rectores en materia de derechos humanos.
El Estado argentino y la lucha contra el racismo
El Estado argentino tiene un amplio recorrido en materia de Derechos Humanos. La respuesta democrática al terrorismo perpetrado por la dictadura cívico-militar y religiosa da cuenta de la justicia efectiva y cárcel a lxs responsables de la tragedia de 30.000 detenidxs desaparecidos.
En este sentido la lucha de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo sin duda han inspirado a los diferentes grupos racializados en la lucha por el reconocimiento del Estado y la reparación histórica.
Argentina dio sus primeros pasos también en lo que hoy llamamos perspectiva étnico-racial cuando participó de la 3° Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y otras formas de Intolerancia celebrada en Durban (Sudáfrica) y adhirió al Plan de Acción celebrado en el 2001.
En el mismo se afirmaba la necesidad de un “esfuerzo mundial” para lograr la eliminación total del racismo”. Desde ya la Declaración de Durban continua vigente y requiere el compromiso y acompañamiento del Estado para la aplicación de diferentes estrategias políticas, programas de visibilización con presupuesto que permita trabajar y medidas eficaces que tengan como resultado la transformación de la realidad de las comunidades históricamente discriminadas y racializadas por la sociedad.
Hoy existen programas y proyectos por realizarse en diferentes espacios del Estado donde el activismo afrodescendiente está presente trabajando políticamente. Nos referimos al Programa Nacional Afro de la Secretaria de DD.HH. de la Nación, la Comisión de Reconocimiento histórico de la comunidad afroargentina (Inadi) y el Consejo Asesor integrado por referentes de diferentes organizaciones de la sociedad civil, el equipo de trabajo de mujeres afrodescendientes en el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, con un programa institucional en espera (no puede esperar más) y también el Programa Afro del Ministerio de Cultura de la Nación.
Trabajar en articulación y ampliar espacios es la tarea, aún queda mucho camino por andar.
Qué sucedió un 21 de marzo
La fecha recuerda una de las mayores tragedias que atravesó Sudáfrica en 1960. Miles de personas marchaban en Sharpeville contra el régimen segregacionista, que establecía zonas de exclusión para la población negra y obligaba, a través de la “Ley de Pases”, a tramitar permisos necesarios para transitar en espacios públicos. La protesta derivó en una fuerte represión policial con la muerte de 69 manifestantes y cientos de personas heridas y detenidas, y marcó un antes y un después en el llamado sistema de Apartheid, que conmocionó a la comunidad internacional.
Debido a este acontecimiento, en 1966, la Asamblea General de las Naciones Unidas (mediante la Resolución 2142 XXI) proclamó la fecha como punto de partida de la lucha contra el racismo y la discriminación, instando a los Estados nacionales a fortalecer el compromiso de erradicar estas prácticas en la sociedad.