La increíble historia de "Identificaciones", las obras recuperadas de Ernesto Deira
La desaparición de las obras del artista argentino Ernesto Deira durante la dictadura militar chilena parece formar parte de una historia de película. Con Luis Felipe Noé como el protagonista de la recuperación, la familia del artista, las instituciones que la resguardaron. Eso convierte a la muestra “Identificaciones” en un atractivo ineludible a visitar en el Museo Nacional de Bellas Artes, de nuestro país.
La historia de las obras
La historia de esta serie trabajos de Ernesto Deira comienza en 1971, cuando es invitado a participar de una exposición en la galería de la gestora chilena Carmen Waugh. Son exhibidas por primera vez en Argentina en la galería que lleva el mismo nombre que su curadora (siendo un total de ocho obras). Todas ellas con un alto contenido político, calidad estética, que detallaremos más adelante. De esas 8 obras, Ernesto llevará siete al país vecino. En el mes de noviembre de 1971 las presenta en el Instituto de Arte Latinoamericano (IAL), de la Universidad Nacional de Chile. Esas obras debían viajar a Cuba, pero permanecieron allí hasta el año 1973. El golpe de Estado que derrocó al presidente Salvador Allende ese año y el entorno político internacional hicieron que el artista no reclamara las obras, dándolas por perdidas, quemadas, extraviadas o destruidas: nada bueno se podía pensar de su destino, debido a las temáticas abordadas por el artista.
Fue recién en el año 2003 (una vez concluidas las dictaduras militares tanto en Argentina como en Chile) que en un viaje realizado por su colega y amigo del grupo la neofiguración, Luis Felipe Noé, acompañado por la gestora chilena Carmen Waugh, que por fin se conoció el destino de las obras. Increíblemente estaban en perfecto estado. Habían sido resguardadas por los trabajadores del museo y estaban en la colección del Museo Contemporáneo de la Universidad de Chile.
Esas obras debían viajar a Cuba, pero permanecieron allí hasta el año 1973. El golpe de Estado que derrocó al presidente Salvador Allende ese año y el entorno político internacional hicieron que el artista no reclamara las obras, dándolas por perdidas.
La historia no termina allí. A partir de ese momento, con el conocimiento de la noticia, la familia Deira comienza las gestiones para que las obras regresen a la Argentina.
Las gestiones diplomáticas culminaron en octubre de 2021, con un acuerdo entre los herederos del artista y las autoridades del Museo Chileno. Como parte de este acuerdo las obras son exhibidas hasta el 4 de septiembre del 2022 en el Museo Nacional de Bellas Artes de Argentina, donde permanecerán en comodato durante tres años.
La historia que cuenta cada obra
Una historia se revela ante nuestros ojos. Una serie de pinturas paradigmáticas recuperadas este año para regresar a la Argentina. Desaparecidas durante la dictadura militar chilena, 7 obras de aquella exposición original de ocho (de la octava no se conoce aún destino, sigue desaparecida para el conocimiento público). El observador se convierte en protagonista.
Las pinturas que detallamos son:
Ernesto Deira Sin título, de la serie “Identificaciones”, 1971 Acrílico sobre tela, 200 x 150 cm. Esta obra representa el cruel asesinato y desaparición de personas que fue tapa de los medios masivos de comunicación de ese año. El secuestro, asesinato y desaparición de dos militantes políticos peronistas de la organización FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias).
Se trata de Juan Pablo Maestre y Mirta Misetich. Los esposos y militantes fueron secuestrados el martes 13 de julio de 1971 cuando salían de la casa de los padres de Misetich, a plena luz del día. Ella gritó pidiendo auxilio. Se escucharon tres disparos contra Juan Pablo, antes de que ambos fueran introducidos a un coche.
Mirta continúa desaparecida, ambos fueron secuestrados durante la autodenominada Revolución Argentina, mientras ejercía la presidencia de facto el teniente general Lanusse. Este hecho, que fue mediático y viral si podemos calificarlo así, además de cruento, persecutorio, antidemocrático y criminal; fue el primero en que hubo pruebas de la participación de fuerzas de seguridad y de los modos de operación que el terrorismo de Estado puso a punto: la metodología de zona liberada, secuestro y desaparición de personas, que habría de utilizar sistemáticamente a partir del golpe de Estado del 1976. La obra toma el retrato difundido en los diarios del cuerpo mutilado de Juan Pablo Maestre representada con el lado izquierdo, mientras que en el lado derecho del cadáver está el cuerpo de Ernesto Che Guevara (en el estilo de la representación de Andrea Mantegna, artista del renacimiento italiano), cuya presencia atraviesa toda la serie.
Cuatro de las obra representan los daños físicos sufridos por los soldados norteamericanos durante la guerra de Vietnam. Están basadas en fotografías de una revista científica de la época, Ciencia Nueva, que acompañan la carta de renuncia al cuerpo médico del Ejército de los Estados Unidos que había escrito el neurocirujano Murray H. Helfant al presidente Richard Nixon.
La principal es, quizás, la que representa a modo de hombre de Vitruvio el cuerpo mutilado de Ernesto Che Guevara, sin manos, ni pies. En el sector que describiría los genitales está el retrato de un ranger boliviano, entrenado por el ejército estadounidense para participar de la persecución de todos aquellos que se vinculan a la Revolución Cubana, las ideas comunistas y los ideales de liberación de latinoamérica. El asesinato del Che Guevara impactó en un gran número de artistas durante ese periodo, fue retratado por
Carlos Alonso, Claudio Tozzi, Andy Warhol, muchos artistas de diferentes partes del mundo se vieron interpelados por la imagen de Ernesto Guevara.
Estas obras están vinculadas al asesinato del Che, la independencia de Bangladesh, la guerra de Vietnam, el asesinato del matrimonio de Juan Pablo Maestre y Mirta Misetich, ambos militantes de las Fuerzas Revolucionarias Argentina. Son el testimonio pictórico, la radiografía de una época que no debemos olvidar, para no naturalizar nunca más la violencia institucional, represión policial y persecución ideológica hacia el peronismo.
Identificaciones puede visitarse en el Museo Nacional de Bellas Artes (Av. Del Libertador 1473), de martes a viernes en los horarios de 11 a 20 h, y los sábados y domingo de 10 a 20 h. Hay tiempo hasta el 4 de septiembre y la entrada es gratuita. Para aquellos que quieran participar, se llevará a cabo el Taller de Dibujo Deira, en forma gratuita y sin inscripción previa, el viernes 2 de septiembre a las 18:30 h.