Libros: “El lugar en el que estoy cayendo”, de Paula Galansky
Por Inés Busquets
Los cuentos de Paula son lugares para habitar: un ripio, el río, una terraza, el cielo, un bosque.
Son sensoriales, se tocan, se huelen, se sienten con el cuerpo.
Emigran como los personajes, que van y vienen pero que casi siempre vuelven al lugar de origen para saldar lo inconcluso, para buscar la respuesta, para reafirmar la decisión de haberse ido.
Los cuentos de Paula son un todo, un sistema de relojería que funciona sin intervención, sin embargo lo que más llama la atención de los cuentos de Paula es la forma de contar. La metáfora como fórmula se sostiene logrando un sello constitutivo del estilo. Vemos las escenas, los paisajes, las personas y las emociones a través de otras cosas. Eso genera una poética que se convierte en un punctum a la imaginación, una digresión luminosa, un vuelo que te lleva directo a la nostalgia, al anhelo o al escenario mencionado.
El lugar en el que estoy cayendo, es un libro compuesto por seis cuentos cortos, los tópicos que se trabajan son varios, el amor, la amistad, los vínculos, los viajes, pero hay uno que atraviesa a todos y es el tiempo, como si una línea histórica fuera el eje desde donde entran y salen los personajes. Excepto en el último cuento, allí todo es atemporal y las líneas son paralelas porque existen muchos tiempos a la vez.
"Imagine que esto es un corazón" es una historia que relata la noche de una mujer que acompaña a su esposo en un hospital, a quien van a operar de corazón. En este cuento la noche es una ruta infinita y sin rumbo, donde todo puede suceder; aunque el amanecer regrese la situación a la normalidad quedará ese misterio profundo en una ciudad desconocida.
" Están en un pueblo adventista, montado alrededor de una clínica adventista. Ella atravesó toda la provincia para llegar hasta ahí, mañana van a operar a su esposo del corazón, y no le entra en la cabeza no poder tomar alcohol." Este párrafo sintetiza lo que despertará esa necesidad en un hospital entre rutas, ríos y oscuridad.
" Puntos cardinales" la vida cambia de la noche a la mañana. El pasaje de un cuerpo vivo a la imagen del mismo cuerpo inerte. Una noche puntual en la vida de un padre y un hijo, la charla, el encuentro y el desconocimiento de pensar que puede ser la última.
" Pero lo cierto es que a la mañana, cuando se levante, el chico que ahora estira las piernas en el fresco de las sábanas, todavía un poco ofendido por lo que acaba de pasar, va a despertarse en un mundo diferente."
"El destino de los peces" es el reencuentro de una pareja unos años después, la oportunidad, los planes, las metas, los cambios serán más fuertes que el vínculo que tuvieron alguna vez. La metáfora de los peces les otorgará la posibilidad de volver a elegir la libertad como destino.
" Pero es difícil que dos personas quieran lo mismo, al mismo tiempo."
" Neptuno" una niña pierde a su perro, lo busca hasta desistir, luego crece con la idea de la ausencia definitiva, sin embargo pasados los años un llamado la hará volver a la búsqueda porque un viejo vecino cree haberlo visto; ese regreso no solo tiene que ver con la mascota sino con la vuelta al hogar de su infancia.
" ¿Neptuno? Preguntó varias veces. Y volver a decir ese nombre en voz alta la hizo sentir extrañamente grande. O engañada. Una sensación que solo podía relacionar con la de volver a entrar, después de mucho tiempo, al patio de la escuela."
" Diez inviernos" es un cuento conmovedor y doloroso. Otra vez la muerte irrumpe, esta vez en un vínculo de amor adolescente y volverá de distintas formas, como recuerdo, sueño, evocación o con un encuentro y reafirmará la resistencia de los sentimientos al paso de los años, aunque transcurran diez inviernos.
" Y yo seguí hablando, aunque mis recuerdos nadaran en el derrumbe."
" El lugar en el que estoy cayendo" es el cuento que titula al libro. Y sin duda es una mirada conceptual de toda la obra. En este cuento quien narra es un meteorito, cometa o roca lunar que cae en la tierra y ve en su conjunto todas las situaciones y vidas posibles, en todos los tiempos y lugares a la vez, a una velocidad pasmosa. Como si de alguna manera también observara cada una de las escenas de los cuentos anteriores o de los que estarán por venir. Pienso que la roca lunar es la escritora que logra ver las historias que escribe desde arriba y que las utiliza a su antojo, como actúa la naturaleza.
Este relato me llevó a El Aleph de Borges porque utiliza el mismo recurso para describir y mencionar lo que ve.
" Pasé por arriba de un museo de muñecas, de trenes abandonados, de lagos, de orillas y de un puente caído. Escuché un murmullo a la izquierda, un estruendo a la derecha. Los automovilistas se acumulaban a los costados de los caminos. Todos siempre deseando. Abajo había luces doradas y rojas, voces de niños pequeños al sol."
"Vi el humo y las chispas. Vi el lugar que me iba a recibir."
Los cuentos de Paula son sobre el tiempo y el espacio.
El tiempo y la pérdida de noción. ¿Cuánto dura una noche?
El tiempo y la intensidad del instante, la impermanencia y la muerte.
El tiempo y la madurez emocional. ¿Cuál es esa distancia que se interpone en una pareja cuando el crecimiento es desigual?
El tiempo y la infancia, el paso de los años y la memoria. ¿Se puede volver el tiempo atrás?
El tiempo y el amor. ¿Los años y la ausencia modifican el sentimiento?
Múltiples escenarios, con sus colores, sus sombras, sus ríos, y sus cielos de urbanidad. La dualidad entre el pasado agreste y la promesa de futuro en la ciudad, en las luces, en las ventanas.
" Los lugares en los que se desarrolla esta serie de relatos no tienen referencias muy precisas. Los interiores y exteriores conforman con las acciones y pensamientos de los personajes una especie de paisaje emocional." Se lee en la contratapa y es cierto porque en los cuentos de Paula los elementos se entrelazan, se mezclan, se complementan, además se leen como pequeños destellos pero interpelan con la fuerza de una roca lunar al caer.