Libros: “Lo que no esperan de mí”, de Mat Guillan
Lo que no esperan de mí es la primera novela del escritor argentino Mat Guillan, editada por UOIEA!
La adolescencia es un campo minado. Ahí, en el núcleo, en el centro de la escena se para el personaje de Lo que no esperan de mí, justamente desde ese lugar cargado de expectativas ajenas y sueños implantados.
Una primera persona confesional que utiliza la ductilidad del lenguaje para ser rabia y ternura a la vez, porque la adolescencia también es un estado de vulnerabilidad.
Lo que no esperan de mí trae subrepticiamente una lista de Spotify, en la novela la música es clave y protagonista. Es sonido ambiente, acompaña las escenas, forma parte de la acción, pero sobre todo es una marca de época. Desde Nirvana, Megadeth, Massacre, Los redondos hasta Rodrigo nos va conduciendo cinematográficamente por paisajes, hechos históricos y referencias particulares de comienzos del 2000.
El descubrimiento, el despertar sexual, el extrañamiento familiar, el reconocimiento confluyen con la coyuntura política y social inestable de aquel momento. Una sincronía de estados, de crisis, de desolación que sin saber se transitan juntos.
La implicancia de la familia, específicamente del padre del protagonista en hechos de corrupción y la revelación de su situación económica elevada en comparación con sus pares provocará el abrupto pasaje de la adolescencia a la madurez.
Mat Guillan en su primera novela utiliza el tópico de los vínculos en una etapa de transiciones. Un principio cargado de emoción, desapego familiar y desasosiego que me llevó a la novela Ocio, de Fabián Casas.
Una primera persona confesional que utiliza la ductilidad del lenguaje para ser rabia y ternura a la vez, porque la adolescencia también es un estado de vulnerabilidad.
Un repaso por la infancia, por la composición familiar y un presente incierto, colmado de inquietudes, exigencias y mandatos.
“No quiero estar acá conmigo. Quiero arrancarme la cabeza, sostenerla de los pelos con los ojos en blanco y vaciarme. Desde que era chico que quieren hacerme descargar. Era como si me vieran arrastrando una mochila llena de piedras, pero el problema soy yo dentro mío”.
Como si el punto de partida fuera el aislamiento para desde allí verse adentro de un universo en el cual no se encaja del todo. La salvación en Lo que no esperan de mí está en la escritura:
“Alejarse de lo que uno comprende como propio es sumamente traumático, me dijo mi psicóloga. Es momento de que intentes encontrar tu espacio ahí. Después me adelanto que para este cambio en mi vida tenía un nuevo método de trabajo: necesitamos que te saques todo de adentro. Escribir te va a ayudar mucho. ¿Pero qué escribo?, pregunté. Lo que sientas”.
Y es lo que hará el personaje valiéndose de la herramienta útil y funcional que llegaba para quedarse: internet. Un mundo que viene a romper la esfera entre lo público y lo privado y del cual es muy difícil estar exento: “A mí lo único que me atrapa es internet, pero no soy nerd. Chateo con desconocidos durante horas y es adictivo. Internet tiene ese voyeurismo caníbal que me atrapa”.
La amistad y el amor atraviesan el relato aportando luminosidad a una etapa oscura, con sus frustraciones y vicisitudes pero con aires de libertad. Inmerso en esa sensación de incertidumbre y ansiedad, los amigos y la novia desentonan con la vida lujosa de barrio privado: “Al rato tuve la necesidad de evitar cualquier conversación y me fui a calentar la pava para cebar unos mates por primera vez en mi vida. Sentí que me daba vergüenza sentir donde vivo, qué estudio y qué hago. No lo preguntaron, pero desde que arranqué la ronda, en cada mate que serví tuve miedo de que cualquier pregunta condujera a eso”.
La búsqueda laboral es otro eje que trabaja Mat Guillan, la necesidad de independencia para desprenderse del círculo íntimo que rechaza y por ahí la sorpresa que lo encuentra elegido para su primer trabajo casi por casualidad.
“Buscar trabajo tal vez parezca fácil para cualquiera como yo. Estoy seguro. Pero de chico siempre veía que todos los demás podían treparse a los arboles pero yo no”. “nunca en mi vida pude encajar en ningún lado. No se caer bien. Ni siquiera se jugar al fútbol”. “Trabajar es repetirse”.
La novela se lee de manera fragmentada, en clave virtual como su origen, pero con razón de continuidad. Tiene citas, conversaciones de chat, poemas, comentarios, a veces también aparecen entradas a modo de diario; sin embargo nunca se interrumpe el relato, ni la historia que cuenta.
Lo que no esperan de mí es una respuesta irreverente a la sociedad, es una vía de escape a la promesa de futuro, es una trampa al sistema y una salida posible: la música, la poesía, la amistad.