Los Cuerpos: "Hicimos una conjunción de lo que nos dieron todas las influencias"
Entrevista y fotos por Lole García
Agencia Paco Urondo: ¿Cómo surge la banda?
Hernán Peyrou: Surge hace seis años. Yo estudié música acá en Buenos Aires en la escuela EMC (Escuela de Música Contemporánea). Me formé como pianista ahí. Cuando arranqué la escuela tenía algunas composiciones y más cerca de terminar la escuela pude mezclar toda esa data que me interesaba, que era el lenguaje de la canción. Yo viajaba todos los lunes a Buenos Aires con Sebastián (Delgado) que es el violero de Los Cuerpos y a veces teníamos muchas esperas en esa escuela, entonces nos metíamos en un cuarto con el piano y la guitarra, le pasaba mis temas y le dábamos ahí. Luego, al momento de armar la banda, aparece Pablo (Peyrou) mi hermano y Pablo Buscaglia que era el baterista anterior (ahora está Mateo Otononello). Así nació como cuarteto. Luego de grabar el disco se incorporó Coby (Acosta) que había participado como invitado y ahí nos afianzamos como quinteto.
APU: ¿Cómo fue grabar el primer disco Hombre Vela?
HP: Fue una linda experiencia. Si bien yo había grabado en otros discos como pianista, nunca en un disco con mis canciones. La particularidad es que nos metimos a tocar el disco casi sin haberlo tocado en vivo. Fue un disco bastante casero…los arreglos los terminamos haciendo con Pablo en el estudio.
Pablo Peyrou: Si, hicimos las maquetas de las canciones en casa. Nos juntábamos con la compu, él traía las canciones y las íbamos armando así, bien de casa.
APU: ¿Para ese entonces cuáles eran las influencias musicales?
HP: Te puedo nombra varios: Eduardo Mateo, El Principe, Jaime Roos, Hugo Faturuso, Nicolás Ibarburu, Fernando Cabrera.
PP: Y después tenemos una influencia de la música brasilera que nos gusta a toda la banda, mucho Djaban, mucho Caetano, Gilberto Gil y Lenine, que los descubrimos hace tiempo y puf…lo gastamos. Y luego la parte de Argentina, en general, Spinetta y Fito, el Negro Aguirre.
HP: Yo no curtí tanto Fito, pero el que me partió la cabeza de chico fue Spinetta, que me lo mostró mi profesor de piano, zarpado. Para mí es él. Sin despreciar a ninguno de los músicos como Charly o Fito, el lenguaje que el loco encontró para expresar una canción, sobre todo fue un maestro más allá de la música en ser fiel a sí mismo y no transar. La música de él cambió pero siempre desde su búsqueda.
APU: ¿Y ustedes cómo encontraron su propio estilo, su propia huella musical?
PP: En realidad, y que lo diga él que es el que compone, creo que sin mucha conciencia, sale y ahí las influencias…
HP: Tiene que ver con la tradición de Uruguay, el candombe, los amigos y la vida de barrio, ir a juntarse a tocar el tambor.
PP: Los Cuerpos tiene la particularidad, como dicen Hernán, de que le da mucha bola al barrio y a lo que vivimos de chiquitos, a lo folclórico de los lugares y ta, hicimos una conjunción de lo que nos dieron todas las influencias, los estudios, más lo que nos dio la calle y desde ahí se arma la banda y las canciones. Una relacionada más con lo musical y otra con lo vivencial. Nosotros vivimos en un barrio que se llama Villa Dolores donde hay un club de basquetbol que se llama 25 de Agosto, de segunda división, ahí íbamos a jugar de chiquitos, y en el último disco hay un tema que le hizo Hernán.
APU: ¿Y en este segundo disco, cuál es la propuesta musical, su mundo sonoro?
HP: Es bien diferente al primero. Bueno, en cuanto a la propuesta conceptual, el disco se llama Deste Lugar y rescata en varias canciones la música del lugar, de nuestro lugar físico y nuestro lugar de la naturalidad de hacer música de donde uno es como ser humano. Ser sincero con lo que sale desde ese lugar. No impostar ningún personaje. Lo más natural es el ritmo de donde uno es, natural porque fuimos de chicos a tocar los tambores en la esquina, a fumar un faso, tomar un vino y estar con amigos y la guitarra que giraba.
PP: Lo que no quiere decir que haya una forma. En este caso, en esta banda, es lo que dice él. Ahora, hay gente que se cuelga con tocar música de otro lado y nos parece válido.
APU: Hay un diálogo con otros músicos de allá con quienes comparten un lenguaje ¿Cómo funciona ese clan colectivo, en apoyarse, invitarse?
HP: Allá hay un tema de proporción geográfica. Allá la vueltita es la vueltita corta. Somos mucho menos, los géneros son más chiquitos, cuando tenés algo nuevo todo el mundo se entera y se acerca. Está buena la compartida con músicos de otras generaciones y otros palos, termina pasando, no hay ninguna barrera generacional o de géneros porque es tan chica la vuelta que siempre te termina cruzando en un boliche, en una panadería, en un asado y en una plaza paseando al perro. Te terminás cruzando e intercambiando cosas. De repente el músico que vos admirás vive en la esquina de tu casa y termina saliendo una juntada si las dos partes están de acuerdo.
APU: ¿Y en este nuevo disco hay invitados?
HP: Están Nico y Martín Ibarburu, unos hermanazos musicales.
PP: Voy a contar una anécdota que nunca conté. Yo era amigo de Nicolás y Martín por una cuestión generacional. Nico no conocía las canciones de mi hermano y me acuerdo que yo le dije a Nico: “vamos a escuchar al Chancho”, y le venía quemando la cabeza cada vez que nos juntábamos en casa, y una vez fue para casa y él le mostró "Canto a la savia", que es un tema del primer disco, y me acuerdo que Nicolás quedó….(hace gesto del deleite), y ahí pintó onda y pasa lo que es hoy, una mutua admiración y una hermandad de querer ayudar al otro, porque ellos (los Ibarburu) están tocando de antes y son muy conocidos, y desde un lugar súper sincero nos alientan.
HP: Yo tengo la suerte de tocar en la banda de Nico, y por un lado es un honor y por otro lado nunca terminás de aprender, porque esos tipos son una fuente de música inagotable.
APU: ¿Qué sintieron con este disco, desde la versión de estudio hasta el toque en vivo de los temas? ¿Cómo ha sido la experiencia de desnudar el disco en vivo?
PP: No sé si esta respuesta te va a servir mucho. Pasa que este disco fue lo contrario del otro, que casi no tocamos las canciones afuera. En este disco empezaron a aparecer muchas canciones y las empezamos a tocar antes de grabarlas. Ya teníamos un ensayo, un sondeo de lo que funcionaba y lo que no funcionaba.
HP: Igual, la presentación del disco que fue el mes pasado en el Auditorio Nacional del SODRE, Sala Hugo Balzo, fue súper especial, por más que veníamos tocando las canciones, la presión de presentar el disco en un lugar tan lindo.
APU: Claro, ahí hay algo de rito de pasaje
HP: Si, fue un momento re especial. Ver esa platea llena de gente, justo es una sala que tiene bastante luz, y ver la platea y reconocer a todos esos amigos músicos hermanos, y otros músicos que conocemos pero no sabíamos que les gustaban Los Cuerpos.
APU: ¿Cómo arman los temas en la banda?
HP: En general, en casa a la hora de componer ya tengo la armonía y la letra, y capaz que algún arreglito se me puede llegar a ocurrir. Luego en los ensayos presento la canción a la banda y ahí pasa de todo, por suerte todos meten cuchara desde su lugar y opinan desde otras sonoridades. Por ejemplo, el Coby te mete una sonoridad nueva y te lleva la canción para otro lado y eso es hermosamente peligroso (risas). Pero en general lo que propone es lo que pedía la canción.
PP: Cada músico trae su bagaje de cosas. Mateo aporta algo más volátil, más de jazz que está interesante, y a veces en eso que hablamos recién, a veces hay que decir “para Mati, vamos a groovear, vamos a llevar la canción desde el lado del ritmo y no tanto desde desarmarla, y hay momentos en qué si, gracias Mateo, eso es lo que necesitábamos, desarmarla. Todo eso le da riqueza.
APU: Después de este disco, ¿hay nuevo proyectos?
HP: Siempre hay algo en la puerta por salir. Ahora que volvamos a Uruguay la idea es empezar a ensayar músicas nuevas para renovar la energía de la música y el humor de la banda. Algo que también queremos hacer es cruzar el charco y venir más seguido a Argentina.