Los tangos del Paraná
Por Redacción APU
El cuarto disco del sexteto La Biaba viene a desterrar esa pseudo verdad centralista que reza que el tango sólo florece con vigor en Buenos Aires. Desde Rosario, sus integrantes aseguran que el género anida en los puertos y que es son los ríos los que lo hacen correr con fuerza. Luego de tres trabajos discográficos en los que versionaron clásicos, llega El mismo río: dedicado enteramente al repertorio de autores santafesinos contemporáneos. Lo integran composiciones de Lucas Querini (Rafaela), Mariano Asato (Rosario), Ramiro Gallo (Santa Fe), Agustín Casenove (Santa Fe) y Luciano Tobaldi (Berabebú). La placa fue producida artísticamente por el músico y director Ignacio Varchausky y cuenta con la participación de Ramiro Gallo en violín y Luciano Tobaldi en bandoneón y voz.
El disco suena clásico y moderno, La Biaba maneja sin conflicto la tensión entre la tradición y el nuevo camino que, como parte de la generación de músicos jóvenes, tienen la misión de abrirse, en un género donde hay mucho por inventar.
La presentación oficial será el miércoles 14 de agosto a las 18 hs, en la sala de cámara de La Usina del Arte, dentro del Festival de Tango de Buenos Aires. Antes de esa presentación, Lucas Querini –pianista, compositor y arreglador– se tomó un rato para hablar con APU sobre este nuevo trabajo.
Agencia Paco Urondo: ¿Cómo surgió la idea de grabar en su cuarto disco de repertorio de autores santafesinos?
Lucas Querini: En principio la idea de este disco tenía que ver con la música propia y original. Habiendo ya editado tres discos con versiones de clásicos, nos parecía que era el momento de expresarnos desde la composición. En este rubro nuestro fuerte tiene que ver más con la música instrumental que con las canciones, pero como también teníamos ganas de hacer temas cantados empezamos a pensar como completar esa parte del repertorio. Pensamos que si se iba a tratar de un repertorio original debíamos buscar canciones originales también. Así fue que empezamos a buscar entre nuestros amigos y colegas cercanos que tengan que ver con nuestra búsqueda estética para este disco y por suerte no tuvimos que irnos muy lejos para encontrar material de alta calidad.
APU: ¿Qué particularidad tiene este repertorio? ¿Reconocen algún rasgo particular, zonal, un color local? ¿Se sienten parte de una tradición santafesina?
L. Q.: La particularidad de este repertorio tiene que ver con la propuesta estética de las composiciones. La música de este disco se inserta en la tradición con una impronta tanguera muy fuerte, sin embargo se trata de todo un repertorio de música nueva que escapa constantemente de los lugares comunes y abre la puerta a otras ideas. La imagen del tango como un río representa la idea de cambio constante y la permanencia: esta puja continua en las artes en donde conviven lo actual y lo tradicional, formando parte de un todo que fluye en el tiempo. Nuestra generación forma parte de una historia del tango que involucra a nuestra ciudad desde hace muchos años. Rosario tiene una gran tradición tanguera. Un buen número de referentes históricos son rosarinos: Agri, Lavallén, Marconi, Tell, Ríos, Ahumada, Montironi, entre muchos otros. La tradición tanguera de la ciudad es fuerte y así como sucedió en Buenos Aires, ha encontrado la manera de resurgir y volver a nacer a través de nuestra generación con muchos de los artistas jóvenes que estamos trabajando en el género. Estéticamente hablando hoy podemos reconocer diferentes vertientes musicales en las propuestas rosarinas y santafesinas que tienen algo en común muy fuerte, la creación. La mayoría de los proyectos actuales de la ciudad están trabajando en representar la realidad a través de la composición, con diferentes estéticas y búsquedas artísticas, pero con mucha convicción, seriedad y trabajo, y ese el rasgo común que tiene el tango local.
APU: ¿Cómo es la movida tanguera y musical en la provincia y en Rosario en particular?
L. Q.: Rosario tiene una actividad cultural muy interesante y particularmente con el tango ha desarrollado un circuito activo de músicos, bailarines y público. Hace aproximadamente unos quince años que muchos músicos hemos abrazado a este género como nuestro y hoy podemos nombrar decenas de proyectos en actividad: tocando, produciendo discos y espectáculos de gran nivel; inclusive existe un colectivo de artistas organizados, el MUTAR (Músicos Tangueros Rosarinos), a partir del cual se encausan muchas producciones como festivales, talleres, conciertos y hasta producciones audiovisuales. Las milongas en Rosario funcionan todos los días y se percibe un recambio generacional que es síntoma de buena salud. Existen también varios espacios de formación de calidad para músicos jóvenes que desean acercarse al lenguaje del tango. La ciudad de Santa Fe también cuenta con artistas muy activos y espacios de formación en el género y la ciudad de Rafaela cuenta con su propia Orquesta Municipal de Tango. En diferentes localidades más pequeñas de la provincia hay espacios dedicados al tango que conservan el espíritu de las épocas en las que las orquestas venían de gira a los bailes y aún están ávidos de escuchar tango en vivo. Por todo esto es que en Santa Fe hay tango para quien lo busque.
APU: Desde lo sonoro –más allá del repertorio– el disco tiene un delicado equilibrio entre vanguardia y tradición, ¿qué reflexión tienen sobre esto?
L. Q.: El proceso compositivo de este trabajo fue muy reflexionado y buscado. Partimos de la idea de hacer una música que, dicho en criollo, suene a tango. A partir de esa idea, el planteo compositivo y estético tiene que ver con utilizar para expresarnos los recursos que más nos gustan de diferentes estilos interpretativos y compositivos de la historia del género y de la actualidad. Para quien conoce del género, cuando escucha el disco va poder escuchar a Salgán, a Pugliese, a Plaza, a Cobián e inclusive a referentes de la actualidad como Victos Lavallén o Nicolás Ledesma. Esta decisión estética no fue fácil. Somos conscientes de que a veces esta especie de “revisionismo histórico” corre mucho riesgo de caer en el lugar común. Por eso es que también se trabajó desde la composición con músicas ajenas al género planteando el desafío de hacerlas sonar a tango. Así aparecen temas como “Milonga Changes”, que trabaja sobre la forma del rythm changes y la estética bebop del jazz, “Candombe Camargo”, que toma como punto de partida la música del pianista brasilero Cesar Camargo Mariano o “El habitante del silencio”, que es una música inspirada en el gran pianista rafaelino de folklore Remo Pignoni. Nos hemos esforzado mucho entre el trabajo de escritura y el interpretativo para lograr organicidad y coherencia estética en todo el disco y creemos haber logrado un disco de tango nuevo que logra decir ideas originales que nos representan manteniendo la continuidad histórica del lenguaje y honrando la tradición. Hemos tenido algunos indicios de haber logrado este desafío al ganar con este repertorio el premio de composición de música popular del Fondo Nacional de las Artes, pero la verdad es que esperamos que sea del agrado de los amantes del tango y del público en general.
APU: Este disco fue producido artísticamente por Ignacio Varchausky ¿cómo fue ese trabajo y qué aportes les significó tener un productor que no forma parte de la agrupación?
L. Q.: La decisión de trabajar con Ignacio como productor artístico fue realmente acertada para este disco, no sólo por todo lo que significó a nivel de producción sino por una cuestión de aprendizaje grupal y crecimiento profesional. Dependiendo de los grupos, a veces es necesario contar con una mirada externa que pueda sintetizar fríamente lo que está pasando artísticamente en el proceso grupal. En ese sentido, la gran experiencia que tiene Ignacio como artista, productor y líder de muchos proyectos colectivos, nos ayudó muchísimo a encausar todas las ideas que estaban flotando en el aire y volcarlas hacia un lugar en este disco. Además, supo tener la sutileza de sumarse al equipo desde un lugar muy respetuoso desde lo artístico y muy cálido desde lo humano, esto hizo que el trabajo fuera realmente fácil y enriquecedor.
APU: ¿Cómo fue el primer encuentro de trabajo con Ignacio?
L. Q.: Fue en su casa, viajamos los seis a mostrarle la música que estábamos tocando y a proponerle el posible proyecto compartido. Después de tocar 4 o 5 temas, Ignacio nos invitó a pasar al living para charlar. Abrió la vitrina y saco 7 copas, trajo un brebaje de alta graduación alcohólica y de un cajón sacó una foto de Aníbal Troilo que puso en el centro de la mesa del living en donde estábamos sentados. Eran las tres de la tarde, con ese gesto supimos que estábamos con el productor indicado…
APU: ¿Qué artistas o agrupaciones de su generación admiran y les resultan inspiradores?
L. Q.: Tenemos una gran admiración por la gran mayoría de los tangueros de los noventa, es decir: la generación que movilizó las aguas después de años de quietud: como Ramiro Gallo, Diego Schissi, El Arranque, Julián Peralta, Astillero, La Fernández Fierro, el Tape Rubin. Ellos han sido un norte cercano en nuestra búsqueda y su trabajo nos ha inspirado no sólo por el arte que producen sino también por su militancia tanguera. Cada uno con su estética, ha logrado rescatar y dar aire nuevo a una música que en su momento parecía que se asfixiaba, supieron aprender de los maestros y crear algo propio y eso es inspirador. De nuestra generación tenemos particular empatía con el trabajo de Pablo Estigarribia, gran músico de tango que ha demostrado una gran capacidad de producción en estos últimos años y de muy alto nivel artístico.
APU: ¿Cuál creen que es el desafío de los músicos contemporáneos dentro del tango?
L. Q.: Por un lado, el gran desafío de los proyectos artísticos es perdurar, producir y crecer en un contexto adverso. Muchas veces creemos que es una verdadera locura todo el trabajo y el esfuerzo que hacemos todos los artistas del género, independientemente de la trayectoria, para sostener nuestros proyectos y producir arte. El primer desafío que tenemos los músicos de tango es mantenernos creativos, enérgicos y contagiosos a pesar de jugar con la cancha inclinada en nuestra contra. El segundo desafío es seguir logrando inserción en la sociedad, desde lo artístico y desde la producción. Además de expresarnos artísticamente desde este lenguaje, con toda la seriedad y profundidad que eso implica, tratando de representarnos y de representar nuestra realidad, debemos seguir buscando la manera de encontrarnos con el público de manera atractiva, desacartonada y natural.
APU: ¿Qué proyectos tienen por delante luego de la presentación de "El mismo río"?
L. Q.: En principio tenemos programadas varias fechas de aquí hasta fin de año para hacer varias presentaciones del disco en Buenos Aires y en Rosario. Estaremos el 7 de septiembre en el FACAFF (Festival Familia del Club Atlético Fernández Fierro) y haremos la presentación oficial en nuestra ciudad el 14 en el teatro Príncipe de Asturias, también regresaremos a Baires en noviembre. La idea es difundir y tocar durante un buen tiempo esta música. Sin embargo, estamos proyectando algunos trabajos futuros con la gran cantante Noelia Moncada, quien ya hizo colaboraciones en nuestros discos anteriores y con quien tenemos muchas ganas de concretar un próximo material discográfico. Para el año que viene estamos empezando a trabajar en volver a viajar al exterior a mostrar “El mismo río”.