¿Por qué me estoy yendo de WhatsApp?
Por Iztel Bazerque Patrich | Ilustración: Itzel Bazerque Patrich
¿Quién soy yo para intentar convencerte de hacer lo mismo? Nadie. Soy una mamá de dos criaturas que viven en una ciudad pequeña de unos 271.843 habitantes. Soy una ilustradora que intenta sobrevivir y llegar a fin de mes. Y hoy les escribo como una amiga.
Hace años ya que venimos viendo como Google se fue convirtiendo en un monstruo capitalista controlador y seguro que la mayoría ya vio la película en Netflix de El dilema de las redes sociales (2020). Sabemos cómo Facebook nos vigila y nos usa para hacer dinero con anuncios, y ahora WhatsApp que en su principio fue privado, e incluso encriptaba los mensajes para mantener la privacidad de sus usuarios. Tristemente fue comprado por Facebook y pronto cambiará sus condiciones de uso. Aunque lo sabemos seguimos ahí usando plataformas oscuras porque somos adictos, porque es lo fácil y lo tenemos a mano. Hace mucho que lo tenemos, quizás es la única forma de ver fotos de tu sobrina que vive lejos, o de enterarte de tu tío pesado que manda chistes malos y groseros pero te trae una sonrisa. Es fácil de saber tu próximo evento cercano. Te enterás de lo último sucedido, pero en algún momento tenemos que parar y mirar qué podemos hacer para luchar contra toda esa maquinaria monstruosa que nos manipula. Google, WhatsApp y Facebook entre otros... Ya han salido las últimas noticias de las censuras, las noticias de cómo otra vez más nuestra seguridad y privacidad está a un paso más de extinguirse. Y aunque sea imposible usar redes sociales sin que te escuchen y sin que te vigilen, tenemos el poder de hacer pequeños cambios para combatir el control total.
Internet cuando se empezó fue un sitio tan libre. Y ahora ya es un peligro en tantos sentidos. A mí me rompe las tetas tener que cambiar de email. Ya son 16 años de usar Gmail (de Google). Pero no me quedo tranquila. Es más, te escribo desde un Google doc., pero quiero encontrar el cambio. Así que me fui a Protonmail. Tendré que revisar 16 años de nombres de usuario en otras páginas web y cambiar todo de a poco. Pero me parece importantísimo ese esfuerzo. Lo mismo con WhatsApp, por fin conseguí a casi toda mi familia que vive en todas partes del mundo en una sola aplicación. Pero tendré que hacer la labor de convencerles lentamente a cambiar. Quizás tarde unos cuantos años. Pero espero lograrlo.
Yo tengo suerte en que mi compañero de vida es informático, él es el que me ayuda a cuestionar. Él es el que encuentra las plataformas más independientes y seguras. Él me recomienda muchos cambios. La verdad es que nuestra mecánica en casa hace que yo esté mayormente encargada de los chicos, termino mi día agotada, entre los pibes, la casa, el poco trabajo que consigo, la lucha contra la depresión, encima la pandemia, llegan días en que solo quiero acurrucarme y ver un par de series para olvidarme del mundo un poco. Pero esa situación es poco sostenible, cuando llega la conversación en el almuerzo y mi compañero me obliga a mirar para dentro, tomar responsabilidad por los ideales que digo tener. Los ideales que me inculcaron mis padres que lucharon por el derecho de libertad de pensamiento y sacrificaron todo por ello. Tampoco es que mi compañero tenga todo el tiempo del mundo... ojo. Él trabaja demasiado, lucha para que nuestra familia se mantenga a flote, y aparte pone tiempo en investigar noticias independientes porque ya no confía en los medios. Tengo suerte de tener ese apoyo. Soy consciente que la mayoría no lo tiene. Sé que sola no me animaría. Me quedaría acurrucada con mis miedos viendo la tele para distraerme de las noticias que dan miedo.
Es difícil, todos somos un poquito hipócritas, yo soy una de esas personas, no pretendo ser mejor que los demás. Yo reciclo todo lo que puedo, aunque sé que la mitad lo más probable ni se pueda realmente reciclar. Me emocioné muchísimo cuando en mi pequeña ciudad por fin se habilitó el contenedor de basura compostable. Me siento realizada por tirar desechos biodegradables a un contenedor que sé, que va a terminar en algo positivo y productivo. Pero luego continuamente me voy al supermercado y me olvido de mis bolsas de tela que me compré específicamente para no tener que meter la verdura y fruta en bolsas de plástico, hace ya de esto un año, y no soy capaz de acordarme de bajar a la compra con dichas bolsas de tela. Es imposible estar en todas. Aunque para mí lo importante es que lo intento. Trato de mantenerme educada, a veces la depresión no me deja. Pero quiero vivir mi vida con militancia. Es mi forma de militar políticamente. La militancia no es solo pintar pancartas e ir a las marchas… la militancia empieza en casa. Empieza con los pequeños gestos que hacemos en nuestra familias. La educación que le damos a nuestros hijos, el respeto que le damos a nuestros compañeros, y las elecciones que tomamos de cómo nos movemos en este mundo moderno. Yo quiero mostrarle a mis hijos que tenemos opciones para cambiar nuestro entorno de forma positiva.
Volviendo a Google, WhatsApp y Facebook. Les cuento desde un lugar de amiga cómo nosotros intentamos hacer por ahora en nuestra familia para mantenernos al margen y luchar contra la gran maquinaria capitalista con cultura de censurar. Con que empiecen con uno ya es un cambio. De a poquito les animamos a ir haciendo cambios.
Email: nos fuimos como dije antes a Protonmail
WhatsApp: si es para trabajo usamos Slack y si es social mejor Telegram, te da muchas opciones para controlar tu privacidad es muy cómodo de usar.
Facebook: primero lo borré de mi celular, porque es adictivo y me chupaba demasiado tiempo. No fui capaz de controlarlo. Ponemos la menor cantidad posible de información personal, aunque es verdad que envío fotos de mis hijitos para que la familia lejana los vea. Pero limitamos el uso diario.
Navegadores alternativos a Google Chrome: Firefox es una buena opción (hay algunas opciones de configuración que es recomendable cambiar) y Brave es mejor, Brave todavía mejor.
Buscador alternativo: Duckduckgo, no guarda tu dirección Ip
Google Drive: Éste es más difícil. Aun mi marido está buscando la solución. No tengo claro que la comodidad de tener tantas aplicaciones juntas va a poder ser reemplazado. Si estáis interesados en saber cómo lo terminamos por resolver deja un comentario. En el futuro veo y les cuento.
Espero que se animen a ir haciendo estos pequeños cambios.