Susana Rinaldi: "Madre tango"
Por Silvina Gianibelli | Ilustración: Matías De Brasi
Madre tango
La noche oscura derrama niebla
sobre las palmas penitentes
de la Inmaculada,
Medalla parisina de otros tiempos
Y otros azares.
Las flores de plástico mugriento
aguardan súplicas
tan irreparables como tempranas.
El mundo nunca sabe dónde caer
sólo peregrina inmóvil
ante la estatua.
Viejo barrio que se cubre de rosales
en las mañanas enredadas de adoquines.
En la plaza redonda
dos niñas valsean una mancha
de hermanas abrazadas por el viento.
Un intersticio cruza el aljibe,
el mismo que aúlla tu presencia.
La voz de tu vientre enmacipado
Cae sobre la cima del grito de
protesta que calcina
el dolor humano.
Las entrañas milonguean la quimera
del pasado compadrito;
¿quién no se rinde ante el esplendor
de la génesis?
Mujer madre, mujer tango.