Teatro: Rojo Accidente, la singularidad de los mundos
Himalaya y Nenamala, dos formas de viajar por la singularidad los mundos
Por Gabriela Ram
La recientemente estrenada Nenamala nos acerca al viaje iniciático de un joven en medio de la peste. Mientras a su alrededor todo se pudre, él sale en búsqueda de la medicina adecuada
para salvar a su abuelo. Esta especie de misión inevitable funciona como excusa para producir encuentros en un mundo aún por conocer. En el caso de Himalaya, el viaje funciona como conquista, la cual dependerá de lo que cada uno entienda por cima. Ambas propuestas de Rojo Accidente nos hablan de recorridos, algo que está presente no solo en lo que cada obra cuenta de forma épica, sino también en la historia de esta compañía que lleva ya cuatro obras estrenadas y una quinta en proceso de escritura para el año próximo.
Hay algo épico y heroico en los personajes de estas obras. Como también lo hay en el persistente sostén de una compañía de teatro independiente en estas tiempos.
Si pensamos al teatro como esa mancha roja dispersa y absolutamente prescindible para la existencia del mundo, el artesanato de estas dos obras nos lleva, por oposición, a sentirlo como un fenómeno inevitable.
Hay persistencia y, por sobre todas las cosas, triunfo poético por prepotencia de trabajo. El mundo que Juan Seré despliega con brutal creatividad, y la entrega con la que se arriesgan actrices y actores, se agradece desde el minuto cero.
En Nenamala, por momentos, sentimos transportarnos entre bufonadas atemporales, a los comienzos de la representación popular con sus fiestas y ritos paganos. El decir en verso, las mascaradas y estridencia en los cuerpos y objetos funcionan con un resto de magia e ilusionismo. En esto reside la singularidad de mundo. Al igual que en Himalaya, con sus tribus y particularidades de lenguaje, sonido y atmósfera.
Es muy placentero ver que acá, nadie se olvida de lo artesanal. Todos, en todo, y para todos, todo.
Trabajo delicado, con riesgo, con pruebas y reminiscencias de la tradición criolla. Pruebas atrevidas a favor de la historia que entretejen eras, para demostrarnos una vez más, el triunfo de lo colectivo por sobre lo jerarquizado. De lo artesanal por sobre lo industrializado.
De las singularidad y la diversificación, por sobre la tendencia.
Himalaya va los domingos a las 18hs, y quedan solo cuatro funciones.
Nenamala los lunes a las 21 hs. Ambas en Ladran sancho, Guardia vieja 3811.
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