Vidas senegalesas: "África, historias de migrantes en Argentina”
Migrar, resistir y habitar con la cultura presente
En África. Historias de migrantes en Argentina ( Editorial Milena Caserola) la escritora, investigadora y doctora en Ciencias Sociales Gisele Kleidermacher, propone recorrer historias de vida de migrantes senegaleses, abriendo espacios para que los protagonistas compartan en primera persona sus travesías y vivencias en Argentina. Cada relato se convierte así en un testimonio íntimo y poderoso, que refleja los desafíos y las memorias que construyen la presencia africana en nuestro país.
Tan cerca, tan lejos
Hablar de migraciones en Argentina implica un debate político que evidencia el racismo estructural presente desde la fundación de nuestro Estado-Nación. En este marco, la valoración positiva hacia las migraciones europeas en contraste con la mirada social negativa que se les da a otras comunidades migrantes, opera como un mecanismo de jerarquización que reproduce concepciones dominantes aún vigentes en la actualidad.
Entonces, ¿por qué leer África. Historias de migrantes en Argentina ? Porque sumergirse en sus páginas es un llamado a escuchar con atención, a mirar con otra perspectiva y a reconocer, en cada testimonio de sus protagonistas, la posibilidad de forjar una Argentina que valore su diversidad tanto presente como histórica. Para que nuestra sociedad se transforme, ninguna identidad puede permanecer silenciada, y frente a esto hay que insistir con una literatura que acerque y contemple estos temas
La autora presenta catorce relatos de hombres y mujeres nacidos en Senegal, quienes comparten las dificultades que enfrentan para desarrollarse en sus lugares de origen y la firme decisión que los impulsa a migrar. Más allá de los recuerdos de la vida familiar y del enorme esfuerzo que implica sostener económicamente a sus numerosas familias desde la distancia, cada testimonio refleja tanto la fuerza de la solidaridad de sus mayores - que muchas veces alientan y apoyan estos viajes - como la capacidad de reinventarse lejos de su tierra natal.
Con mucha sensibilidad y cercanía Kleidermacher logra poner en circulación relatos migrantes que rara vez encuentran espacio en el ámbito público y que aquí se afirman con valores y perspectiva propia.
En la introducción del libro, la autora cuenta que África entró en su vida de manera inesperada: aunque siempre le había interesado y venía leyendo mucho sobre la población afrodescendiente argentina y “su supuesta desaparición” Pero fue en 2007, al participar de la Semana de África en Argentina, que Kleidermacher quedó profundamente conmovida por la presencia de la comunidad africana, su cultura y los toques del tambor, despertando en ella el interés de conocer más a las personas, conversar y recorrer sus puestos en las calles de Buenos Aires. Pasaron diez años hasta que, en 2017, pudo viajar a Senegal, enfrentando costosos y numerosos trámites para obtener el visado, y así conectarse directamente con estas vidas y relatos, profundizando su aprendizaje y vínculo con las historias que había comenzado a conocer en el marco de sus prácticas universitarias junto a un grupo de investigación de la Universidad de La Plata.
Kleidermacher enfatiza que “estas historias que parecen tan distintas a las nuestras, no lo son tanto” y subraya que la presencia de africanos y afrodescendientes en las calles representa un capital político. Este capital sin duda se refleja en la organización de la comunidad senegalesa en Argentina, tanto en sus asociaciones de ayuda mutua como en su participación en el Movimiento Nacional de Derechos Humanos Afrodescendiente y Africano. Por eso las voces de cada relato nos permiten evidenciar una Argentina compleja y atravesada por los prejuicios y exclusiones del racismo, y también nos recuerda que integrarse no es sólo adaptarse a nuevas normas, sino también vencer barreras sociales.
Frente a discursos mediáticos que reducen a las personas migrantes africanas a cifras o estigmas, este libro ofrece testimonios que devuelven dignidad, humanidad y construcción colectiva.

Entre resistencias y nuevos comienzos
En estas catorce historias, destacamos algunos relatos que nos acercan a distintas experiencias desde la dimensión emocional y la vida cotidiana de las personas migrantes africanas, como es el caso de Mogabny Sow, Mamadou ( Big Dealer cuando lean) y Seynabou. Compartiendo una reflexión Mogabny Sow señala: “Cuando se migra se deja una sociedad para entrar en otra, pero no es fácil la integración; la gente suele tener miedo de acercarse y justamente este alejamiento es el que impide conocerse, saber quién sos”. Sow atribuye a los argentinos un gran temor a relacionarse con la comunidad africana, vinculado a la huella de la colonización y a la estigmatización permanente, tanto hacia la comunidad residente en Argentina como en relación con la vida en el continente africano.
Al respecto y en esa clave, Mamadou recuerda el desconocimiento general sobre Senegal y África: se sorprendía ante preguntas tales como si la gente viviera en la selva con animales o si todos habitaban en casas rústicas. Además, se sorprende cómo, en términos de nacionalidad, algunas personas lo confunden constantemente: “un día colombiano, al otro brasileño, al siguiente uruguayo”.
Por su parte Seynabou que llegó a nuestro país en el año 2000 y formó una familia junto a su marido tambien senegales, se ha convertido en una de las referentes del Karambenor, una asociación que reúne a mujeres senegalesas y a mujeres argentinas que son esposas de senegaleses. El nombre Karambenor significa “ayuda mutua”, y su objetivo es fomentar la solidaridad entre mujeres, practicar el ubuntu, organizarse y mantener viva la cultura de Senegal en Argentina como guardianas de las tradiciones de sus familias donde quieran que estén. Seynabou relata que no es lo mismo ser mujer en Senegal que en Argentina. En su país de origen, las tareas del hogar y la crianza recaen principalmente en las mujeres, mientras que la economía familiar no suele ser su responsabilidad directa. En Argentina, las mujeres africanas generalmente necesitan combinar la maternidad con el trabajo enfrentando además las tensiones de adaptarse a un contexto cultural diferente y, en algunos casos, situaciones como la asociación de mujer negra y el trabajo sexual. Su experiencia refleja tanto el liderazgo y la construcción de comunidad como las tensiones propias de la migración.
En definitiva, a través de un lenguaje accesible en África. Historias de migrantes en Argentina, Kleidermacher logra derribar fronteras con historias de vida que conmueven e invitan a reflexionar.
Como afrodescendiente argentina leer estas páginas resulta una experiencia movilizante y enriquecedora. El libro no solamente recopila testimonios sino que construye un puente hacia la comprensión de los múltiples desafíos que enfrentan quienes llegan a nuestro país, desde adaptarse a un idioma distinto,luchar diariamente por acceder a un trabajo digno, y al mismo tiempo lidiar con la discriminacion y el racismo. Celebro este trabajo, donde las voces protagonistas se hacen escuchar desde lo individual hasta lo colectivo, revelando cómo en la experiencia migrante africana en la Argentina se tejen nuevas formas de pertenencia y se forjan caminos de resistencia.