Racing no hace Memoria: el silencio del club ante los fusilamientos de la dictadura en su estadio
Por Micaela Polak
La noche del 22 de febrero de 1977, fuerzas conjuntas de la represión clandestina fusilaron a seis personas en una de las paredes exteriores de la cancha de Racing Club. Fue contra la puerta 19, por donde actualmente ingresa la ambulancia los días de partido. Hay actas de los militares y policías intervinientes que lo confirman (foto principal). Al igual que en otros fusilamientos, se fraguó un “enfrentamiento” donde murieron todos los “subversivos”, mientras que no hubo un solo represor herido. Como denunciaría Rodolfo Walsh un mes después, era una práctica habitual para vaciar los centros clandestinos de detención, tortura y exterminio.
Hace tres años este hecho se hizo público a partir de notas en diarios, revistas y radios y las copias originales de las actas certificadas por la Comisión Provincial de la Memoria fueron llevadas al Archivo Histórico de Racing.
Sin embargo –y a pesar de distintos intentos de contacto con integrantes de su comisión directiva– el club no pareció entender que había sido una víctima más del terrorismo de Estado, prestando involuntariamente su cancha como escenario.
Los fusilamientos en la puerta 19 (cuya persiana tuvo que ser cambiada porque “parecía un colador”, según quien era el intendente del estadio en 1977) fueron contra jóvenes de entre 18 y 24 años, además de otro hombre de alrededor de 40.
Racing no eligió ser parte de los fusilamientos en su cancha, pero lo fue y no reconocerse como tal -no repudiar públicamente el hecho- es negarlo.
No saber quiénes son las seis víctimas de la cancha de Racing Club, los colgados en el bosque de la Plata en la misma época, los arrojados al Río de la Plata desde los aviones navales o los cadáveres sin identificar en las fosas comunes hace que el genocidio sea más macabro y permanente. A su vez, la dictadura cívico militar sembró terror en el Pueblo privándolo de toda garantía legal, rompiendo así muchos lazos sociales. El “no te metás” fue ley entonces y así pudieron negar hasta la identidad de las víctimas.
La Legislatura de la provincia de Buenos Aires sancionó la Ley 14910, que reconoce que nuestros desaparecidos y desaparecidas son 30 mil. Sería necio ajustarse a los nombres de los muertos identificados, como piden las voces negacionistas, sin tener en cuenta a las víctimas como las de la cancha de Racing, cuyas identidades todavía no se conocen.
Quedó claro en los últimos meses que Chile no es el gran ejemplo que querían vender. En materia de Derechos Humanos, mucho menos. Sin embargo, en el Estadio Nacional, que funcionó como centro de detención y tortura, se ejerce la Memoria (foto 2).
En nuestro país, muchos clubes -que ni siquiera fueron escenario de hechos como el aquí recordado– rinden homenaje a las víctimas de la dictadura de distintas maneras (foto 3). Racing sólo emite tímidos mensajes el 24 de marzo, Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.
Los Derechos Humanos no parecen ser un tema para la comisión directiva de Racing. Ante la presentación de un proyecto de señalización por los fusilamientos del 22 de febrero de 1977, recibido por el club el 18 de abril de 2018 (foto 4), sólo hubo silencio.
Consultada por Whatsapp luego de la presentación de la iniciativa, Bárbara Blanco –abogada, politóloga, dirigente del club e hija del presidente, Víctor Blanco- sólo respondió que Racing tenía compromisos internacionales en materia de fútbol y que eso tenía ocupada a la comisión directiva.
Eliminada la Academia de todas las copas ese año tampoco hubo respuesta. No la hubo en 2019 ni en el corriente 2020. Racing debería entender que el club es una Asociación Civil que tiene responsabilidad social. Así como sigue la expectativa por un protocolo contra la violencia de género, que Racing prometió al conocerse uno de los ataques de Jonatan Cristaldo a su pareja, se espera también que el club ejerza la Memoria. Así lo han manifestado las voces de referentes de los derechos humanos, el periodismo y el deporte que apoyaron la iniciativa.
Desde conocida la historia de los fusilamientos en el “Presidente Perón”, la Municipalidad de Avellaneda señalizó el lugar y el Colectivo Memoria Racinguista pintó frente al estadio un mural de homenaje a las víctimas (foto 5). Racing, que tuvo a dos de sus presidentes desaparecidos por el terrorismo de Estado, sigue en silencio.