Santiago y Mariano: organizarnos ante la tragedia para obtener Justicia
Por Pablo Ferreyra
El 20 de octubre de 2010 cambió mi vida para siempre. La mía y la de toda mi familia, cuando nos arrancaron a Mariano de la manera más horrible que pudiera imaginar. Como hermano, me tocó el papel de afrontar de cara a la sociedad lo que estaba ocurriendo, para pedir Justicia y lograr que los culpables materiales e intelectuales pagaran por lo que nos habían hecho.
Esa situación me dio una visibilidad pública que fue lentamente llevándome a lugares de exposición que se volvían incómodos para mi intimidad, pero que eran útiles para hacer visible no sólo lo que pasaba con la causa por el crimen de Mariano; sino también para hacerme dar cuenta de las muchas otras historias que se sucedían a mi alrededor, y con las cuales ahora podía colaborar.
Desde que comenzamos a denunciar la desaparición de Santiago Maldonado, mucho de su historia me recordó a Mariano. Ambos tan jóvenes, y jugándose la vida para pedir por los derechos de otras/os que eran sistemáticamente vulnerados. Ambos poniendo el cuerpo en un corte, en una protesta, para exigir Justicia. Y el terrible final que los emparentó, con la triste confirmación de que aquel cuerpo hallado era el de Santiago, un 20 de octubre.
Pero también me identifican las historias de Sergio y Germán, sus hermanos mayores, que están llevando adelante la difícil tarea de pelear contra un gobierno y un Poder Judicial que intentan ocultar lo sucedido. Comprendo su dolor, y lo difícil que resulta ocupar ese lugar, ese rol, en el que debemos armarnos de valor ante la tragedia y pelear para lograr Justicia.
Es este un país donde los familiares de quienes han sufrido la violencia institucional se han convertido en referentes para las diversas luchas que aun hoy continúan en la búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia. Tanto las Madres, como las Abuelas o los Hijos, en el caso de la última dictadura cívico militar. Pero también los casos de Angélica Urquiza o Vanesa Orieta, por ejemplo, que pelean contra el accionar policial en memoria del Kiki Lezcano y Luciano Arruga.
Hoy, cuando voceros y defensores del modelo de ajuste y represión de Cambiemos intentan ensuciar a Sergio o Germán, y con ellos a todos los familiares, siento la obligación de denunciar estas operaciones sucias del macrismo y repudiar el permanente hostigamiento que han sufrido por parte del Gobierno. Ante este crimen del cual es responsable el Estado, volvemos a exigir justicia por Santiago Maldonado