Geóloga: "Está demostrada la compatibilidad de la minería con el cuidado ambiental"
Por Enrique de la Calle
AGENCIA PACO URONDO dialogó con la geóloga Marita Ahumada, quien además tiene una maestría en Gestión Ambiental de Recursos Naturales. Con activa participación en redes sociales, Ahumada se define como "ambientalista y minera". "El uso del agua en minería está perfectamente controlado. Hay muchos mitos alrededor", describió. ¿Puede ser la minería sustentable ecológicamente?
APU: Usted se define como “ambientalista y minera”. Muchas veces en el debate público se plantean esos términos en contraposición, como si hubiera que elegir una u otra. Usted quiere salvar esa discusión. ¿Cómo puede pensarse esa articulación?
Marita Ahumada: En primer lugar, porque académicamente tengo un postgrado en Geoquímica Ambiental Minera, en la Universidad de Concepción, en Chile, y después una maestría en Gestión Ambiental de los Recursos Naturales, en la Universidad Internacional de Andalucía y en la Universidad de Huelva.
Además de eso, lo que sostiene todo mi trabajo profesional tiene que ver con el desarrollo de los recursos minerales no renovables de la manera más sostenible posible y cuidando siempre todos los medios que componen el ambiente. Trabajando con las mejores prácticas, cuidando los insumos, en favor del beneficio del hombre y de las comunidades para su bienestar y su progreso.
APU: Una de las cuestiones que siempre aparece es la del uso del agua en la industria minera y relacionado a eso, la utilización de cianuro en la extracción de algunos minerales (no en todos).
MA: El uso del agua en minería está perfectamente controlado. Hay muchos mitos alrededor. Se trabaja en circuito cerrado, esto significa que no hay vuelco de efluentes de proceso al medio y esto permite también que haya un volumen inicial de agua con el que se va trabajando, que se va reponiendo periódicamente, a medida que va habiendo alguna pérdida de agua en el proceso mismo (por evaporación u otros motivos). Pero no es esa cantidad de millones y millones de litros de agua que se dicen. Además, a diferencia de otras industrias, se trabaja con valles de lixiviación que están perfectamente impermeabilizados o se trabaja en tanques. Entonces, está bastante controlado.
APU: ¿Qué pasa con el cianuro?
MA: Existen yacimientos metaliferos y no metaliferos de pequeña, mediana y gran escala y de ese universo sólo se utiliza cianuro en algunos procesos para extraer oro y plata. Hay que aclarar que el cianuro con el que se trabaja está diluído en concentraciones extremadamente bajas (partes por millón) y muy controladas. La industria se maneja con el Código Internacional del Manejo de Cianuro, no ha habido que lamentar ninguna víctima humana por usar este producto químico. Además, es un componente natural que se encuentra en algunas frutas, en algunas verduras. Es una cuestión de dosificación.
APU: ¿En cuáles alimentos?
MA: En almendras, brócoli, papa, yuca (que quizá nosotros no consumimos tanto), maníes. Hay muchas frutas y verduras que tienen esta sustancia que se denomina amigdalina, sobre todo en los carozos.
APU: Sobre accidentes en la minería, está el caso de la empresa Barrick en San Juan. ¿Qué puede decirnos de ese derrame, sobre el cual hay una causa judicial y diferentes procesamientos, de ejecutivos de la empresa y también de funcionarios provinciales?
MA: Ahí hay varios temas. Primero, que haya procesamiento no quiere decir que sean culpables. En un primer momento, sobre todo de parte de la gente más opuesta a la actividad minera, se dijo que se habían contaminado cinco ríos, lo que es completamente falso. Porque ha habido informes muy importantes, sobre todo el más importante es el de Naciones Unidas para proyectos (UNOPS). Ellos dividieron toda la cuenca del río Jáchal y el impacto negativo por todo este vertido de sustancias estuvo entre el kilómetro uno y hasta tres kilómetros del punto de vertido de estos efluentes, que fue obviamente un incidente ambiental. No podemos hablar de accidente porque no hubo víctimas que lamentar, ni humanas ni animales. Y más bien el impacto negativo que causó fue la cantidad de sedimentos que se volcaron al arroyo Potrerillos, que es el que está inmediatamente aguas abajo del valle de lixiviación. Pero esto se solucionó con movimiento de maquinaria. Y lo interesante con el tema del cianuro, como le dije se trabaja con con dosis muy bajas, se diluye inmediatamente al tocar el agua, como la lavandina. Además, este compuesto químico se degrada con la radiación solar, entonces el impacto fue mínimo. Hay otro dato importante también a resaltar que es que la mina Veladero no queda en Jáchal, queda en el departamento de Iglesia, que es limítrofe. Jáchal está a más de 100 km de recorrido aguas abajo de Veladero. Por último, el río Jáchal naturalmente tiene altas concentraciones de arsénico y de boro, y de otros elementos y compuestos químicos, que hacen que naturalmente no sea apto para consumo humano.
APU: ¿Por características naturales del río?
MA: Exactamente. Porque los afluentes del río Jáchal, aguas arribas, en las nacientes, drenan toda esta cuenca mineralizada, que tiene diferentes minerales que forman estos depósitos, interesantes a nivel industrial, que son los que aportan todos estos compuestos, pero que a la vez la hacen que tenga naturalmente muy baja calidad como agua bebible.
¿Minería en Chubut?
APU: Sobre el debate en Chubut: ¿Cuál es su visión? ¿Usted intervino en esa discusión?
MA: He estado cerca de Chubut desde hace un par años, desde el 2018. Pero tratando de llevar información técnica, información científica, pero a nivel de divulgación general, tal cual lo estoy hablando con usted, sin tecnicismos. He tenido muchas entrevistas a lo largo de estos años, he participado en conversatorios tipo videoconferencias durante la pandemia, pero no he participado activamente ni contratada por una empresa ni asesorando al gobierno. Lo que veo sobre Chubut es que se manejó con una profunda desinformación técnica. Por ejemplo, sobre el río Chubut. La gente debería saber que el agua del río Chubut no va a ser afectada. Este debate viene de largo, desde la ley 5001, hace 18 años. El río Chubut está a dos cuencas de distancia, a un poco más de 100 km. Y en la cuenca donde se encuentra este proyecto no hay agua, ni potable naturalmente ni usable para consumo humano o animal.
APU: Estaba leyendo que en Chile se está avanzando en usar agua de mar para la industria minera. ¿Es así?
MA: Sí, así es. Se está trabajando ya desde hace un par de años en la desalinización del agua de mar. En ese caso, en el proyecto de Chubut, ellos tendrían que hacer algo similar porque esa agua viene desde el subsuelo cargada de sales minerales. Habría que hacerle un proceso para usarla en la recuperación de plata. Chile, que es el principal productor de cobre a nivel mundial, utiliza sólo el 3% del agua total disponible en el país para todas las demás industrias, inclusive las de consumo humano. La agricultura se lleva hasta un 90%. Naciones Unidas indica que un 70% del agua disponible se lo lleva la agricultura, que no trabaja en circuitos cerrados, que no tiene todavía sus mejores técnicas. Por ejemplo en Mendoza aún se riega a manto, no hay una tecnificación en el agro, no hay un inversión en impermeabilización, o en otras prácticas, que permitan hacer sostenible el uso del agua como pasa en la actividad minera actualmente.
APU: ¿Usted no tiene dudas de que es compatible la minería con el resguardo ambiental?
MA: No tengo dudas porque ya se ha demostrado la compatibilidad. Toda actividad humana tiene un impacto. Que haya un impacto no quiere decir que sea negativo necesariamente. Justamente, hay impactos positivos y negativos. Entonces, haciendo el análisis previo a un proyecto minero (que es su informe de impacto ambiental) ahí se estudian todas estas variables, cómo va a ser la afectación del medio físico, del medio biológico, del medio socioeconómico y cultural, que determinan su factibilidad o no.
APU: Otra crítica que suele hacerse a la minería tiene que ver con la vida útil de una mina, que puede ir de 15 o 20 años. Y luego no queda nada. ¿Es un mito o tiene algo de realidad?
MA: Es otro mito. La minería ha evolucionado muchísimo, ha dado un salto de calidad en los últimos 30 años. Se trabaja sobre las mejores prácticas. Se hace un informe desde la etapa más temprana que es la prospección, la exploración, después está la puesta en marcha del proyecto y se tienen esos cuidados que antes no había.
APU: Le hago una pregunta técnica: ¿una mina tiene un plazo determinado? ¿En algún momento uno termina de sacar el último pedazo de metal de esa mina?
MA: Uno a veces ve solamente 15, 17, 25 años de vida útil de una mina. Pero hay que sumarle todos los años previos de exploración, de prospección y los años siguientes que son de cierre de mina y de post cierre. Y son muchos años, es mucha gente que se capacita, es mucha la inversión que se hace. Está la mina El Teniente en Chile que lleva más de 100 años de operación y tiene reservas y recursos para 100 años más de vida útil para poder ofrecer cobre al mundo. Entonces, ¿por qué el gobierno o por qué la gente del país no invierte en minería? Porque justamente es una industria de altísimo riesgo de capitales y de retorno de esa inversión a larguísimo plazo, porque en prospección y exploración uno puede pasar 5, 7, 15 años invirtiendo dinero, contratando trabajadores locales, profesionales, bienes y servicios, y quizás no se encuentra un recurso mineral. O sea después de 15 años no se encuentra mineral suficiente para hacer una mina y ahí se terminó el proyecto. De 100 proyectos de prospección y exploración, uno llega a ser mina. Cuando cierra una mina, esa gente queda preparada para trabajar en otros proyectos mineros o con preparación suficiente que dio esa misma compañía a sus trabajadores y a las localidades, en justamente, trabajar en proyectos de desarrollo sostenible con los recursos renovables que hay en su zona o en la zona aledaña a la mina. La minería responsable busca alternativas de arraigo para que la gente tenga otras herramientas de trabajo en su localidad.