Guevara y Perón: los vínculos del Che con Cooke
Por Lois Pérez Loira
Durante su exilio en México conoce a los jóvenes martianos del Moncada, encabezados por el abogado Fidel Castro, quien lo convence de integrase en el Movimiento 26 de Julio, con el fin de organizar una expedición insurgente a Cuba.
Luego del triunfo del Movimiento 26 de Julio y ya convertido en el mítico "Che", Guevara sueña con regresar a Argentina, para hacer la revolución en su país. Para ello sabe que debe de necesitar del apoyo del peronismo y si fuera posible del propio Juan Domingo Perón, que vivía exiliado en Madrid.
En aquellos años mantiene vínculos epistolares con distintos escritores, con los cuales él les sentía una profunda admiración literaria. Desde La Habana, Guevara le envía una carta al Escritor argentino Ernesto Sábato, fechado en abril de 1960, donde polemiza sobre el sentido de la "Revolución Libertadora", nombre que se le daba al gobierno golpista instaurado en la Argentina, dándole su opinión al escritor, sobre oligarquía y el peronismo:
"Sería difícil explicarle por qué... la revolución cubana no es la "Revolución Libertadora”... No podíamos ser "libertadora" porque no éramos parte de un ejército plutocrático sino éramos un nuevo ejército popular, levantado en armas para destruir al viejo, y no podíamos ser "libertadora" porque nuestra bandera de combate no era una vaca, sino en todo caso, un alambre de cerca latifundiaria destrozado por un tractor, como es hoy la insignia de nuestro INRA. No podíamos ser "libertadora" porque nuestras sirvientas lloraron de alegría el día en que Batista se fue y entramos en La Habana y hoy continúan dando datos de todas las manifestaciones y todas las ingenuas conspiraciones de la gente Country Club que es la misma gente Country Club que usted conociera allá y fueran, a veces, sus compañeros de odio contra el peronismo".
Guevara es contundente y duro con los progresistas liberales, que se habían enrolado en las filas del antiperonismo, que popularmente eran llamados “gorilas”. Y uno de ellos era el consagrado escritor Ernesto Sábato. En esta Carta una vez más Guevara señala su correcto análisis, del tipo de golpe de Estado que se había producido en la Argentina, contra un gobierno popular.
Durante los años de preparativos revolucionarios, que finalizan en Bolivia, sus vínculos con el peronismo y con destacados militantes de este movimiento, como fue el caso de John William Cooke, son constantes y muy estrechos. Guevara recibirá la influencia de la izquierda peronista, acerca de la necesidad de tejer una alianza estratégica entre el peronismo y la izquierda marxista y el Che marcará para siempre a esta corriente del peronismo revolucionario.
Ernesto Guevara en una entrevista señala: "He encontrado aquí 'peronistas-castristas', lo cual ha echado completamente abajo las ideas vagas, ciertamente que yo tenía acerca del peronismo… Es un poco difícil definir el peronismo, porque el peronismo es el partido político de los que siguen a un hombre, a Perón; yo nunca lo he seguido. Sin embargo, la gente que sigue a Perón como dirigente y que lo reconocen como tal, todo ese grupo llamado peronista, constituye la masa mayoritaria del pueblo argentino y es una de las más sufridas y nobles, parte de su población. El peronismo parece ser todavía un movimiento heterogéneo, donde no hay solamente fuerzas populares, sino, de la pequeña burguesía y hasta algunos de la gran burguesía argentina. Todo ello, le da un carácter especial. No se conduce con una identificación de clase, pero Perón representó en un momento dado de avance en Argentina, a la burguesía tomando el poder en lucha contra los imperialistas y los que derribaron a Perón fueron los imperialistas. Independientemente de que haya tenido debilidades, quien debe decir la última palabra, en mi opinión, es el pueblo argentino".
Mientras tanto en Cuba el 25 de mayo de 1962 el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, en ocasión de celebrarse el día de la Revolución Patria Argentina, prepara un evento conmemorativo. Se organizó una fiesta de confraternización de la colonia Argentina en La Habana, en un lugar paradisíaco de las afueras de la capital, llamada Río Cristal. Participaron casi 400 personas, incluyendo los residentes, técnicos, artistas e invitados cubanos y argentinos. La periodista argentina Carolina Aguilar Ayerra, quien por aquellos años estaba casada con el colaborador directo del Che, Santiago Riera, nos cuenta aquel encuentro donde participa Guevara y la argentina alemana Tamara Bunke (Tania), que posteriormente será una pieza clave en los planes del Che en Bolivia. “Precisamente yo conocí a Tamara en ocasión de una fiesta folklórica argentina que estábamos preparando para el 25 de mayo de 1962, aquí en La Habana. Esa fiesta sería muy especial, porque había venido un grupo grande de argentinos, técnicos en su mayoría. Estábamos en La Habana como 380 argentinos. Nos entusiasmamos mucho y una comisión fue a ver al Che, porque queríamos hacerlo todo muy “Criollo”. El Che, al ser invitado, se entusiasmó con la idea y propuso se consiguiera una vaca para hacer una comida típica argentina, consistente en un asado con cuero, sugiriendo además que todo lo que se sirviera fuera como se hace en la Argentina. Fue el propio Che quien le expresó a la comisión que fue a invitarlo: ´oigan, busquen a una artista argentina que hay por ahí, que se llama Tamara, que toca la guitarra`. Tamara fue invitada y ella hizo el programa y tuvo ideas originales, tales como que las compañeras que sirvieran la comida lo hicieran vestidas de chinas (campesinas argentinas), que se recibiera a la gente cebando mate, etcétera. Ella fue la actriz principal en aquella fiesta y una organizadora diligente. También consiguió trenzas, quería que todas las mujeres fuesen con trenzas largas y con cintas argentinas. En el acto artístico bailó la zamba con un vestido negro”.
El Che fue el encargado del discurso central de la fiesta, en el que habló de la lucha armada en la América Latina e hizo un análisis histórico de Argentina. Entre los asistentes había militantes peronistas y comunistas. En la cabecera de la mesa estaban Elsa Paladino de Clara, Manuel Galich, Ernesto Guevara, el “Gordo” Cooke, Ramón Calcines Gordillo, quien fuera secretario General de la Juventud Socialista Popular y Luis Presti.
El Che señaló entre otras cosas: “Todo es parte de una sola lucha, y es verdad cuando el imperialismo lo llama con un denominador común, porque aún cuando las ideologías cambien, aún cuando uno se reconozca comunista, o socialista, peronista, o cualquier otra ideología política en determinado país, sólo caben dos posiciones en la historia: o se está a favor de los monopolios, o se está en contra de los monopolios. Y todos los que están en contra de los monopolios, a todos ellos se les puede aplicar un denominador común. En eso los norteamericanos tienen razón. Todos los que luchamos por la liberación de nuestros pueblos luchamos al mismo tiempo, aunque a veces no lo sepamos, por el aniquilamiento del imperialismo. Y todos somos aliados, aunque a veces no lo sepamos, aunque a veces nuestras propias fuerzas las dividamos en querellas internas, aunque a veces por discusiones estériles dejamos de hacer el frente necesario para luchar contra el imperialismo. Pero todos, todos los que luchamos honestamente por la liberación de nuestras respectivas patrias, somos enemigos directos del imperialismo.”
Luego agrega para referirse a la Argentina: “Si nuestro pueblo aprende bien las lecciones, si no se deja engañar de nuevo, si no suceden nuevas y pequeñas escaramuzas que lo alejen del objetivo central que debe ser tomar el poder, nada más ni nada menos que tomar el poder, podrán darse en la Argentina condiciones nuevas, las condiciones que en su época representa el 25 de Mayo, las condiciones de un cambio total. Solamente que en este momento de colonialismo y de imperialismo, el cambio total significa el paso que nosotros hemos dado, el paso hacia la Declaración de la Revolución Socialista y el establecimiento de un poder que se dedique a la construcción del Socialismo.”
El discurso fue seguido con gran silencio y fervor revolucionario, aunque muchos de los presentes, militantes del Partido Comunista Argentino, mostraban con sus caras, la desaprobación con el contenido del discurso. Al terminar de hablar el Comandante Guevara, otros argentinos hicieron uso de la palabra, aunque será el histórico dirigente del peronismo revolucionario John William Cooke, quien integraba el Instituto de Amistad Argentino Cubano, quien se hará eco del discurso del Che, asumiendo públicamente el llamamiento revolucionario de Guevara.
El que fuera delegado del General Perón, se había convertido en el aliado argentino más próximo a las tesis insurreccionales de Guevara, para toda América Latina. Mientras que los comunistas argentinos apostaban por la vía democrática de la acción de las masas, como etapa previa al socialismo. Por ese entonces Cooke y su compañera Alicia Eguren intentaron convencer al General Perón, de que tenía que trasladarse a Cuba y dejar el Madrid del régimen franquista.
Durante la fiesta, el discurso del Che fue el tema del gran debate, entre los militantes presentes. A pesar de las canciones de Tamara, la emoción patriótica y los llamados a la unidad, el ambiente había terminado bastante caldeado. En el transcurso de la fiesta se lo vio al Che charlar animadamente de la situación política argentina con el “Gordo” Cooke, Alicia Eguren y el ex embajador de Guatemala en la Argentina Manuel Francisco Galich López, durante el gobierno Jacobo Arbenz.
La periodista entrerriana Carolina Aguilar nos continúa relatando las incidencias de la actividad celebrada el 25 de Mayo y la repercusión posterior de la misma.: “A los dos o tres días después de la fiesta, los argentinos nos reunimos en el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos porque había algunos residentes que no tenían la misma opinión que el Che. A esa reunión asistió Tamara y cuando los oyó hablar de esa manera se paró y dijo tajantemente: ´Bueno, me voy, yo aquí no pierdo el tiempo...´ Y se fue. Junto con ella nos fuimos unos cuantos.”