Religiones, vida pública y privada: ¿En qué cree la sociedad argentina?

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Religiones, vida pública y privada: ¿En qué cree la sociedad argentina?

31 Enero 2020

Por Enrique de la Calle

El CEIL-CONICET publicó la "Segunda encuesta nacional sobre creencias y actitudes religiosas en Argentina", que llega 11 años después de la primera versión y permite, entonces, ver la evolución de los temas abordados. Según describieron sus autores, se trata de un relevamiento que involucró 2400 encuestas, realizadas en 89 localidades del país. 

Como resaltó el equipo de investigadores, que conduce Fortunato Mallimaci: "Por primera vez podemos comparar e interpretar las continuidades y las rupturas en dichas creencias". Y agregaron: "Esta Segunda Encuesta nos muestra diversidad de católicos, evangélicos y sin religión – los tres grandes grupos que trabajamos - en movimiento. Personas activas, que interactúan y sueñan, a su manera, por cuenta propia y comunitariamente, tanto en la intimidad como en el espacio público. Y lo hacen al interior también de una sociedad en movimiento, que produce sagrados y sigue exigiendo y ampliando derechos más allá de crisis, empobrecimientos y dominaciones", resaltaron. 

El primer dato que surge tiene que ver con las creencias religiosas de los argentinos, sobre todo, lo que refiere al principal grupo, los católicos. Sigue siendo, por lejos, la creencia más extendida aunque su número disminuyó notablmente entre 2008 y 2019: pasó del 76,5% al 62,9%. Es una caída pronunciada que resalta más cuando se considera que en los censos de 1947 y 1960, esa adscripción religiosa estaba en el orden del 90% (93% en el '47). A contramano de lo que puede creerse, a partir de cierto boom mediático en torno al evangelismo, el segundo grupo que más crece es el de los que no tienen ninguna religión, que aumentó desde el 11% al casi 19%. Por su parte, los evangelistas pasaron del 9% al 15%, un salto importante si se considera el retroceso general de la religiosidad en el país.

Con respecto a ese retroceso de "lo religioso", la encuesta muestra además que entre los sub-40 el porcentaje de no creyentes sube por encima de la media (entre 23 y 25%). Lo mismo ocurre con el evangelismo, que aumenta, sobre todo, sobre los sub 29. A la inversa, el catolicismo presenta sus peores cifras en esos rangos etarios. 

Con respecto al nivel educativo, los pentecostales crecen entre las personas con menos estudios formales (o sin ellos), al revés de los escépticos, que son más entre los universitarios y estudiantes terciarios. En lo que respecta al despliegue territorial, los evangelistas presentan sus mejores números en la Patagonia (24%), mientras que los no religiosos lo hacen en el Sur del país y en AMBA (24 y 26%). Por su parte, el catolicismo sobresale en el norte del país, sobre todo en el NOA (76%). 

Además, la encuesta establece un ranking de creencias, donde sobresalen (para todos los grupos) figuras vinculados con la cultura cristina, como Dios, Jesucristo, Espíritu Santo, la virgen, los ángeles. Por fuera de esa cosmovisión, creció notablemente la creencia en "la energía", que alcanza al 76% de las personas consultadas (presenta una presencia muy importante en todos los grupos). Como dato al margen, pueden señalarse dos particularidades: el 60% de los argentinos creen en la vida después de la muerte (los evangelistas superan a los católicos en esa convicción) y un 30% en los OVNIS (el porcentaje es superior entre los no religiosos). 

Evangelismo e ideología

El estudio del CONICET ofrece muchos disparadores interesantes para pensar los cruces entre creencias religiosas y prácticas públicas y privadas. O, por caso, para pensar la influencia del Papa Francisco, que no parece marcar un antes y después en la relación de los argentinos con el universo de las creencias. Según el estudio, sólo 8% aumentó su religiosidad gracias a la elección de Jorge Bergoglio (que alejó, por su parte, a un porcentaje similar). La grieta parece cruzar las interpretaciones sobre el rol de Francisco: un tercio lo considera un "líder que denuncia situaciones de injusticia a nivel mundial"; otro tercio, cree que está "demasiado metido en política". En el medio, un 40% se mantiene "indiferente". 

Además, la encuesta se mete con la valoración sobre la legalización del aborto, que tiene más rechazo (según este relevamiento) del que se supone o han mostrado otras encuestas. Sólo el 27% considera que una mujer tiene derecho a interrumpir su embarazo si así lo dispone. El 51%, en cambio, se inclina por tolerar el aborto para algunas circunstancias, como casos de violación o cuando esté en peligro la mujer, tal como es aceptado en la actualidad por la legislación argentina.  

Por último, el informe del Conicet arroja algunas líneas para complejizar sobre el perfil ideológico de las personas que se asumen como evangelistas. La encuesta tiene un capítulo dedicado a pensar los cruces entre religión y sociedad. En general, los evangelistas tienen posiciones más conservadoras que el resto aunque no debiera exagerarse sobre ese punto, ya que en general se trata de porcentajes similares al promedio. Incluso, sobre al aborto, es mayoritaria la posición de que la interrupción del embarazo debe ser tolerada en casos de violación o cuando corra el riesgo la mujer. En relación a la "familia", el 32% de los pentecostales acepta que una pareja de homosexuales adopte un niño/a y solo el 17% considera que un "hombre es superior a una mujer".     

En torno a los vínculos entre Estado y sociedad, el 97% de los evangelistas considera que la universidad debe ser gratuita (porcentaje por encima del promedio de los argentinos) o el 56% prefiere que el Estado otorgue un ingreso a quienes no tienen trabajo (la media: 54%).

Sobre los vínculos entre Estado y religión, la mayoría de los pentecostales considera que el Estado no debe financiar a las religiones (50,4%), en un porcentaje cercano al promedio. Además, el 42% cree que no debe haber enseñanza religiosa en las escuelas y el 52% propone una materia "general" sobre el tema. 

Otro de los ítems tiene que ver con participación en movilizaciones. En promedio, son los no religiosos los que más participan en marchas en la vía pública. Por su parte, los evangelistas se encuentran por encima del promedio cuando las movilizaciones son en contra del aborto (era previsible) o vinculadas a la cooperadora escolar (perfil social). Cuando refieren a un partido político, la participación de los pentecostales es muy baja.