El macrismo admite extranjeros en el Directorio del Banco Central
El gobierno nacional envió al Congreso el proyecto de ley con el que pretende modificar la Carta Orgánica del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Entre los cambios propuestos, llamó la atención que el proyecto oficial eliminó la exigencia explícita de que los miembros del Directorio deben poseer la nacionalidad argentina.
Los cambios en la Carta Orgánica del BCRA forman parte del acuerdo de la administración de Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de un acuerdo stand by de asistencia financiera vital para evitar un default de la deuda pública en 2018.
La Carta Orgánica del BCRA determina los objetivos y el funcionamiento del banco, que es la autoridad monetaria de la Argentina. Es decir, marca cuáles serán las actividades del Central, cómo será su relación con el Poder Ejecutivo y establece los mecanismos para la selección y remoción del presidente, vicepresidentes y directores de la entidad.
Respecto de este último aspecto, el proyecto del gobierno modifica el artículo 6, cuyo texto actual dice: “El banco estará gobernado por un directorio compuesto por un presidente, un vicepresidente y ocho directores. Todos ellos deberán ser argentinos nativos o por naturalización, con no menos de diez (10) años de ejercicio de la ciudadanía”.
Al eliminar este requisito, el gobierno pone de relieve un plan que hace tiempo da vueltas por la cabeza de algunos de sus miembros, en el sentido de que la extranjerización del Directorio ayudaría a “preservar la independencia” del BCRA.
Propuestas similares se escucharon entre los años 2000 y 2002. Primero, durante el mandato del radical Fernando de la Rúa, cuyo programa económico estaba férreamente monitoreado por el FMI.
El tema volvió a escena en los primeros meses del gobierno del peronista Eduardo Duhalde, cuando negociaba con el FMI por las características del programa económico que debería aplicarse para sacar al país de la crisis de 2001.