Reflexiones del mapa educativo post pandemia
Por María Isabel Cassino*
La pandemia nos mostró la foto y, en muchos casos, la película completa de la tremenda desigualdad que existe en el mundo a partir del avance del neoliberalismo.
En materia educativa, dejó al descubierto el daño irreparable de las políticas que nos dejó el Macrismo y nos enfrentó a redoblar los esfuerzos en todos los niveles y modalidades del sistema.
El Ministerio de Educación de la Nación y los Ministerios Provinciales han trabajado y siguen trabajando duramente para dar respuesta a cada una de las problemáticas que la pandemia deja al descubierto y, como educadores nacionales y populares, la situación nos obliga a hacer aportes que promuevan la justicia social y curricular.
Sin dudas una de las primeras líneas que deberemos empezar a definir son las becas para que todos y todas, a los que les ganó el desánimo, la falta de oportunidades (por falta de conectividad o porque sus familias no pudieron acompañarlos) y abandonaron la escolaridad, puedan retomar sus estudios.
Las becas no sólo serán un estímulo para aquellos alumnos y alumnas de sectores más vulnerables y un complemento económico, sino que deben pensarse como una herramienta pedagógica. Para materializar esta política sólo basta con tomar los datos de abandono de cada escuela o evaluar la intermitencia de los procesos educativos durante la pandemia y diseñar un Programa de Tutores Pedagógicos que acompañen los nuevos y próximos procesos para “Volver a la Escuela”.
Debemos empezar a diseñar políticas socioeducativas que logren integrar conocimientos con habilidades tecnológicas para los grupos más desfavorecidos. No como una política focalizada sino como una política de igualdad educativa.
En otras palabras, tenemos que conectar la igualdad de oportunidades con la igualdad tecnológica en un proceso de formación continua tanto para docentes como para alumnos y alumnas. Esto implica claramente, universalizar el Plan Conectar Igualdad y retomar las iniciativas formativas del Instituto Nacional de Formación Docente (INFoD) que seguramente serán un aporte muy valioso en los tiempos post pandemia.
Debemos avanzar en la línea que el gobierno nacional planteó a inicios de este año: entregar computadoras y celulares para vincular distintos dispositivos con el Plan Nacional de Lectura en lo que la Dra. Adriana Puiggrós definió como una mutiplataforma.
Tenemos que establecer un acuerdo con las empresas de telecomunicaciones para garantizar que todas las personas que se encuentren transitando ámbitos educativos accedan gratuitamente o a muy bajo costo a la conectividad.
Por último, hay que retomar con mucha fuerza el Programa Nacional de Alfabetización y los Programas de Terminalidad para Jóvenes y Adultos a fin que ninguna otra pandemia o ningún otro hecho imponderable deje a niñas, niños y adolescentes sin el acompañamiento familiar por falta de oportunidades educativas.
En contextos de crisis, y como lo expresa nuestro presidente Alberto Fernández: “hay otra forma de administrar el Estado. Y es dándole mayor igualdad a la Argentina, que es darle más igualdad de oportunidades a todos los argentinos”. De los contextos de crisis se sale con más Estado.
*Profesora en Ciencias de la Educación y Licenciada en Tecnología Educativa.