Carlos Belloso: “El vasquito fue un personaje tan popular que parece que hubiera nacido ahí”
APU Stream, el programa de la Agencia Paco Urondo que sale los sábados de 11 a 13 hs por el canal de Youtube y Twitch de Gelatina, dialogó con Carlos Belloso. El actor repasó lo que fue la telenovela Campeones de la vida y su vínculo con la realidad nacional a fines del siglo pasado. También abordó otras ficciones de su carrera, el pasaje a las plataformas y opinó sobre el panorama electoral.
Agencia Paco Urondo: ¿Podríamos decir que su salto a la popularidad se da con el personaje del “vasquito” en Campeones de la vida?
Carlos Belloso: Fue un personaje que fue popular, pero venía trabajando hace rato. Campeones de la vida fue en 1999/2000 y yo desde los 80 ya estaba en el teatro con distintas obras. También estuvo RRDT previamente. El vasquito fue tan popular que parece que hubiera nacido ahí. Fue un personaje muy querido.
APU: Lo que significó Campeones de la vida también tuvo que ver con la época, como la previa al corralito y la crisis económica a la que la historia hace alusión de distintas maneras.
CB: Era costumbrista, en un barrio obrero y trabajador donde el gimnasio era la salida de los pibes. No me quiero olvidar de dos actores que ya no están con nosotros, que son Héctor Anglada y Pablo Cedrón. Había cosas muy costumbristas que describían a pinceladas gruesas las vicisitudes del barrio pero mayormente era una comedia muy divertida. Me acuerdo que en el carnaval había chicos que se disfrazaban del vasquito y me mandaban las fotos.
APU: Ha contado que la gente lo frenaba por la calle y se impactaba por la diferencia con su caracterización.
CB: Se me reconocía fácilmente, sólo mandaba la mandíbula para adelante y con anteojos con cinta y la boina. Era muy fácil disfrazarse e imitar la forma de hablar. La gente empezó a conocerme más popularmente, y es muy impresionante lo que pasa con eso. Vivís una realidad paralela. Te regalan cosas, te dejan pasar en las filas. Un personaje muy querido es casi un familiar que al mismo tiempo se hace presente.
APU: Después hizo muchos otros personajes y el vasquito quedó, pero pudo sobreponerse a él. Ahora con tanta oferta quizás es un poco distinto igual.
CB: Sí, era otra televisión y otro público. Se ponía a una hora determinada, cuando ahora es on demand y con streaming y podes poner a cualquier hora y lugar cualquier serie o película. La plataforma te la puede mandar en un determinado momento pero tampoco cumplís un horario. Es una forma también de espectáculo y entretenimiento que se va a extrañar, o quizás no porque para mucha gente puede ser un alivio no estar clavado.
Después tu vida sigue y vas yendo por otros caminos. Salir de un personaje como ese y hacer otras cosas es y fue difícil. Me proponían personajes parecidos al vasquito. Yo soy actor, tengo posibilidad de hacer otros personajes. Yo me negaba hasta que apareció Tumberos, que fue otra cosa y más complejo en el armado. Eran programas que apuntaban a testimoniar sobre cosas. Esa televisión me parece que fue otra cosa.
A mí me seguían ofreciendo ese tipo de papel y me tuve que negar. Siempre digo que Juan Carlos Altavista con el personaje de Minguito estuvo toda su vida, y mientras era genial también le habrá costado salir de ahí. Está esa frase que dice que no se desprecia ningún tipo de éxito y hay que seguir, pero en un momento hay que decidir si sos actor o si sos ese personaje para toda tu vida.
APU: Ese papel le valió un premio revelación y, más adelante, también tuvo otros premios por Tumberos y por Televisión por la identidad. ¿Cómo fue participar de ese ciclo?
CB: Fue muy fuerte. Tuve que hacer de Luis Falco, el padre apropiador de Juan Cabandié que, al mismo tiempo, conocerlo también fue un tema. Íbamos por los canales anunciando el programa y era muy fuerte lo que pasaba. Primero, porque fue realmente un hallazgo de ir un poco más adelante en propuestas. No sólo hablar desde la ficción sino profundizar en casos reales, que tenía que ver con una época en la que necesitábamos seguir desarmando para entender mejor la historia y que obviamente no se vuelva a repetir.
El contacto con Juan fue como una serie paralela. Me contaba ciertas cosas no para el personaje sino lo que realmente tuvo que padecer a lo largo de su infancia. Con su hermana no biológica, que también es actriz, en ese momento pudimos hablar de la miniserie y también fue muy importante para ellos.
APU: Con respecto a la política actual, usted estuvo en uno de los actos de Juan Grabois. ¿Cómo lo ve a él y a la situación en general?
CB: Por un lado, estoy ayudando a Leandro Santoro en base a apoyarlo y en base a qué podemos apoyar desde la cultura, escuchando a compañeros y viendo la posibilidad de que en la Ciudad pueda ser factible sacar al macrismo para que realmente haya una alternancia.
Al mismo tiempo, la postulación de Grabois, que siempre me agradó mucho por ser de la gente que va al hueso y no anda con caretas. Esa sinceridad e ir a fondo quizás le juega un poco en contra, con todo el aprecio que le tengo, porque en algún momento hay que acordar un entendimiento o consenso un poco más grande. Ese es el problema. La política también es negociación.
A mí me gustan mucho Grabois a la presidencia y Santoro a la Ciudad, dos cosas un poco diferentes que están medio a la defensiva los dos del uno del otro pero la conjunción me gusta mucho.
APU: El pasaje de las telenovelas a las plataformas usted pudo darlo sin problema. ¿Cómo lo vivió y cómo ve ese mundo hoy?
CB: La verdad es que no lo noté. Sí veo una mayor producción necesaria, porque los programas de televisión ya quedaban muy antiguos, los decorados quedaban medio cartón pintado por lo que necesitabas locaciones más creíbles, hay una alta definición a la que estar a la altura. Hay una mayor cantidad de dinero aportada por las plataformas, entonces se puede hacer un trabajo más detallado. En ese sentido sí se nota pero es levantarte, hacer la rutina, buscar personajes y entender al director. También ayudar a resolver problemas, eso los actores los sabemos.
APU: Sabemos que está ensayando en estos días.
CB: Sí, en el Teatro Cervantes, por una obra que se va a estrenar el 20 de julio. Se llama “Salvajada”, una adaptación de Mauricio Kartun de un cuento de Horacio Quiroga con la dirección de Luis Rivera López y la participación del Grupo Libertablas. Es emblemático de los 80 y es un placer hacer una obra con ellos. Feliz de hacer teatro, de seguir trabajando y de que me llamen.