El equipo redentor: la versión estadounidense tras la consagración de la Generación Dorada

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El equipo redentor: la versión estadounidense tras la consagración de la Generación Dorada

21 Octubre 2022

La historia del básquet internacional marca que, desde la conformación del célebre “Dream Team” en 1992 con jugadores de la NBA, la selección de Estados Unidos fue dominadora total de dicho deporte. Sin embargo, todo cambió cuando nuestro país consiguió dos victorias consecutivas, destacando la coronación olímpica en Atenas 2004. A partir de allí, los estadounidenses deben reorganizarse para superar el trauma, lo que este año dio como resultado El equipo redentor, estrenado el 8 de octubre a través de Netflix.

Como parte de un acuerdo de la plataforma con el Comité Olímpico Internacional, y con la participación de dos de sus jugadores en la producción -Dwayne Wade y Lebron James- el documental nos propone una versión autorizada, aunque fascinante, de la historia de aquel equipo, con figuras como Kobe Bryant y hasta el mítico entrenador Mike "Coach K" Krzyzewski. Un repaso que va de la crisis al resurgimiento, con una lógica tan patriótica como previsible del pasaje de la derrota a la victoria, pero que por eso no deja de ser menos interesante ni de menor calidad audiovisual.

El equipo redentor tiene una estructura clásica. Como antesala, lleva un breve racconto de la relación histórica de los equipos de básquet de Estados Unidos con la competencia olímpica. En general, casi siempre conformado y ganado por jugadores universitarios. La historia comienza en 2004 pero hay dos antecedentes. En primer lugar, la conformación del “superequipo” NBA tras las complicaciones de Seúl 1988. Luego, la derrota con Argentina en el Mundial de Indianápolis del 2002, que demostró que ya no eran imbatibles. Sin embargo, el impacto del 2004 es tal que se lo presenta como una pesadilla: el Dream Team se quedaba fuera de una final olímpica y debía conformarse con un bronce. Una decepción nada fácil de digerir para su orgullo, y ahí es cuando comienza la redención.  

Tras el oro de nuestra Generación Dorada, Estados Unidos empieza a pensar en largo plazo, con un entrenador firmado a varios años y jugadores relativamente estables. Por sobre todo, con un espíritu de equipo mucho más sólido. El propio director del documental, Jon Weinbach, se encarga de reducir a varias de esas figuras míticas a meras personas. No obstante, otra vez tropezaban con la misma piedra -en el Mundial de 2006- y sumaron a Kobe Bryant, estrella máxima de la NBA en ese entonces y catalogado como individualista. La narración, de hecho, es un homenaje implícito al jugador recientemente fallecido.

El documental es entretenido, al arco de la historia le aporta análisis de juego. A lo largo del recorrido se pondrán en escena compromisos y dificultades para dejar de lado esa cultura individualista que tanto pregonan, en parte porque si hay algo que ponderan más es el orgullo nacionalista por su propio país. De allí las pequeñas manipulaciones para tratar de justificar las derrotas y ensalzar más las victorias. De todas formas, en la balanza tiene mayor peso el repaso por los duelos y las hazañas deportivas.

Al fin y al cabo, El equipo redentor dedica su hora y media a la presentación de aquel grupo que cambió los estándares del básquet y del deporte. En el camino, y llevando agua para nuestro molino, se encarga de agigantar aún más lo que fue la consagración argentina en Atenas 2004, obligando a una selección a abandonar por completo su filosofía. Lo de Carlos Delfino, Gabriel Fernández, Emanuel Ginóbili, Leonardo Gutiérrez, Walter Hermann, Alejandro Montecchia, Andrés Nocioni, Fabricio Oberto, Juan Sánchez, Luis Scola, y Hugo Sconochini, bajo la dirección de Rubén Magnano, fue una lección histórica.

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