Elvis: el Rey estará en los Premios Oscar
Elvis es una película biográfica estrenada en 2022 que, como bien dice su nombre, narra la historia del cantante estadounidense que tanta fama y popularidad cosechó a lo largo de su carrera, logrando sostener su éxito para la posteridad. Conocido como “El rey del rock & roll”, supo ganarse el corazón de muchas personas que veían en su figura un líder indiscutido, a pesar de los conflictos que más tarde comenzaría a desarrollar con el abuso de drogas como protagonista de su declive.
Elvis marcó un antes y un después en la historia del rock, haciendo uso de un estilo propio que le otorgó no sólo una personalidad intachable, sino también una habilidad para ser recordado durante décadas. Mientras vestía pantalones ajustados con colores y diseños estrafalarios y brillantes, movía las caderas al ritmo de la música generando locura en sus fans al instante en que aparecía en el escenario. Este fue uno de los motivos principales por los cuales, sobre todo en sus inicios, fue víctima de duras críticas por parte de los medios de comunicación y de la población más conservadora, que veían su actuación con un deslinde sexual que no se consideraba apropiada y era catalogada como “perversión”. En sus conciertos ya se había tornado habitual que las mujeres le arrojasen ropa interior, motivo por el cual había bastante recelo alrededor de la figura del Rey.
El largometraje, disponible en HBO Max, tiene ocho nominaciones a los Premios Oscar, entre los que se encuentran Mejor Película, Mejor Actor y Mejor Sonido. No es sorprendente que su nombre se repita en las diferentes categorías ya que varias cuestiones se destacan en la película dirigida por Baz Luhrmann, comenzando por la impecable actuación de Austin Butler como el mismísimo Elvis. El joven de 31 años demuestra el alto nivel de preparación física y vocal que debió recibir para imitar no sólo sus movimientos, sino también su acento y voz, siendo ambos aspectos que tanto lo caracterizaron y le dieron la preponderancia que tuvo en la sociedad. En una entrevista, el actor fue consultado acerca de si es él quien efectivamente canta las canciones, confirmando que sí para aquellas que pertenecen a la década del 50 -entre las que se encuentran Trouble y Baby, let´s play house-, mientras que en las de los años posteriores se realizó una combinación de su voz y la del propio Elvis.
Por otro lado, la dirección de arte que incluye vestuario y escenografía también da de qué hablar, poniendo sobre la mesa trajes y lugares que trasladan a lxs espectadorxs a los años 60, con toda la pasión que el cantante hacía sentir a quienes lo observaran. A nivel film, es una producción con escenas para llorar, emocionarse, enojarse y reír, lo que genera atracción instantánea con la trama. Logra que quienes no sean fans de Elvis o no sepan mucho de su carrera o historia personal deseen continuar viendo para luego comprobar la veracidad de ciertos aspectos y, por qué no, escuchar su música.
A lo largo de la película es posible observar las complicaciones que Elvis tuvo para hacerse un lugar y, una vez en el estrellato, conservarlo. Problemas con la discográfica, con su representante, a nivel amoroso y con su fuerte adicción a las drogas fueron dejando su granito de arena para que el cantante oriundo de Misisipi se viera envuelto en una bomba que, más pronto que tarde explotaría acabando con todo aquello que había tardado años en construir. Otra de las cuestiones que le reprochaban en esa época era el hecho de que su música se había originado en un ambiente negro, ya que Elvis, al vivir en un barrio afroamericano, se rodeaba de cantantes como Chuck Berry, Jesse Stone y Big Mamma Thornton. Siendo él blanco, no se suponía que debía incursionar en ese género, sino en el country, pero Elvis hizo caso omiso a las recomendaciones y decidió dar el paso que lo condujo al estrellato.